Salvó la noche con el gol, es cierto, pero sigue perdido en el campo, con malas entregas y poca contundencia en los pases. Su ingreso (hasta el gol) fue intrascendente. En cambio, con Di María, pese a los pocos minutos que estuvo en el campo, el Madrid cambió su dinámica.

Se nota a James incómodo y suplir a Cristiano era su oportunidad de oro para intentar sus diabluras por la punta izquierda, pero aún no se conecta con sus compañeros, pese a un par de centros, pero sin participar en paredes, jugadas de ataque, encajar en el tridente con Benzema y Bale.

Como Bale en la temporada pasada, esperemos que siga cogiendo ritmo porque talento tiene de sobra.