El doctor Roger Leir, especialista en podología, afirmó haber realizado 17 intervenciones quirúrgicas en las que extrajo extraños objetos, que podrían ser implantes alienígenas. Estas pequeñas incrustaciones eran magnéticas, y algunas poseían una frecuencia demasiado alta para su dimensión; otros objetos examinados tenían fragmentos de metales propios de meteoritos: galio, germanio, platino, rutenio, rodio e iridio. Incluso llegó a hallar una “desviación de níquel de raciones terrestres que el laboratorio de análisis no podía explicar, contenidos de níquel con una relación isotópica que no se conocía en la Tierra”.

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El doctor en Química-Física Alex Mosier examinó las piezas junto con Leir, y afirmó haber encontrado fibras muy similares a los nano-tubos de carbono, lo que sugiere que los fragmentos fueron diseñados o fabricados; explica que “no encontrarías estas cosas en la naturaleza. Tienen que ser procesados, requieren de ingeniería compleja y no son fáciles de fabricar”. Según Leir, las personas de las que extrajo estos objetos extraños no tenían cicatrices visibles ni signos de inflamación, no obstante los rayos X mostraban la incrustación. El especialista falleció el 14 de marzo de 2014 , lo que interrumpió la profundización de sus estudios. No obstante, si bien existe un obvio esceptisismo alrededor de sus afirmaciones, muchos creen que se trata de la prueba más fehaciente de inteligencia extraterrestre que se haya presentado.