| Arlequin | 27-02-2008 16:05:34 |
Este es un aspecto fundamental del Buddhismo, esto es, el fin terapéutico de las enseñanzas del Buddha. El mismo se consideraba un médico, interesado en sacar rápidamente la flecha del herido, sin averiguar quiénes la tiraron, a qué clan pertenecen, de qué madera hicieron la flecha, en qué región la consiguieron, etc. Esto es, cortar de raíz el sufrimiento con la “medicina de la vaciedad”, como dice Nagarjuna. Ver que todos los fenómenos son transparentes, efímeros y totalmente vacíos deshace nuestro bloque de autopreocupaciones, abriéndonos compasivamente al sentir de los demás seres.
Esto está expresado en la figura arquetípica de Avalokitesvara. En japonés este Boddhisattva se llama Kanjizai y Kanzeon, y se traducen respectivamente “Aquél que percibe el ser esencial en descanso” y “Aquel que percibe los sonidos del mundo”.
En el primer sentido, el Boddhittsava percibe el potencial de paz surgido de la insustancialidad de los fenómenos, y nuestra percepción de ellos.
En el otro sentido el Boddhisattva Kanzeon “asentado en la infinita vaciedad, oye los sonidos del mundo y está a tono con el sufrimiento de las otras criaturas” (3) .
Este es el Boddhisattva de compasión, que con-padece, que siente, descansa y actúa con los otros. Cuando un niño llora Kanzeon llora. Cuando el perro ladra Kanzeon ladra. En completa unidad, sin una pizca de separación Kanzeon es todos los seres y habita en el maravilloso mundo de interpenetración e interfusión de los fenómenos. El mundo del Boddhisattva. | 