Estos son alimentos que pagarán los impuestos saludables que comenzará a regir en Colombia

¿Alguien habló de prohibir? Todas las personas que habitan este país tienen la libertad de escoger si se toman una gaseosa o se comen una fruta, si quieren masticar chicharrón o comer verduras. Es problema de cada cual. Lo que velan las autoridades es ponerle énfasis a la salud preventiva, tratando de desmotivar el consumo de lo dañino a través de los precios.

En la discusión y aprobación de la Ley 2277 de 2022, que impone un impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, participaron todas las fuerzas políticas, tanto de derecha, como de centro y de izquierda.

Todos estuvieron de acuerdo en la bondad de esta ley y le pusieron énfasis a la transición, aplazando su vigencia durante un año y poco a poco, en los próximos años, irán aumentando los impuestos. Sin el concurso de los partidos tradicionales no se hubiera podido aprobar.

Aparte de lo ofensivo, no entiendo su comentario. No es un impuesto "disfrazado", es un impuesto directo. Tampoco es algo que se le haya ocurrido al Congreso colombiano. Siguió el ejemplo de muchos países en donde se gravan este tipo de "alimentos" perjudiciales para la salud.

¿Bajarle el precio a la carne, por ejemplo? No estamos en un gobierno comunista con control de precios. Y si se hiciera de esta manera, caeríamos en uno de los errores económicos que, por ejemplo, tienen postrada a Venezuela. Es distorsionar el mercado, reemplazando la oferta y la demanda por dictadura económica gubernamental.

Ahora bien, es tan grave el problema que le causan a la economía los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas que, según informe de UNICEF, la carga económica por sobrepeso y obesidad y las enfermedades asociadas en niñas, niños, adolescentes y gestantes en Colombia asciende en promedio a 2,4 billones de pesos al año y consta de tres componentes básicos: costos médicos directos, costos indirectos y gastos de bolsillo.

Y respecto a la economía hogareña, le voy a poner un ejemplo: un kilo de guayaba cuesta $3.600, mientras que una botella de gaseosa Postobón dos litros cuesta los mismos $3.600 (con exceso de azúcar, sabor y color artificiales, conservantes y preservantes perjudiciales para la salud y cero nutrición). ¿Qué debería consumirse?

Aparte de los impuestos directos, igual hay que hacer una agresiva campaña sobre el perjuicio que le causa a la salud esta plaga. Ya se avanzó con el etiquetado y debería seguirse un simple consejo médico para la dieta diaria: consumir alimentos frescos y seguir una dieta balanceada.

Estas son palabras adicionales para aumentar la "estupidez" de mi primer comentario.

¿Alguien habló de prohibir? Todas las personas que habitan este país tienen la libertad de escoger si se toman una gaseosa o se comen una fruta, si quieren masticar chicharrón o comer verduras. Es problema de cada cual. Lo que velan las autoridades es ponerle énfasis a la salud preventiva, tratando de desmotivar el consumo de lo dañino a través de los precios.

En la discusión y aprobación de la Ley 2277 de 2022, que impone un impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, participaron todas las fuerzas políticas, tanto de derecha, como de centro y de izquierda.

Todos estuvieron de acuerdo en la bondad de esta ley y le pusieron énfasis a la transición, aplazando su vigencia durante un año y poco a poco, en los próximos años, irán aumentando los impuestos. Sin el concurso de los partidos tradicionales no se hubiera podido aprobar.