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armando2007 05-11-2012 09:21:01

Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Jackson Martínez
Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
Por: Juan Diego Ramírez Carvajal

La viveza de la calle, la bondad del creyente y la habilidad de un acróbata.

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Jackson anotó dos el viernes contra Marítimo. / AFP

Bautizado por el ‘Rey del Pop’. Por la cuadra y en su casa, al primer bebé de la familia Martínez Valencia le decían Pachito, porque nació el 3 de octubre de 1986, en plenas fiestas de San Pacho de Quibdó. Pero el niño encontraba fascinantes los bailes de Michael Jackson e intentaba balbucear sus canciones de moda y emular los pasos. Cuando decidieron bautizarlo (1988), sus padres deliberaron y concluyeron el nombre en honor al cantante: Jackson. Chachachá, el apodo por el que hoy lo distinguen en el mundo por ser una figura del fútbol europeo, lo heredó de su padre, acuñado así por los festejos que realizaba cuando anotaba para sus equipos de fútbol. “Cuando jugaba en la selección de Quibdó (1982), un día rifaron unas boletas y para ganarlas debían decir mi nombre completo, pero nadie ganó. Todos me conocían como Chachachá. Por eso cuando Jackson creció le empezaron a decir así”, recuerda Orlando Martínez, quien vivió un tiempo en Bogotá mientras jugaba para El Cóndor de la segunda división. “Sólo me pagaban 90 mil pesos y decidí volver a estar con mi esposa y con Jackson”, cuenta. Desde entonces enseña educación física en Quibdó. Un día, antes de una clase de fútbol, Jackson le pidió a su padre que lo llevara a entrenar. Sin haber jugado nunca. “De tanto rogar, lo metí. Y cogió el balón, enganchó a tres rivales y pateó perfecto. No lo podía creer: ‘¿Este berraco de dónde salió así?’”, dije.

Acróbata desde siempre. Oswaldo Moreno, mejor conocido en Quibdó como Papeto, trabajaba como director de noticias de la Universidad del Chocó en una emisora que operaba junto al colegio anexo a la institución. También vivía —y vive— del fútbol, entrenando niños en su escuela Papeticos. Un día salió de la cabina a tomar aire y al asomarse al balcón vio un partido en curso que jugaban unos estudiantes en la cancha; varios eran pupilos suyos. Menos un flaco enclenque que en un momento recibió un balón de pecho y anotó un gol de chilena. “¡Y la hizo en pavimento!”, recuerda Oswaldo Moreno, quien bajó a la cancha a conocer al goleador ilustre, vestido con la sudadera amarilla y verde de su colegio.

“Me dijo que no estaba en ninguna escuela de fútbol. Entonces fui a hablar a su casa para convencer a sus papás”. Era un sector conocido, una casa que la encontró familiar, con fachada angosta y cerca del aeropuerto El Caraño. “Resulta que era hijo de Chachachá, que jugó conmigo en la selección juvenil del Chocó. Siempre fuimos muy amigos”. A Jackson no le permitían jugar porque sus padres trabajaban por fuera todo el día y él debía permanecer en casa. Pero logró convencerlos. “Y entonces me lo llevé a mi escuela. Entrenábamos en la cancha La Normal, el único pedrero de Quibdó con medidas reglamentarias”, recuerda Papeto. “Eran buenísimos él y un pelado Francis Chaverra, pero éste se dedicó al alcohol, el problema más grande del jugador chocoano. Jackson siempre fue juicioso. Sus amigos tomaban cerveza y él gaseosa. Por eso progresó, por sano”. Y por convencido. Una tarde, promediando 1995, tomó por sorpresa a sus papás: “Quiero irme a Medellín a ser futbolista”, les dijo. Arreglaron una cuota de 150 mil pesos a su abuelo Encarnación Valencia para que se hospedara en su casa en el barrio Enciso de Medellín.

La viveza de la calle. Los niños de la escuela de fútbol Ferroválvulas, ubicada en ese sector, debían bajar unas escaleras sin fin y presentarse a entrenamientos físicos a las 7:00 de la mañana en la cancha cóncava La Ladera. Sólo un niño lánguido aguardaba media hora arriba en el primer peldaño, hasta que acabara el calentamiento. “Es que mi abuelo no me despertó, profe”, se excusaba Jackson, con la mirada clavada en la tierra. “Pero qué va —recuerda el entrenador Gustavo Castrillón—. No le gustaba hacer físico y se quedaba arriba hablando con amiguitos. Pero si se trataba de patear, era el mejor. Siempre fue fregado, pero excelente”.

Gustavo Alonso Castrillón, entrenador antioqueño hace 33 años, lo vio por primera vez en esa cancha, acompañado de su abuelo y su padre, quien le pidió: “Tavo, acá le dejo a mi hijo para que lo entrene. Para donde usted se vaya, llévelo”. “Calzaba unos guayos malitos y una pantaloneta de bajo perfil. Era flaaaaaco, tenía dos cables como piernas, pero apenas lo vi jugar me convencí de que iba a ser muy bueno. Por eso, obedeciendo la orden de su papá, cuando me llevaron al equipo aficionado Cope Bombas, lo llevé conmigo”, recuerda Castrillón, paisa de 55 años. En ese equipo a Jackson lo apodaron El Mudo por su timidez y lo molestaban por una novia, una chocoana —ahora es ingeniera—, recuerda Castrillón: “Iba a todos los partidos y él no daba bola, se desconcentraba. Me tocó prohibirle llevar a esa mujer y santo remedio”.

