DeNunCianDo - Respuesta a un cínico

Notas de Buhardilla
Respuesta a un cínico
Por: Ramiro Bejarano Guzmán

QUÉ TAL, FERNANDO LONDOÑO HOyos, alias El Héroe de Invercolsa, censurando al Externado dizque por no haberse pronunciado públicamente por la conducta indebida de un marginal profesor suyo de la facultad de Finanzas, como lo fue Ramón Ballesteros, el abogado sorprendido mientras sobornaba a un testigo de la parapolítica, quien dicho sea de paso se formó como abogado en una universidad santandereana.

Según el malqueriente oficioso de la libertaria casa de estudios, Ballesteros “se instala raudo en una cátedra en la Universidad Externado de Colombia, la que con su callar también autoriza graves sospechas”.

El silogismo imposible construido con la medida inmoral de quien como Londoño Hoyos no sólo mintió para apoderarse de unas acciones de Ecopetrol en Invercolsa, fingiendo haber sido trabajador de esta última empresa sin serlo, sino que además fue destituido por la Procuraduría por sus imborrables abusos como ministro de Estado, es el siguiente: Ballesteros es un bandido porque delinquió sobornando testigos; Ballesteros tuvo una ocasional carga académica en el Externado; luego el Externado está bajo sospecha y obligado a dar públicas explicaciones.

No hay un solo miembro de la siempre deliberante y pulcra asamblea externadista que haya aplaudido o que no le parezca censurable la conducta delictuosa de Ballesteros, como él debe saberlo. Ello no requiere de comunicados de prensa, ni de pronunciamiento alguno, porque en el corazón del Externado la ética se ejerce sin aspavientos ni estridencias.

A Londoño, tan suspicaz para hacer conjeturas sobre el proceder de los colegas que detesta por razones políticas o rencillas profesionales, sin embargo no le importó como ministro abstenerse de contratar una defensa técnica para defender a la nación en el pleito arbitral que un pariente político instauró contra el ministerio a su cargo, que fue defendido por funcionarios sin experiencia, por cuenta del cual se impuso una importante condena al erario.

Si Ballesteros fue ungido como profesor de una materia jurídica en el Externado, ello no fue un acto de complicidad con sus futuros e inesperados delitos, sino un gesto de tolerancia y pluralismo, pues habiendo podido atribuirle tal responsabilidad a uno de los muchos profesores de la facultad de Derecho, se abrió las puertas a alguien de afuera. No es la primera vez, ni será la última. En nuestro Externado se han hecho célebres las cátedras de importantes abogados javerianos (Juan Camilo Restrepo, Juan Carlos Esguerra y Mauricio Fajardo), del Rosario (Consuelo Sarria), de la Nacional (Jaime Vidal Perdomo), de la Libre (Jairo Parra Quijano), entre otros destacados juristas, para no mencionar sino a quienes aún viven, del mismo modo que los externadistas hemos sido acogidos en otros claustros, como el rector Fernando Hinestrosa, en la Nacional; López Blanco en la Javeriana; o en mi caso, en la facultad de Derecho de la Universidad de los Andes.

Se le olvidó al Héroe de Invercolsa que su universidad, la muy respetable Javeriana, no expidió comunicado alguno para explicarle al país y a su propia gente, la apropiación indebida y el negociado de Invercolsa, ejecutado por quien ahora se toma abusivamente la vocería de la decencia que jamás ha ejercido. Tampoco dijo nada la Javeriana cuando se conoció la confabulación de otro de sus egresados, el abogado Marino Zuluaga, con una superintendente para hacerse a indebidos honorarios. Menos el Colegio Mayor del Rosario se excusó por haber formado como abogados en sus históricos salones a Carlos Náder, condenado por narcotráfico por una Corte de Nueva York, o Alberto Santofimio, por haber recibido dineros sucios para su campaña política.

Nada tiene que ver el Externado en las culpas de Ballesteros, ni el Rosario en las de sus ex alumnos cuestionados, como la Javeriana también es inocente y ajena a las indelicadezas del más bocón y tramposo de sus egresados y otrora tristemente célebre catedrático.

Adenda. Ahora se confirma lo que dijimos hace años. La desmovilización de los paras fue otra farsa de ese régimen mentiroso y corrupto. Aquí lo denunciamos, pero, claro, entonces todos andaban arrodillados echándole incienso al sátrapa.

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