DeNunCianDo - Replanteamiento Conservador. Por Ernesto Yamhure.

“LA SEGURIDAD DEBE SER UNO DE LOS temas de la próxima campaña electoral. Para que los partidos y los hombres públicos se comprometan ante la sociedad colombiana. El conservatismo encuentra aquí una indudable ventaja, porque puede llegar más fácilmente a la credibilidad de la opinión. El talante de los hombres conservadores, que propician el orden y un cierto grado de severidad legal, es propicio para que, disponiendo de la dirección del Estado, puedan recuperar el vigor institucional de la represión del delito”.

No se trata de una frase pronunciada por estos días en los que registramos un resurgir criminal de los ilegales. La escribió Álvaro Gómez Hurtado hace 33 años.
Las palabras de Gómez Hurtado deben ser rescatadas durante el Congreso Ideológico Conservador, que hoy tiene lugar, con el anhelo de que los líderes de ese partido las tengan muy en cuenta antes de decidir el rumbo que habrá de tomar su colectividad.
Base fundamental sobre la que se erigió la seguridad democrática fue el Partido Conservador. Sin su apoyo, el expresidente Uribe no habría podido sacar adelante su principal proyecto político.
Hace pocos días, el jefe del directorio conservador, José Darío Salazar, planteó un debate cardinal al elevar un justificado reclamo como consecuencia de las acciones terroristas que se han venido perpetrando.
Una facción conservadora, esa misma que en el pasado defendió el diálogo a cualquier precio, que creyó que entregando la dignidad de la República se alcanzaría la paz y que por supuesto odia a la seguridad democrática, se volcó sobre el senador Salazar. Lo señalaron e intentaron silenciarlo con el látigo de la descalificación personal.
Los ladridos desesperados no lograrán acallar el debate. El Partido Conservador no puede convertirse en un espectador pasivo frente a los desafíos del terrorismo. Su permanencia en la unidad nacional debe concentrarse en la fiscalización de una aplicación plena de la seguridad democrática.
Ser una opción que satisfaga las demandas sociales de hogaño es el gran reto conservador. Colombia es un país donde las mayorías viven con apego a los principios del conservadurismo, razón por la que es necesario que el partido acoja una plataforma ideológica que atraiga a los ciudadanos.
Las diferencias entre conservadores uribistas y pastranistas parecen insalvables. Los primeros defienden con ahínco los pilares del anterior gobierno, mientras que los segundos continúan justificando las bondades que según ellos dejó el Caguán. Dos posiciones diametralmente opuestas que parecen condenar a los azules a una insalvable división en sus filas.
Corresponde explorar todas las alternativas para evitar el cataclismo en ese partido. Independientemente de las posiciones ideológicas de los dirigentes, es fundamental que antes de tomar cualquier decisión, se tenga en cuenta que la base conservadora es eminentemente uribista. Durante el gobierno anterior, los seguidores de la colectividad de Caro y Ospina vieron cómo Álvaro Uribe gobernó con apego a su ideología, reavivando el fervor de una militancia abrumada por el nefasto legado que arrojaron los años del despeje.
Que los egos, las vanidades y, por supuesto, el insaciable apetito burocrático de unos pocos, no den al traste con la oportunidad histórica para que el Conservador se convierta en el más grande partido político de nuestro país. Esperamos que la grandeza logre eclipsar las mezquindades de una minoría que resiste las ideas de personas de la talla de Fernando Londoño Hoyos, Andrés Felipe Arias, Luis Alfredo Ramos y Marta Lucía Ramírez.

Fuente: http://www.elespectador.com/impreso/...to-conservador

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En general es chistosísima, pero se lleva la medalla lo del apetito burocrático. Más chistes el otro jueves :laughing9: