Lo peor del cuento es que este imbécil, salido de las profundas cavernas del siglo XVIII, tiene posibilidades de ganar las primarias. Si Bolsonaro, un idiota como Trump que es el mayor de todos, cada uno apostándole a quien tiene menos neuronas, pudo ganar, este Milei puede imponerse en las urnas.

Que gane al final está por verse, pero... estamos en la época de los débiles mentales y su recua de zombies atragantándose de poder. Un golpe al ego de los argentinos dar este salto al vacío. En poco tiempo lo sabremos. Si Venezuela fue capaz de empobrecerse, ¿por qué no Argentina?

Es decir, rompo la vajilla y me pongo a comer con las manos, simplemente porque los que la tienen no la saben usar. Por fortuna, el loquito no va a ganar, como no lo hizo el ingeniero en estos lares. Su ideología es insultar, despotricar, arrasar.

Esto pasa cuando los que han estado en el poder no han hecho otra cosa que robar. Los ciudadanos, desesperados, escogen al primer flautista que aparece. Castillo en Perú, Maduro en Venezuela, Morales en Bolivia, Bolsonaro en Brasil... la era de la imbecilidad causada por la codicia de los de siempre.