James por la banda derecha jugó un partido para olvidar. En los 30 minutos en que el Madrid tuvo la sartén por el mango, James estuvo desaparecido, o entregando mal o tendiendo tapete rojo para que la Real se apoderara de su terreno y por allí emprendiera sus acciones de peligro. Después de los 30, se esfumó y solo en los últimos minutos del partido hizo un disparo a puerta de media distancia después de burlar a dos defensas, que atrapó bien el arquero.

Grave lo del Madrid, Por supuesto se extraña a Di María y la tranquilidad que daba en el medio Xavi Alonso, aparte de que los goles de Cristiano hacen falta, mucha falta. Lo curioso es que en la temporada pasada, a este mismo partido se llegó también sin Cristiano y sin embargo se ganó 4-0.

Pero son otros tiempos, con un Casillas al que le cuestan los balones por arriba, una defensa que no cubre las zonas en los disparos a balón parado, un medio campo que sobra con volantes creativos y ninguno de contención y la incapacidad de jugar con paredes. Isco trató de explotar su virtud de creativo sin encontrar respuesta en sus compañeros, mientras Kross se apagaba con el paso de los minutos y Modric seguía su ejemplo.

El Madrid depende del pelotazo al vacío para explotar la velocidad de Cristiano y Bale y los centros para Benzemá. Lo demás, para ellos, es hablar en chino.