DeNunCianDo - El misterioso Apolonio de tiana: El otro jesucristo

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Existe un personaje del que poco nos han hablado y cuya vida y capacidades milagrosas nos hacen pensar inevitablemente en Jesús. Apolonio de Tiana fue un hombre muy famoso en su tiempo en todo el Oriente, promulgó la paz entre los hombres, tuvo un gran número de seguidores, realizó milagros asombrosos, luchó contra los poderosos que oprimían al pueblo, curó enfermos y devolvió la vida a los muertos. Finalmente, fue juzgado por un tribunal romano y nada se sabe de su tumba.

El protagonista de estos hechos bien podría ser fácilmente Jesucristo, base fundamental de algunas de las religiones más importantes del mundo. Sin embargo, la persona que se corresponde a lo anteriormente citado es Apolonio de Tiana, un misterioso personaje cuya vida es tan apasionante como desconocida es su figura en la actualidad.

Apolonio nació en Tiana en el año 4 AC (¿la misma fecha del nacimiento de Jesús?), en la región de la Capadocia turca. Su nacimiento es extraño, como el de Jesús. Su madre tuvo un sueño durante el cual quedó embarazada de él.

Fue discípulo de Pitágoras, era vegetariano, iba siempre descalzo, siempre vestía una túnica blanca, fue atraído por el ascetismo y durante 15 años no pronunció una sola palabra.

Cuando Apolonio tenía 20 años, su padre murió, y entonces donó toda su herencia, mostrando su rechazo a los bienes materiales. Recorrió buena parte de oriente y el mediterráneo. En Éfeso acabó con una plaga, en Corinto realizó exorcismos, más tarde profetizó el futuro de los emperadores en Babilonia; y en Roma resucitó a una mujer muerta. Más tarde viajó a Egipto, Etiopía, y muchos lugares más, siempre rodeado de sus numerosos discípulos.

Tuvo una vida muy similar a la de Jesús, como hombre capaz de mover masas que le seguían, pues lo veían como un Salvador. Finalmente en Italia fue detenido acusado de conspirar contra el emperador Domiciano y de cometer sacrilegio. Le ofrecieron proclamarse culpable pero no accedió por no creerse culpable de tal imputación. Cuando lo condenaron dijo lo siguiente: "no podéis detener a mi alma... ni siquiera a mi cuerpo". Y allí mismo, ante el tribunal romano, se desvaneció, desapareciendo ante los ojos de los aturdidos miembros del tribunal.

Después de la inexplicable y misteriosa huida de Roma, su pista reaparece en Dicearquia y más tarde en Creta, lugares donde continúa su vida de prodigios. Finalmente fallece alrededor del año 97 DC en Creta. Después de su muerte se le llegó a ver en diferentes lugares, incluso se apareció a un joven que tiempo atrás no creyó en sus palabras sobre la inmortalidad del alma.

Jamás se ha encontrado su cuerpo.