Gracias, "nosotros".

¿Has observado algo? Ya no hablan de la Farc ni de la delirante victoria de un pobre sujeto que no lo quieren ni en su casa. Recuerdo cómo se inventaron que tenían un jurgo de armas escondidas y una suma de dinero descomunal para ganar las elecciones a como diera lugar.

Como la mentira era tan estúpida, ahora dicen que Timo si va a llegar, pero en cuerpo ajeno a través de Petro, un populista que con su discurso plagado de telarañas y con sabor a naftalina atiza el odio de clase para ganar adeptos, al tiempo que crece su imagen negativa.

Lo peor que le puede pasar a la izquierda es que este fósil de comienzos del siglo pasado consiga pasar a la segunda vuelta. Una gran parte del país se uniría en su contra y terminaría su contrincante ganando por goleada.

¡Claro que de pronto gana las elecciones en primera vuelta! ¡Nunca se sabe dónde salta la liebre!

¡Huy, qué susto! Vargas Lleras, María Isabel y Uribe están con la tembladera alborotada, mientras "nosotros" come langostinos al ajillo.

¿Has observado algo? Ya no hablan de la Farc ni de la delirante victoria de un pobre sujeto que no lo quieren ni en su casa. Recuerdo cómo se inventaron que tenían un jurgo de armas escondidas y una suma de dinero descomunal para ganar las elecciones a como diera lugar.

Como la mentira era tan estúpida, ahora dicen que Timo si va a llegar, pero en cuerpo ajeno a través de Petro, un populista que con su discurso plagado de telarañas y con sabor a naftalina atiza el odio de clase para ganar adeptos, al tiempo que crece su imagen negativa.

Lo peor que le puede pasar a la izquierda es que este fósil de comienzos del siglo pasado consiga pasar a la segunda vuelta. Una gran parte del país se uniría en su contra y terminaría su contrincante ganando por goleada.

¡Claro que de pronto gana las elecciones en primera vuelta! ¡Nunca se sabe dónde salta la liebre!

¡Huy, qué susto! Vargas Lleras, María Isabel y Uribe están con la tembladera alborotada, mientras "nosotros" come langostinos al ajillo.

Si no están asustados, si están convencidos que ganan las elecciones, ¿por qué asustan al pueblo colombiano con el cuento del castrochavismo?

¿Entonces todo ese cuento del coco comunista es solo un invento de los siniestros para que, muertos de la risa, miren a los ingenuos colombianos comerse las uñas por un peligro que no existe?

Razón tienen los que dicen que el terror que siembran los siniestros en los votantes no es sino una payasada para ganar cómodamente las elecciones.

Más rápido cae un mentiroso que un cojo.