“Fico" no es Duque pero representa lo mismo que él

El mismo burro con distintas orejas.

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“Fico" no es Duque pero representa lo mismo que él Abril 05, 2022 Jerson Ortiz A Federico Gutiérrez sus principales rivales en la carrera presidencial, Gustavo Petro y Sergio Fajardo, lo están marcando como el candidato del expresidente Álvaro Uribe Vélez y la continuidad del gobierno de Iván Duque. Un Duque II. “Fico es el de Uribe, es la nueva reelección de Duque, otra vez el mismo cuento con diferente imagen”, dice Fajardo. “Su discurso es el mismo que decía Duque hace cuatro años, y terminó representando el proyecto autoritario de Uribe”, comenta Petro. Gutiérrez no niega esos apoyos, pero dice que su campaña es independiente y que por eso se avaló por firmas. “Fico es Fico. Yo no me voy a dejar meter en la discusión de hablar mal de los expresidentes o del presidente actual”, le respondió a La Silla. La realidad es que Gutiérrez tiene más diferencias que similitudes con Iván Duque, pero en esta campaña está acompañado por la misma coalición que eligió a Duque y representa su continuidad. Los caminos paralelos de "Fico" y Duque Federico Gutiérrez e Iván Duque tienen varias cosas en común. La primera, que siendo contemporáneos entraron a la política casi al tiempo con una apuesta de cambio y en el camino se toparon con Uribe. La entrada de ambos en la política se dio por culpa de Ernesto Samper (1994-199. Indignados por los escándalos de corrupción que estallaron en ese gobierno, que convergieron en el proceso 8.000, tanto "Fico" como Duque decidieron movilizarse políticamente contra Samper. Estaban en la universidad, el primero estudiando ingeniería y el segundo economía. Ambos sin destacarse como buenos estudiantes, pero tratando de seguir los pasos profesionales de sus reconocidos padres Hernán Gutiérrez e Iván Duque Escobar. Mientras "Fico" lo hizo en Medellín con un grupo político de jóvenes que se llamó Universitarios Haciendo Nación (UHN), Duque entró a la Fundación Buen Gobierno de Juan Manuel Santos. Aterrizaron en ese mundo sin anticipar que años después terminarían en la política nacional tranzando acuerdos y alianzas políticas con partidos y movimientos salpicados con escándalos como los que protagonizó Samper. Eso sí, por caminos muy distintos. Con UHN, Gutiérrez arrancó una carrera desde abajo. Repartiendo volantes en la calle y en los buses, salió elegido concejal de Medellín dos veces (2004-2007 y 2008-2011) impulsando campañas alternativas a la Alcaldía como las de Sergio Fajardo y Alonso Salazar. En 2010 votó por Juan Manuel Santos a la Presidencia. Iván Duque, por su parte, trabajó un año en la Fundación Buen Gobierno, y luego se fue a trabajar al Partido Liberal como asesor de asuntos programáticos del senador Luis Guillermo Vélez. Cuando Santos fue nombrado ministro de Hacienda en el gobierno de Andrés Pastrana, se llevó a Duque con él y luego de un tiempo lo mandó al Banco Interamericano de Desarrollo, BID, a Estados Unidos con la tarea de que se preparara y volviera para trabajar en su gobierno. Allí se quedó 12 años como mano derecha de Luigi Echeverri. En 2011, y después de destacarse en el Concejo haciéndole oposición a Fajardo, de quién se distanció después de hacer campaña con él, Gutiérrez dio el salto a su primera aspiración a la Alcaldía, por firmas, pero con el respaldo de Álvaro Uribe. Y perdió. Casi por la misma época, Iván Duque le ayudaba a Uribe en una investigación de las Naciones Unidas sobre el incidente de la flotilla de Gaza en cuyo panel el ex presidente era uno de sus miembros. Tres años más tarde los caminos de Gutiérrez y Duque se cruzaron por cuenta de Uribe. Ante la ruptura con Santos, el expresidente fue por toda en las elecciones de 2014: montó de candidato presidencial a Óscar Iván Zuluaga, y encabezó una lista cerrada al Senado. "Fico" hizo campaña por esas apuestas en Antioquia atacando a Juan Manuel Santos y al proceso de paz con las Farc, y Duque llegó al Senado sobre los