Pensar por ti mismo,
Darte cuenta de que lo que piensa la gente no es real,
Entender los fenómenos naturales un poco mejor que los demás,
Indagar y analizar todo lo que existe y lo que se afirma…
Qué maravilla es poder hacer esto,
Qué libertad se siente poder construir tu propio pensamiento, tus propias ideas, en base al análisis racional de la naturaleza,
Qué gratificante es poder entender cada día más el cosmos (y cada día saber que aún nos falta mucho por recorrer)…
Pero como todo en la vida, existen desventajas y sinsabores,
Las personas que uno ama, los que te rodean, te ven diferente,
Te ven diferente por pensar diferente, por ser curioso, por ser parte de una minoría,
Tal parece que a veces pensar como las masas es más razonable que no hacerlo…
Dar a entender tus ideas y ser a la vez parte de una minoría es sinónimo de absurdo,
Pensar por ti mismo es sinónimo de herejía y arrogancia,
Y plasmar tus ideas en la vida, es considerado peor aún,
Pero cuando un dogmático lo hace, es visto como parte de la cultura y parte de la tradición…
Tradiciones van, tradiciones vienen, pero solo son pasajeras,
Lo inmutable no existe, así como tampoco lo inescrutable,
Las costumbres milenarias no son sinónimo de verdad,
Lo más probable es que lo novedoso esté más cercano a la verdad…
¿Cómo hacer si eres parte de una minoría y los que amas piensan opuesto a ti?
¿Persuadirlos? ¿Destruir sus ideas de años? ¿Convivir con tales diferencias? ¿O dejar que destruyan las tuyas?
Lo más sensato es elegir la convivencia pacífica, aunque es en extremo difícil,
El camino no lo conozco, pero solo sé que vivir en un mundo mejor es lo que anhelo.