DeNunCianDo - Un mundo aislado, solo para mujeres

En Irán se están reduciendo los espacios de participación femenina.

"¿Lleva celular?", pregunta la vigilante mientras inspecciona cada centímetro de mi cuerpo. "Recuerde que está prohibido tomar fotos", añade la mujer, que, como las otras guardias, se cubre la cabeza con un pañuelo marrón y las manos con guantes negros, antes de permitirme el acceso a la única playa donde las mujeres pueden tomar el sol y bañarse en el mar en la isla de Kish, considerada el paraíso turístico de los iraníes sobre el golfo Pérsico.

Una vez adentro, ya sin ningún velo ni gabardina que cubra el cuerpo de cientos de mujeres que a esta hora de la mañana de primavera se reparten cada rincón de este club marítimo, el choque es grande. A diferencia de las otras playas donde los hombres pueden bañarse con tranquilidad, el lugar elegido para que ellas disfruten libremente del mar es uno de los menos atractivos de esta paradisíaca isla rodeada de playas de arena blanca y palmeras abundantes a las que el Sha de Persia, que gobernó hasta 1979, solía traer a sus invitados de las monarquías amigas y del jet set a veranear.

Dos muros de cemento que se meten en el mar azul limitan esta playa con el objetivo de prevenir la curiosidad de los voyeurs, que se quedarían sorprendidos con lo que se ve en estos 200 metros de arena donde damas en topless e hilo dental tratan de hacerles el quite a dos vigilantes que tienen la frustrante tarea de controlar que no se rompa el pudor de la moral islámica.

Las leyes que imperan desde la creación de la república islámica en 1979 dicen que una mujer no debe mostrarse ante ningún hombre sin tener su cuerpo y cabeza tapados, excepto que pertenezca a su familia cercana. Y aunque las reglas son mucho más laxas cuando se está entre mujeres, esto no significa que se pueda abusar del desnudo. Tan solo hace unos años el país se escandalizó cuando aparecieron en la red diferentes fotos de mujeres con los pechos descubiertos que habían sido tomadas en esta misma playa.

"Nunca van a lograr que hagamos lo que ellas quieren. Saben que es imposible, pero es su trabajo. Quieren que nos comportemos como mujeres tristes, como esas que ellos muestran en las manifestaciones oficiales. Pero la mayoría de las iraníes no somos así", dice Maryam, de 33 años, a quien una de las guardias le ha pedido que se ponga un "calzón" más grande y que apague la grabadora en la que se oye a Shakira.

Se han acostumbrado a que todo el tiempo les digan lo que no pueden hacer. Y es que siete años atrás, cuando el presidente era el reformista Mohammad Jatami, según cuentan el resto de jóvenes que hacen parte de este grupo de cinco amigas que viajaron desde Teherán para pasar unos días tranquilos junto al mar, la vida era más relajada. Sin embargo, desde que Mahmoud Ahmadineyad llegó al gobierno, en el 2005, la división de géneros -que había sido radical en los primeros años de la Revolución, cuando los dos sexos eran castigados de inmediato si estaban juntos- volvió a ser una constante en el país.

Campaña en su contra

No solo se cerró la playa mixta de Kish y se les prohibió bailar en los restaurantes con música en vivo, sino que las mujeres han sido testigos de cómo se ha llevado una campaña para aislarlas de una sociedad que ha sido duramente criticada por las activistas de derechos humanos. Adicionalmente, hace unas semanas se presentó una propuesta en el Parlamento para que las mujeres solo puedan trabajar medio tiempo.

"Han creado taxis exclusivos para mujeres, parques exclusivos para mujeres, hospitales separados. Las pacientes mujeres solo pueden ser atendidas por trabajadoras médicas mujeres. En corto tiempo, podremos ver ciudades divididas en secciones para hombres y para mujeres", aseguró la famosa abogada y activista Nasrin Sotoudeh cuando en el 2009 se hablaba de que en los edificios oficiales se destinarían ascensores solo para mujeres.

