Heráclito | 23-06-2012 12:58:28 | Respuesta: Siria, la población sin derecho a elegir Como se dijo desde hace mucho, la primera víctima de una guerra es la verdad, y en un conflicto todos cometen atrocidades, siempre hay desafueros, crímenes, violaciones, por una sencilla razón, no hay una ley a la que obedecer, unas autoridades para proteger a la población civil, unas instituciones fuertes que impongan su autoridad.
Es la ley de la selva y lo que se dice no extraña porque no hay una cadena de mando, una autoridad central, sino muchos grupos que los unifica el objetivo común: el régimen sirio. Cualquier tropelía es tolerada ante la obligación de ganarle al enemigo de todos.
Pero que estos crímenes no nos hagan desviar la mirada de Assad y su régimen violador de derechos humanos, una dictadura sangrienta que ha cubierto de sangre y dolor a su país. Hay que seguir combatiendo para propiciar su caída.
Infortunadamente la democracia no llegará pronto. Pasarán años, quizás decenas y una, dos o más generaciones para que la democracia comience a crecer en Siria. Es un duro aprendizaje que implica la construcción de instituciones y educación de gobernantes y gobernados, para que aprendan a transitar por los caminos de la tolerancia, la concordia, el respeto a las ideas ajenas, la libre discusión, el respeto a las mayorías, pero también a las minorías, la unión de todos en busca del beneficio común.
En Siria los que van a gobernar después de Assad van a ser autoritarios, inexpertos, arbitrarios y corruptos en muchos casos, porque los que llegan usualmente son los más vivos y no los más aptos. Habrá violencia hasta que las aguas se aquieten, se eduque a una generación y comience el lento reemplazo por otras ideas, otras maneras de ver el mundo, otra manera de gobernar. |