El fortín de Mestalla cae ante un Zenit agresivo, llevado de la mano de Hulk.

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LA ACTUACIÓN DE HULK FUE DECISIVA CON DOS GOLES Jarro de agua fría en Mestalla Doloroso debut del Valencia en Champions. El conjunto che se vio superado por una gran primera parte del Zenit, que se fue al descanso con la ventaja de dos goles anotados por Hulk. Tras la pausa, el Valencia llegó a empatar gracias a los goles de Cancelo y André Gomes, pero Witsel dio la ventaja definitiva al Zenit. Volvía la Champions a Mestalla, pero no lo hizo como se esperaba. El Zenit no dio opciones a los locales de festejar su vuelta a la máxima competición. En la primera parte, lo más peligroso para los valencianistas ocurrió en el primer ataque cuando, a los dos minutos de juego, Cancelo se sumó al ataque sin oposición de los rusos y sin pensárselo, se sacó un disparo seco que golpeó en la madera. El Zenit solo se vio inquietado en ese momento. El tímido inicio valencianista dejó sitio al dominio de los pupilos de Villas-Boas y sin previo aviso, éstos ya iban por delante en el marcador. Danny, muy liberado en todo el partido, condujo una contra hasta el borde del área, cedió a Hulk y el brasileño remató la jugada con un disparto cruzado. El Valencia intentó reaccionar a base de saques de esquina y de colgar balones, pero esta fórmula no inquietó al Zenit. El conjunto ruso, muy bien plantado en el campo, supo esperar su momento para asestar un nuevo golpe a los valencianistas. Al filo del descanso, un balón sin aparente peligro sobre Dyzuba se convierte en una cesión del delantero para la llegada de Hulk, que sin pensárselo, saca un durísimo golpeo ante el que no puede hacer nada Jaume. Máxima eficacia de los rusos. Dos llegadas, dos goles. El Valencia ofreció otra imagen tras el paso por los vestuarios. La entrada de Alcácer y, sobre todo, de André Gomes, hizo reaccionar a los locales, que se volcaron sobre la portería de Lodygin. Primero Cancelo, con un centro envenenado desde la derecha, y André Gomés después, con una gran jugada dentro del área, llevaron el delirio a la poco poblada grada valencianista. El Valencia había hecho lo más complicado. El empate era más que merecido. Mazazo de Witsel Sin embargo, Witsel volvió a sumir de oscuridad Mestalla al hacer el tercer y definitivo tanto del partido. Casi sin tiempo para digerir la igualada, el Valencia volvió a caer en la pasividad defensiva de la primera parte, esta vez aprovechada por Witsel para plantarse en la frontal y sacarse un derechazo cruzado. El Valencia, tocado y hundido. La próxima parada de los valencianistas será Lyon con la obligación de puntuar si no quieren complicarse, a las primeras de cambio, su andadura en Liga de Campeones. Nuno tendrá que corregir la pobre imagen ofrecida por los suyos en el primer acto y potenciar el buen trabajo realizado en la segunda parte.

Fuente: Marca