Declaraciones como estas, no obstante, son más difíciles de escuchar en la actualidad como consecuencia de la persecución que se ha emprendido contra las mujeres activistas y críticas del gobierno actual. Sotoudeh, por ejemplo, fue encarcelada en el 2010 y sobre ella pesa una condena de 11 años en prisión y 20 que le impiden ejercer su profesión. Otras mujeres críticas con las acciones del oficialismo han optado por exiliarse o mantener bajo perfil y muchas de ellas han pasado meses en la cárcel.

"Cada vez que oigo que van a separar las universidades para que hombres y mujeres no estén juntos -iniciativa de la que se habla en los últimos meses-, me acuerdo de los dos años que siguieron a la Revolución, cuando las clases las dividieron para que los jóvenes no se mezclaran", cuenta Fátima, una anciana de 75 años, que recuerda que desde entonces las peluquerías quedaron encerradas en locales casi secretos donde solo pueden acceder las mujeres, y que las piscinas tuvieron que dividir sus horarios para que los géneros no se mezclaran, así como los buses quedaron separados en dos sectores, uno exclusivo para mujeres.

Lo paradójico de estas divisiones es que, en algunos casos, son arbitrarias. En los taxis compartidos, que transitan por todas las ciudades del país, una mujer puede quedar encerrada entre dos hombres. Lo mismo sucede en el metro. En este último hay un vagón para mujeres, pero su uso es completamente opcional.

"Tenemos miles de clientas, pero son sobre todo chadoríes" (las mujeres que se cubren del todo con el manto negro), cuenta Mazumeh, mujer de 57 años, que desde hace cinco conduce uno de los taxis verdes femeninos que operan en Teherán, y asegura que se sienten más seguras. Lo dice antes de detenerse frente al Boostann-e Behesht-e Madaran, un parque exclusivo para mujeres que se abrió hace cuatro años en Teherán, en el que vuelve a aparecer la prohibición de no tomar fotos. Tampoco se puede fumar, montar en bicicleta, tocar un instrumento musical ni pasear animales.

Cientos de colegialas disfrutan del aire libre sin el pañuelo ni el manto. Aprovechan para bailar, cantar y correr, actos que no tienen permitido hacer frente a los hombres, por no estar bien vistos. "Nos gustaría más poder estar en un parque donde también haya hombres, pero esto es Irán", dice Nazanin, de 17 años, mientras se come un sándwiche con sus compañeras de clase. El colegio las ha traído de paseo.

También están las señoras que han decidido venir a pasar el día con sus amigas mientras disfrutan del buen tiempo y toman un poco de sol. "No es ideal, pero vengo hasta aquí porque es el único lugar de la ciudad donde puedo trotar al aire libre tal como lo puedo hacer en otra ciudad del mundo", cuenta Shadi, una ingeniera de 44 años educada en Francia que es una de las pocas mujeres que están haciendo ejercicio en el parque.

Las mujeres pueden hacer ejercicio, claro, pero todo es más complicado: los gimnasios tienen horario especial para las mujeres, especialmente por la mañana, cuando las que trabajan están ocupadas. El tenis u otros deportes tienen que jugarlos entre ellas, y si quieren ir a otro parque a trotar, tienen que estar cubiertas como lo indican las leyes islámicas.

"Cada día vuelve a haber más restricciones para que hombres y mujeres estén juntos", añade Shadi, que regresó al país hace 10 años y cuenta que una de las mayores diversiones que tenía con sus amigos, más allá de las fiestas privadas en casas, era ir a jugar a los bolos. Pero hace más de un año ambos sexos tienen que jugar por separado.

"Incluso han abierto sucursales de bancos solo para mujeres. Así no tienen que tener contacto con los hombres. ¿Puede creer? A veces pienso que nos tienen tanto temor a las mujeres y que por eso buscan aislarnos como pueden", dice esta mujer que es la única de todo el parque que va vestida con pantalones cortos y camiseta para hacer deporte.

http://www.eltiempo.com/mundo/medio-...res_11692105-4