hombros de Uribe. Tomaron distancia en 2015 cuando Gutiérrez se lanzó de nuevo a la Alcaldía, y se enfrentó y le ganó por 10 mil votos a Juan Carlos Vélez Uribe, el candidato del Centro Democrático, del expresidente Uribe y del senador Duque. Desde 2016, cuando Duque empezó a proyectar su campaña presidencial, volvieron a juntarse. El entonces senador destacó las posturas del entonces alcalde de Medellín “exigiendo la legalidad y denunciando los abusos de las FARC a Colombia”. En la Alcaldía de Medellín, Gutiérrez gobernó con poca oposición. De hecho, dejó de atacar al entonces presidente Juan Manuel Santos -al que ahora está invitando a tomarse un café-. “Gobernó con todos y con nadie. Dio garantías”, dice el senador antioqueño Juan Diego Gómez, quien tenía dos concejales aliados en la administración de Gutiérrez. Mientras que como senador, Duque se fue lanza en ristre contra su exjefe Juan Manuel Santos. Con eso se catapultó a la Presidencia en 2018. Esa trayectoria política de base de Gutiérrez, que ha acumulado un capital político propio que no depende de Uribe, sus nuevos aliados a la Presidencia se la reconocen como un sello propio que lo diferencia de Duque, que llegó a la Casa de Nariño con el único poder de ser “el que dijo Uribe”. Otras cosas los distinguen. Para comenzar, a diferencia de Duque, "Fico" ha sido elegido popularmente dos veces, una de ellas como alcalde de la segunda ciudad más grande del país. Y eso le ha permitido tener la última palabra en asuntos muy difíciles, mientras que el actual Presidente la primera vez que tuvo que tomar una decisión de envergadura fue en la Casa de Nariño. Como alcalde, Gutiérrez tuvo bajo su cargo centenares de empleados. Duque, en el BID o en su UTL de senador no más de 10. “Ser alcalde de la segunda ciudad del país le da unas chatarreras inmensas. Tiene esa experiencia de contacto regional, conoce la realidad no porque se la cuenten sino porque se la ha patoneado”, dice el barón conservador Efraín Cepeda. "Fico" viene de Antioquia, de vivir toda su vida en Colombia, mientras que Duque duró buena parte de su carrera profesional en Estados Unidos. Venir de fuera de Bogotá marca otro contraste porque Gutiérrez le quiere dar protagonismo a las regiones como lo demostró con la designación de su fórmula vicepresidencial, Rodrigo Lara, quien viene de ser alcalde de Neiva. Algo clave para los congresistas, especialmente los de la Cámara. “Lo que viene es un país al que hay que pararle bolas a las regiones, que Duque no le puso cuidado a eso, ese sí es un enfoque de "Fico", lo demuestran él y su fórmula. El hecho de que sean de las regiones, hechos a pulso, ambos de clase media, manda un mensaje poderoso”, comenta el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry. quien hace parte de la coalición Equipo por Colombia. Aunque la contracara de esa experiencia regional es que Gutiérrez no ha vivido por fuera más que unos pocos meses, no habla inglés y tampoco tiene un verdadero conocimiento del panorama internacional en un momento en que los desafíos más complejos para Colombia se originan en otras partes del mundo. Duque, en cambio, tiene una mirada más internacional. El talante Tanto Duque como Gutiérrez son conservadores en lo moral. Pero tienen un talante diferente, siendo "Fico" mucho más carismático y con una conexión emocional con la gente de la que carece Duque. El actual presidente es más vanidoso, más convencional en sus formas, menos hábil políticamente. Gutiérrez ha demostrado más carácter. “Que haya pensado en mí es una muestra de ese carácter. Lo fácil para él hubiera sido poner a alguien más cercano a la Coalición o a algún partido, pero pensó en alguien de la región como yo”, dice su fórmula Rodrigo Lara Sánchez. La forma de gerenciar, que es más directa que delegada, es otra diferencia. “En la manera de pensar en seguridad son parecidos pero tienen sus matices. "Fico" va más allá porque se involucra más con la Fuerza Pública, se mete en las comunas con la Policía. Duque es más de Puesto de Mando Unificado, de