Cuando el extinto Cope Bombas vendió a Jackson Martínez a las divisiones menores de Medellín, a Castrillón le agradecieron la formación con 700.000 pesos. Pero siguió viéndolo en el barrio más de lo esperado: nunca lo borraron de la lista de los subsidios de transporte y El Mudo no se molestó por seguir recibiendo la cuota. Todos los lunes, cuando se acababa la sesión de gimnasio, aparecía en la fila para recibir los 25 mil pesos de los buses de la semana. Hasta que el presidente Gustavo Montoya lo descubrió entre risas: “Aquí lo queremos mucho, pero hace dos meses que ya no está con nosotros. Que lo sostengan en Medellín”, dijo el señor, ya fallecido. La indulgencia era producto de la nobleza y su buena urbanidad, y porque todos sabían que no creció en la opulencia. Nunca le faltó lo básico, pero su papá en Quibdó se veía en apuros para enviarle dinero y hasta una vez debió embolar sus guayos y mandárselos a Medellín, porque los de Jackson ya no resistían más uso.

De insultos a elogios. A Pedro Sarmiento lo puteaban en el Atanasio Girardot cuando incluía a Jackson Martínez en el equipo titular. Al hombre le costó en principio adaptarse al fútbol profesional. Y a la hinchada del Medellín, adaptarse a él. La principal razón: a simple vista no seducían sus piernas curvas. Parecía un paréntesis, como Garrincha, y cada vez que giraba no se sostenía igual. “Pero yo siempre le vi condiciones —cuenta Sarmiento—. Y como sabía que nos insultaban a él y a mí en Medellín, decidí ponerlo en condición de visitantes. Cuando se fue a cambiar, eso sí, tenía unos guayos rotos, tocó prestarle unos. Pero sólo le faltaba carrocería y musculatura, la técnica la tuvo siempre”.

Mientras se robustecía, Falcao y Hugo Rodallega, ambos de su generación, eran figuras de las selecciones juveniles de Colombia. Y la vida premió la paciencia: fue fundamental en el título del Clausura 2009 con el Medellín de Leonel Álvarez y luego fichó con el Jaguares de Chiapas, donde anotó 36 goles en dos años y fue el equipo que lo vendió por 9 millones de euros al Porto como reemplazo de Falcao. Nunca más lo volvieron a putear en un estadio.

El desdentado sonriente. Su vida, como tantas, es la de quien escogió el fútbol como el camino a una vida mejor. Y las novelas no empiezan ni acaban como uno quiere, pero el desenlace de la suya transcurre como él siempre soñó. Conduce un BMW. Vive en una zona alta de Porto, en un apartamento con vista a la ciudad y que antes era el hogar de Falcao García, antes de que se fuera para el Atlético de Madrid. Vive con su esposa Tatiana, y su hijo Josué, llamado así por un pasaje bíblico sobre sabiduría por aquello del cristianismo que le inculcó su madre. De su padre heredó el apodo y el olfato del goleador pícaro y contundente.


Fuente El Espectador

Heráclito 05-11-2012 10:40:29

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Una semblanza estupenda de otro de los buenos jugadores que tiene Colombia, del que no se conoce mucho, pero que ahora se encuentra en las primeras planas gracias a su efectividad en el arco y la belleza de sus goles en el Porto.

hernan2468 05-11-2012 13:16:28

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
grande Jakcson!!!!! todo un ejemplo a seguir

►CDaniel◄ 05-11-2012 13:44:38

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Y en verdad en medellin era muy resistido.. y mira ahora lo que es.

Buen aporte armando.

Hannibal Lecter 05-11-2012 17:40:36

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Cita:

Iniciado por hernan2468 (Mensaje 9178187)
grande Jakcson!!!!! todo un ejemplo a seguir

sera este uno de los q lo puteaba ome :laughing9:

como es la vida!

Gaborr 05-11-2012 19:36:25

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Bacano saber de cómo fueron los inicios de Jackson, ojala siga todo muy bien para él, se lo merece...

hernan2468 07-11-2012 19:14:11

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Cita:

Iniciado por Hannibal Lecter (Mensaje 9178911)
sera este uno de los q lo puteaba ome :laughing9:

como es la vida!

jajaja el gringuito huebannibal de pitonisa no pasa de vieja chismosa :laughing9::laughing9:

malamen88 07-11-2012 22:33:42

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
buen post!

juanpawaiano 08-11-2012 11:32:58

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Que buena historia...

Lord Mago 08-11-2012 22:31:44

Respuesta: Jackson Martínez, el mudo que habla con los pies
 
Grande Jackson, inmenso ejemplo de sacrificio, humildad y trabajo honesto.


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