Desde el Ubérrimo el gobierno suplica por TLC

Por: RECALCA*

A raíz de la visita de una delegación de parlamentarios estadounidenses al Ubérrimo, el gobierno comenzó el año con una nueva especulación acerca de las posibilidades de que el TLC sea ratificado en el Congreso norteamericano. El grupo está encabezado por Eliot Engel, quien votó en contra del Cafta, del TLC con Chile y de Singapur y aunque voto a favor del TLC con Perú, es uno de los defensores de propuestas en EEUU para apoyar a los trabajadores que pierden su trabajo por culpa del libre comercio. Por su parte, las parlamentarias Lynn Woolsey y Shelley Berkeley votaron negativamente el tratado con Perú, mientras el congresista de Puerto Rico critica el hecho de que Estados Unidos está exportando empleos con estos TLC. Solamente Marsha Blacburn, caracterizada republicana, defiende incondicionalmente los tratados. Vienen acompañados de Christopher McMullen, quien fue el funcionario que mandó Obama a tratar de apaciguar a los países de Unasur a raíz del asunto de las bases militares.

Como es sabido, la principal preocupación de los demócratas en estos momentos es la pérdida de empleos en su país, y a finales de año se renovará enteramente la Cámara de Representantes. En estas condiciones, y ante la avalancha de editoriales en la prensa de EEUU pidiéndole a Uribe que no aspire a un nuevo periodo, es improbable que las nuevas suplicas del gobierno tengan algún eco en el congreso norteamericano y los anuncios del gobierno sobre una nueva oportunidad para el TLC no parecen más que un nuevo elemento de distracción a la opinión pública.

De lo que sí deberían tomar nota los congresistas es del deterioro de la democracia en Colombia, la impunidad en los crímenes -no solamente contra los sindicalistas sino contra todos los colombianos víctimas de la acción del Estado- como se evidencia en la libertad que se decretó a los acusados por el asesinato de jóvenes inocentes conocido como “falsos positivos”. También deberán tomar nota de cómo Colombia se ha aislado en el continente y la figura de Uribe ni siquiera le sirve a Estados para influir en la región.

El peligro para el país es que el gobierno haga nuevas concesiones y dadivas al gobierno de Estados Unidos, como puede ser el anunció que hizo la embajadora Barco sobre la posible renovación de la actividad de los Cuerpos de Paz en el país. Alertamos que junto al control militar, el aumento del personal civil y la anexión económica, el gobierno de Uribe sigue renunciando defender la soberanía nacional.

* RECALCA congrega a 53 de las organizaciones sociales y sindicales más importantes del país, para coordinar las estrategias de educación, divulgación y movilización frente a los Tratados de Libre Comercio y el modelo económico que impulsa el gobierno nacional.