DeNunCianDo - ¿Dónde está la pretendida neutralidad de la Cruz Roja Internacional?

¿Dónde está la pretendida neutralidad de la Cruz Roja Internacional?

El mismo hombre que creer saber que el actual jefe de Estado de Colombia se apellida Sánchez, alega que todo eso se debe a que el ex presidente Álvaro Uribe es un hombre “absolutamente contrario al proceso de paz” y que su única agenda es “volver al poder”

Por Eduardo Mackenzie
4 de noviembre de 2016

El hombre se llama Yves Daccord. Es el actual director general de la Cruz Roja Internacional CICR). El está furioso con Colombia y, sobre todo, con el ex presidente Álvaro Uribe, a quien acaba de insultar en total impunidad ante los micrófonos de una importante radio suiza. La pretendida “neutralidad política” de la Cruz Roja Internacional con la que embroman a los colombianos cada vez que los helicópteros y camionetas de esa entidad suiza trasladan guerrilleros y víctimas de éstos sobre el territorio nacional, salta por los aires al oír lo que dice Yves Daccord.

Como Yves Daccord cree saber todo sobre Colombia él se presta fácilmente al juego de preguntas-respuestas sobre esa compleja temática ante la prensa ginebrina. Ayer ese caballero fue hasta la sede de RTSR (Radio Televisión Suiza Romanda) con el propósito de vituperar con saña a Colombia por haberse atrevido a pedirle explicaciones a Suiza, país que se dice diplomáticamente neutro, por su descarada injerencia política en Colombia y por favorecer ciertas causas de muy dudoso pedigrí.

El problema es que el señor Yves Daccord fue hasta ese plató sin saber siquiera cómo se llama el actual presidente de Colombia. Preguntado por un periodista, el director general del CICR gesticuló que el ex presidente Álvaro Uribe “está obsesionado por denunciar el trabajo que hace su sucesor, el presidente Sánchez”. Así como lo oye: “el presidente Sánchez” (1).

La inquina del director general de la Cruz Roja Internacional se origina en el hecho de que el expresidente y dirigente del partido Centro Democrático envió hace unos días una carta a los miembros del Comité Nacional de Asuntos Exteriores de Suiza, publicada enseguida por el diario Tages-Anzeiger (2), donde acusa a Suiza de haber apoyado financieramente las organizaciones colombianas favorables al acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En su carta, el senador Uribe habla de la “acción antidemocrática” de Berna y acusa a Suiza de no tener en cuenta la voluntad popular de los colombianos, expresada en el plebiscito del 2 de octubre pasado, al no rechazar el registro de ese acuerdo en Berna. Como millones de colombianos, Álvaro Uribe critica allí el contenido del acuerdo “de paz” Santos-Farc, y explica que, entre otras cosas, ese acuerdo fue rechazado por los colombianos en una elección libre pues las sanciones contra los criminales de guerra de las FARC previstas en el documento concebido en La Habana son “meramente simbólicas”. Tal acuerdo pretende, además, instaurar un « tribunal especial » que no prevé aplicar el derecho colombiano y estaría dirigido por jueces extranjeros.

Yves Daccord
Yves Daccord

El secretario de Estado suizo Yves Rossier, después de la firma del acuerdo en Cartagena, el 27 de septiembre de 2016, viajó a Berna con un ejemplar del acuerdo y lo depositó en los archivos nacionales de Suiza. Tras el rechazo de tal plan en el plebiscito del 2 de octubre de 2016, Rossier ha debido sacar de tales archivos ese documento. No lo ha hecho hasta hoy. ¿Qué neutralidad es esa?

Las objeciones del expresidente Uribe y de cuarenta otras personalidades colombianas, pusieron al señor Yves Daccord al borde de una crisis de nervios. El mismo hombre que creer saber que el actual jefe de Estado de Colombia se apellida Sánchez, alega que todo eso se debe a que el ex presidente Álvaro Uribe es un hombre “absolutamente contrario al proceso de paz” y que su única agenda es “volver al poder”.

El periodista que lo interrogó parece que tampoco sabía mucho de lo que alegaba el responsable del CICR pues dejó pasar lo del “presidente Sánchez”, lo de la reelección por tercera vez del ex

En El Diamante, Caguán, las FARC también hicieron proselitismo armado, con la ayuda de la Cruz Roja
En El Diamante, Caguán, las FARC también hicieron proselitismo armado, con la ayuda de la Cruz Roja

presidente Uribe y no objetó, sobre todo, la mentira de que Uribe está “absolutamente” contra el “proceso de paz”. Los dialogantes parecían ignorar que una cosa es rechazar el mamotreto de 297 páginas fabricado en La Habana, que fue calificado por escritor español Cesar Vidal Manzanares como “una de las mayores inmundicias políticas que se han perpetrado en los últimos tiempos”, y otra es estar “contra el proceso de paz”.

Tal diferenciación era impensable para el autor de la frase sobre “el presidente Sánchez”, quien cree que los colombianos, si están por la paz, deben tragarse las exigencias de Timochenko. Para Yves Daccord nada cuenta el hecho de que Uribe, el CD y los partidarios del No, hayan estado exigiendo, desde el primer día, tras el rechazo plebiscitario del plan “de paz” Santos-Farc, que haya una revisión a fondo de tales acuerdos mediante la continuación de las “negociaciones de paz”, es decir mediante nuevas conversaciones tripartidas (entre Santos, las Farc y los promotores del No).

Después del debate en la Comisión de Política Exterior del Consejo Nacional suizo, y de los pronunciamientos de Didier Burkhalter, presidente de dicha comisión, y del diputado Maximilian Reimann, quien explicó que el acuerdo no es más que “un pedazo de papel” y que el hecho de haber sido depositado en los archivos nacionales de Suiza no lo valida ni le impone obligación alguna a Colombia, ahora viene el agrio insulto del director de la CICR contra un ex presidente de Colombia. Lo que es muy curioso. ¿La Cruz Roja Internacional es una agencia del gobierno suizo? ¿No dicen que es un organismo independiente? ¿Por qué la Cruz Roja Internacional se cree con derecho a intervenir en esta querella entre Suiza y Colombia? Si la CICR es un organismo independiente que lo demuestre con hechos, pues la postura que asume Yves Daccord dice otra cosa.