Mincultura de Petro propone más impuestos para los planes de celular

La crítica es para otro escenario, quizás para Cuba, Venezuela o Nicaragua. En Colombia estamos por inaugurar un gobierno liberal que reemplaza al conservador que lleva muchos años dirigiendo el país. Esperemos que el liberalismo tenga las respuestas para el desarrollo que el conservatismo no pudo dar.

Cuando hay situaciones como ésta recuerdo a Sun Tzu y su "Arte de la guerra": aliarse con el enemigo secundario para derrotar el principal.

En China, en la Segunda Guerra Mundial, el principal enemigo eran los japoneses y Mao se unió con Chiang Kai-shek para derrotarlos. Luego de expulsarlos de Manchuria se enfrentó a sus antiguos aliados, los nacionalistas, los derrotó y subió al poder.

Petro ha demostrado mucha habilidad. El enemigo a derrotar era el uribismo y lo redujo a su mínima expresión aliándose con pastores, clanes corruptos y politiqueros de segundo orden. La segunda tarea que tiene es sacar adelante su agenda legislativa y necesita los votos de los liberales para conseguirlo.

Esperemos a ver qué pasará en un par de años cuando lleguen las elecciones regionales. Si consigue también transformarse en la primera fuerza en alcaldías y gobernaciones, le queda la cuarta fase, ser mayoría en el congreso con las fuerzas propias en 2026. Si triunfa, habrá completado el círculo y verdaderamente tendrá el poder. Veremos si le alcanza.

Y por lo que se ve tiene todas las de ganar. No es santo de mi devoción, pero eso no quiere decir que no admire su inteligencia y su astucia. Si consigue sacar adelante sus proyectos cambiará el país. Que sea bueno o malo el resultado final, está por verse.

Un lugar común. La situación no es tan simple. Hubo variedad de factores tanto internos como externos. La pandemia fue uno de ellos que disparó el desempleo. La represión violenta de las protestas, la corrupción, la apuesta de Petro a las movilizaciones masivas, el voto de los jóvenes, las redes sociales, el propio Petro que consiguió canalizar el descontento, las alianzas, el fracaso del centro, el ocaso de Uribe, el proceso de paz con las Farc, en fin, todo se encadenó en una tormenta perfecta que derrumbó el uribismo. Lo de Duque apenas fue el epílogo.