reunión con la Cúpula Militar”, dice el senador Ernesto Macías. Lo que representan Pero más allá de las diferentes trayectorias y talantes, en esta campaña "Fico" representa los mismos sectores e intereses que abanderó Duque, y en gran medida las mismas recetas para un diagnóstico que comparten sobre lo que ocurre en el país. El exalcalde de Medellín tiene el apoyo del expresidente Uribe y de los partidos que acompañaron en campaña a Duque y luego armaron su bancada de gobierno: el Centro Democrático, La U, una parte de Cambio Radical encabezado por el cuestionado clan Char, sectores cristianos, y el partido Conservador. Es decir, a todos los partidos del Establecimiento que, aunque mermados por el triunfo de Petro en las legislativas, siguen teniendo las mayorías en el Senado, y mantienen la disciplina de la Coalición. El analista Álvaro Forero cree que aún con la misma Coalición, Gutiérrez enfrenta una campaña más difícil que la de Duque hace cuatro años. “Esa hegemonía le alcanzó a Iván Duque pero no a Federico Gutiérrez, que es fruto de una estrategia de camuflaje de Uribe ante la nueva realidad que desfondó su influencia por el fin de las Farc y la decepción de quienes le creyeron que Duque era el presidente adecuado para atajar a Petro”, señaló en su columna en El Espectador. Lo poco que se conoce de su programa de gobierno —porque el documento final aún no está elaborado— apunta a darle continuidad a varias políticas del gobierno Duque, al que Gutiérrez califica como bueno. Por ejemplo, estímulos tributarios sectoriales al turismo, la construcción y el agro; una reforma superficial a la Policía; la luz verde al fracking. A todo eso se suma que en los debates “Fico” ha ratificado posturas similares a las de Duque como el sí a la fumigación aérea con glifosato, y el no a temas como la despenalización del aborto, la adopción entre parejas del mismo sexo o al paro. Empresarios grandes que financiaron la campaña de Duque de manera directa o través de donaciones al Centro Democrático también han metido plata en la de Gutiérrez. Por ejemplo, el empresario Alejandro Santo Domingo en 2018 le aportó 80 millones de pesos a Duque y ahora le donó 200 millones de pesos a Gutiérrez para la campaña en la consulta. La empresa Manuelita S.A aportó 200 millones de pesos al Centro Democrático en 2018, y a Gutiérrez le ha dado 100 millones de pesos. Mientras que la cervecera Bavaria en 2018 le aportó 900 millones de pesos al Centro Democrático, y a la campaña de Gutiérrez le donó unos 285 millones de pesos. Y, ahora en campaña, Duque ha hecho eco de posturas de Gutiérrez contra propuestas de Petro. Lo hizo recientemente sobre la propuesta de condonar las deudas del Icetex o de meter mano a los fondos privados de pensión. Ideológicamente representan lo mismo y a los mismos, aunque la manera de gobernar y hacer política de "Fico" es diferente a la de Duque. Al menos así lo sienten los sectores políticos que han ido llegando a su campaña, y que no solo lo consideran un mejor candidato de lo que fue Duque, sino alguien con más carácter, más experimentado y con quien pueden hablar de acuerdos burocráticos sin sonrojarse. “Mientras Duque perdió año y medio de gobierno porque no se sentó a hablar ni pactar con los partidos, "Fico" ya está en esas”, lo resumió un representante a la Cámara conservador en el acto donde los azules oficializaron el aterrizaje en la campaña. “Duque gobernó con su burbuja, con su círculo cerrado. Y vea cómo le fue. "Fico", que sí ha tenido que buscar votos casa a casa, comer sancochos aguados en reuniones políticas, entiende que esto es con los partidos”, dice un senador que lo conoce. “Ya lo dijo, que él no le ve problema en dar ministerios o espacios en el Gobierno porque lo quiere hacer sobre la mesa. Eso sí, dejó claro que cada partido debe responder por esos ministerios y el que sirva siga y el que no, no”, comenta un directivo del partido Conservador. “A la clase política no le va a ir mal con "Fico", tampoco peor que con Duque”, añade.

Fuente: La Silla Vacía