DeNunCianDo - Show de estafador en calles bogotanas. ¡No se deje tumbar!

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El 25 de Julio del 2011, a las 06:30 pm, iba caminando por la Carrera 7 entre calles 24 y 25. Llegando a la torre Colpatria, escuché un estruendo como de una caída, tal fue mi susto que pegué un brinco y voltee a mirar. Un supuesto vendedor de roscones y una bebida blanca se había tropezado y estaba tendido en el suelo con su nevera de icopor mostrando todo el desastre. Intentando pasar la calle me quedé viendo el espectáculo. La gente se aglutinó y empezó a darle plata y los que iban caminando hacia mi dirección se devolvieron ante los llamativos sollozos del tipo. La gente le daba billetes de $2.000, $5.000, $10.000 y hasta $20.000… Cuando vi que el tipo empezó a temblar como si estuviera teniendo un ataque de nervios, empecé a recordar quien era…
De repente, un joven que esperaba el bus cerca a la escena empezó a gritar “NO LE DEN PLATA. ES UN LADRÓN, AHORA ÉL ESTABA POR LA PLAZA DE BOLÍVAR Y DESPUÉS EN LA CRA 19. ESTA HACIENDO SHOW. NO LE DEN PLATA. ESOS ROSCONES ESTAN DUROS. ESO ES AGUA LECHE, ESTAFADOR”. Fue tal el empeño del joven que insistía en que el vendedor era un farsante, que no solo convenció a la gente de que no le dieran más plata, sino que hizo que quienes ya habían dado exigiera su devolución. El actor callejero, al verse cogido en la mentira, echó sus roscones y sus vasos en la nevera de icopor, puteó hasta más no decir al que lo delató -incluso se paro, hizo amague de que iba a golpearlo, y se devolvió-, y no tuvo más remedio que avanzar con su utilería, caminando con cierto afán…

Yo creyéndome “Cazanoticias” me dispuse a seguirlo, para ver su “modus operandi”. Se dirigió hacia la Torre Colpatria, bajó a la décima, pasó por un costado del Hotel Tequendama y siguió por la Carrera 13 hacia el Norte. Hizo una parada en la 13 con Calle 30, habló con un vendedor ambulante, siguió su ruta y unos pasos más allá del parque Central Bavaria (por esa acera), en el punto en el que convergen la Carrera 13 con la Carrera 10, exactamente en la Calle 32, paró nuevamente y habló con otro vendedor ambulante, comió algo, compró una bolsa de agua que se echó en la cabeza, se “desarregló un poco”, y cruzó el semáforo dirigiéndose hacia la Séptima. En un camino peatonal estrecho que conduce al paradero se tiró al suelo e inició nuevamente el show. Me hice al lado y vi como empezó a llorar, la tembladera, los nervios y el mismo discurso. Advertí a los demás transeúntes y el tipo enfurecido se paró y ante la dura mirada de la gente, siguió su marcha. Recogió nuevamente los roscones, pero esta vez los tiró a una caneca de basura y se quedó con su nevera de icopor. Tomó rumbo desconocido hacia la Caracas… me imagino que a descansar y prepararse para seguir su “venta” al día siguiente.

TRAYECTORIA EN BUCARAMANGA
A este hombre en la Ciudad Bonita lo conocían como “El Man de los Merengues”… La primera vez que lo vi fue en marzo del 2006. Fue por la carrera 27 con 17 casi al frente del restaurante “La muralla china” y el Mesón de los Búcaros (Bucaramanga). Esa vez llevaba una caja de madera con pocas naranjas. Él estaba tendido en el suelo, temblando en un ataque de nervios, aseguraba que lo habían robado, y que se encontraba en ese estado porque “Mi papá me va a pegar, la plata es para la comida de mis hermanitos, he vendido poco, no quiero irme a mi casa, mi papá me mata”. Eran aproximadamente las 8 de la noche. Unas señoras se lo llevaron para un edificio cerca al SENA (a dos cuadras del lugar antes mencionado), y le dieron plata, y víveres que sacaron de sus casas (arroz, frijoles, atún, etc)… Yo me encontraba con 3 amigos y también colaboramos, sacamos víveres de nuestros apartamentos, le dimos algo de plata e incluso lo acompañamos a coger el bus!!

Nuevamente me lo volví a encontrar, el 16 de Abril del 2008, yo me encontraba en el centro de la ciudad, en la Calle 40 con carrera 18, al lado de un semáforo. Ésta vez con Merengues (también conocidos como suspiros). Mientras el tipo estaba temblando y llorando una señora se acercó a auxiliarlo, y cuando el semáforo se puso en rojo, taxistas y motociclistas, empezaron a gritarle “Ladrón” e hicieron que las personas que se conmovieron se alejaran y no le ofrecieran ningún tipo de ayuda. Esta vez el chiste le salió caro porque lo iban a linchar… entendí que ya mucha gente en Bucaramanga sabía de él.
Ese día pensando en el número de personas que había sido estafadas, me dispuse a buscar en internet información sobre el tema. Encontré un grupo -que por fortuna aún existe- llamado “A MI TAMBIEN ME HA TUMBADO EL MAN DE LOS MERENGUES! BUCARAMANGA
Poco a poco el grupo se fue nutriendo de historias sobre “el man de los merengues”, su performance y vena artística, los lugares que frecuenta, e incluso se hizo un concurso: El que pudiera sacarle una foto se ganaría $20.000. Meses después, Vanguardia Liberal publicó un artículo con algunas fotos.
Como identificarlo durante el show: De rodillas, mirando con lástima su “producto” saliendo de la nevera de icopor, trata de limpiarlo y ponerlo otra vez en su lugar. Se queja de su desgracia y llora de verdad. Cuando no logra llamar la atención, empieza a temblar y simula un ataque de nervios como de alguien a punto de entrar en Shock. Cuando la gente empieza a darle dinero, se trata de calmar… Si alguien le ofrece ayuda y le pregunta que le pasa, se le escucha decir que su papá lo va a matar, que no ha vendido nada en el día, que su familia depende de él. Si le ofrecen llevarlo a un Hospital o algún lugar para que reciba atención médica, se niega aduciendo que debe llegar a su casa, que ya está mejor.

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