Algunos son increíbles, otros no tanto, incluso hay de los que se temen los trucos, pero si se observan bien, en casi todos se observan rastros de su antigua fisonomía. De todas formas, con los adelantos en cirugía, el sofisticado maquillaje o el propio Photoshop, a lo que se agregan las hormonas y, por supuesto, la materia prima, los genes, no parece tan imposible de realizar si además se cuenta con un rostro de facciones que puedan ser moldeadas, suavizadas y embellecidas. De todas formas, en muchos casos el resultado es sorprendente.