DeNunCianDo - Un cuento

Un beso perfecto se refleja en mi cabeza, vos acostada en el borde de esa cama realizada con cemento, yo te observo desde el sillón, vos te vas tapando tus ojos marítimos en contra del implacable sol, luego subes las manos un poco mas y las descargas contra el bolso que te sirve del almohada. Sigo mirándote, tu nariz respingada, las cejas delineadas perfectamente y la boca estéticamente hermosa, proporcionada y adecuada para tu rostro me van enloqueciendo.
Así que me levanto de ese sillón en el cual estaba plácidamente sentado, me dirijo hacia vos.
Ahora tienes los ojos cerrados y pensando no sé qué cosas, yo me acerco lentamente sin pretender –pero pretendiendo- sacarte del momento sublime que vives, me pongo de rodillas a tu lado –vos seguís en tus meditaciones un tanto metafísicas- y voy a cercando mis labios acechantes a los tuyos, te beso, vos respondes a mi llamado desesperado por culpa de tus labios. Al final de esta historia netamente irreal abres los ojos y vuelvo a ver en ellos la paz del océano, una de tus manos que descansaba hasta hace poco sobre esa improvisada almohada acaricia mi cabello; el instante es tan corto que por puro misticismo cíclico se convierte en una eternidad rodeada de imágenes neutras e incapaces de ser verídicas.

Samuel Salazar Blandon.