Lo están haciendo, Indi. Desde hace semanas, los comandantes de las Farc, en audiencias que horrorizan por sus detalles escabrosos, han ido reconociendo sus crímenes frente a los familiares de sus víctimas.

Gracias a la JEP, la verdad, reclamo de los afectados, ha salido a relucir. Esta es la fase final de esta justicia transicional. A través suyo se busca pasar la página de una de las épocas más violentas que hayamos vivido como nación y emprender la construcción de un nuevo país donde la bestialidad de la guerra quede atrás.

Por supuesto. Esta fase es la más demorada y completarla durará mucho tiempo, décadas quizás, para que dejemos atrás el horror de esta guerra que no tiene ninguna justificación, pero hacer la paz y llevar a los actores armados a los tribunales, así como admitir sus responsabilidades y conocer, así sea parcialmente, la verdad de lo sucedido es un gigantesco avance. Confiemos en que la reparación y la no repetición se den, si no de inmediato, sí en forma paulatina. Conseguirlo todo es una utopía, pero obtener estas confesiones de parte y parte son pasos importantes.