Respecto al balón de oro viene la eterna polémica, ¿quién se lo merece? ¿El que mete más goles? ¿El que impide que se metan los goles? ¿El que organiza el juego? Todos son importantes.

Si no se meten goles no se ganan los partidos. Igual, si no se bloquean los tiros del rival la derrota está a la vuelta de la esquina. Pero si no hay un director de orquesta, el que organiza, lee el partido, encuentra los resquicios en el área rival, pone los pases, fabrica las oportunidades, hay que dejar los partidos al azar, a lo que se llama la chispa del talento, que muchas veces no aparece y es cuando viene el coro de lamentaciones.

Y es que el fútbol es un deporte de conjunto y por eso se necesita al organizador. Eso es lo que tiene España. No le apuesta al talento individual. Como la mejor Holanda, la de Cruyft, rinde porque todos lo hacen, como una máquina letal, pero con un líder que la mantiene acoplada, armónica, funcionando como un relojito. Por ello, sin demeritar a los demás, Iniesta es el mejor. El cerebro siempre está por encima del músculo.

Iniesta o Xavi se merecen el balón de oro, con perdón de Cristiano y Messi.