Bronzetti: "Benítez será al 99% el entrenador del Real Madrid"

¿"Ganar algo?" Es el club más rico del planeta y le saca jugo a todo, patrocinios, publicidad, taquilla, derechos de televisión, camisetas, por lo que las embarradas con algunos fichajes las compensa con creces con lo demás al tener estrellas que venden mucho en publicidad, 50% de cuyos ingresos van al club. James es un buen ejemplo. Antes de ser comprado por el Mónaco, el Porto se lo ofreció al Madrid por 40 millones de euros y prefirió fichar a Illaramendi. Un año después lo compró por el doble, pero con la publicidad y las camisetas hace mucho amortizó el pago. Florentino será escaso de entendederas para el fútbol, pero es un mago de los negocios y todo lo que toca lo convierte en oro.

En 2004, el científico Rodolfo Llinás, con la Filarmónica de Bogotá, realizó lo que se denominó Con - cierto Cerebro para ilustrar la función del tálamo cerebral que es como un director de orquesta e hizo dos experimentos interesantes. El primero, le taponó los oídos al director de la Filarmónica y por supuesto, al tomar la batuta, esta suma de talentos desafinó. Rota la comunicación auditiva, la armonía se rompió. El segundo, fue el reto de dirigir el propio Llinás la orquesta. Un completo desastre.

El Madrid tiene una nómina notable. Solistas estupendos que ya quisiera tener cualquier equipo del mundo, pero desafinan porque no juegan juntos, no se complementan, apostándole al chispazo, a sociedades ocasionales, al talento individual, moviéndose en espacios ajenos a sus habilidades. ¿Culpa de quién? Por supuesto de Benítez que no sabe qué hacer, a pesar del montón de números que anota en su libreta, tan caóticos como él mismo, pretendiendo convertir en autómatas a brillantes jugadores.

Literalmente, por lo menos hasta hoy, se tiró al Madrid que cambió su sinfonía por chirridos desesperantes. Se pone de ejemplo a Luis Enrique y su fatal primera temporada para darle una dosis de confianza hacia el futuro. El problema es que Benítez viene de fracaso en fracaso y hay que ver cómo dejó al Nápoles y como, en el curso de pocos meses ya tiene otra cara en manos ajenas.

Cuando alguien no sabe hacer las cosas simplemente porque carece de talento no hay nada que hacer por mucho que estudie y viva día y noche inventándose jugadas y esquemas que sólo él entiende. ¿Una comparación? Es el Springer del fútbol, capaz de enredar una pestaña. Y el Madrid no da segundas oportunidades. Es una empresa exigente. Quien no rinde a nivel superlativo, se va. Y Benítez no es la excepción, aparte de que, a su mediocridad le puso el moño, la humillación.

Florentino no perdona.