De cómo las vaginas violan el poder

Sobre el escándalo de prostitución que hoy afecta de alguna manera la campaña presidencial en Estados Unidos hay hechos curiosos alrededor de unos detectives extranjeros contratando prostitutas.

Lo primero es la prostituta estrella, Dania Londoño. La tarifa de 800 dólares por sus servicios es poco creíble y es desmentida por sus propias compañeras. Entre su círculo nadie cobra eso; a lo sumo doscientos o algo más.

El segundo grupo de prostitutas también brinda hechos curiosos. Primero dijeron como las habían contratado, que es lo normal. Los clientes van al sitio donde trabajan, acuerdan una cifra, se van a la cama, pagan y se terminó el cuento.

Pero después del escándalo y cuando todo comenzaba a reducirse a sus justas proporciones, surge una nueva versión que le pone un ingrediente de novela barata al retorcer la historia.

Se habla ahora de una intriga internacional, donde por supuesto hay musulmanes y cien millones de pesos que pagan para que las prostitutas infiltren el Servicio Secreto. La versión la da el abogado Pedro Aponte, contratado por el grupo de meretrices materia del escándalo.

La historia se cae de su peso por la manera en que se supo de la conspiración. La prostituta se acuesta con el cliente y éste no le paga. Ella reclama, interviene la policía y estalla el escándalo.

Si lo que se quería era infiltrar el servicio secreto a través de las vaginas y si había por medio tanto dinero para conseguirlo, ¿por qué insistir en cobrar y poner en riesgo toda la operación?

Lo que llama la atención de este nuevo ingrediente es por qué el grupo de prostitutas contrata a Pedro Aponte. ¿Para que las defienda de qué? Y encima para defenderlas las acusa de ser parte de la conspiración. Con abogados así, para qué enemigos.

Y como si fuera poco, Dania aparece en Dubai y se sabe que al parecer un árabe anda detrás de ella. Incluso la propia Dania en una entrevista dijo que por el escándalo temía que su pretendiente se espantara.

Y para terminar, Dania ahora se encuentra en Madrid y rinde testimonio en la embajada de Estados Unidos sobre el lío sexual. Pero lo curioso es que asiste acompañada de uno de los más prestigiosos abogados del país, Abelardo de la Espriella.

Ahora dice Dania que está dispuesta a desplazarse a Estados Unidos y declarar ante el Congreso llevada al parecer por el congresista Peter King, quien preside la Comisión de Seguridad Nacional.

Todo es risible si no se estuviera en medio de una campaña presidencial en Estados Unidos y queden dos cabos sueltos, Dubai y De La Espriella. Una prostituta del montón, ¿qué va a hacer allí y de dónde saca el dinero para que uno de los más prestigiosos abogados del país, se desplace a España como su apoderado?

A veces la explicación más simple es la solución al problema más enredado. De verdad existe el rico pretendiente árabe que quiere sacarla del lío en que se metió sin saber a qué horas.

Aunque también queda la versión enredada, muchas veces repetida en la historia: las vaginas son el mejor medio para violar el poder.