DeNunCianDo - Pensamientos sueltos.

No entiendo ese juego inaudito de los seres humanos que siempre debemos estar en los límites del bien o del mal: que si uno cree en Dios ¿por qué cree? Que si uno no cree en Dios ¿por que no cree? Que por que se parece al hermano, padre o familiar, que por que no se parece uno a la familia, que por que no piensa de esta manera o de otra, que por que no soy uribestia o Chavista... tantas estupideces que aminoran la posibilidad de mirar la vida de diferente manera. No bastando esto nos inventamos una diatriba discursiva acerca del obrar bien, o en su defecto, de acuerdo como lo han formado, quienes somos para dar sermones religiosos, morales, políticos, sicológicos, si somos mas aberrantes con las cosas que los demás no quieren ni aspiran a ser.

Sencillo, dejemos que los demás actúen, es la vida de ellos, no la nuestra, quien nos pide la opinión frente a las acciones de su propia vida, opino cuando esa acción afecta la mía, opino cuando mi vida se siente amenazada por el otro, mas nadie me invita a criticar cuanto cree, cuando dejo de creer, cuanto es humano, cuanto tiene de animal –aunque debo aclarar que los animales son mas puros y sacros que los mismos hombres-. El hombre, es simplemente un ser que a partir de su sistema racional es en el mundo, pues para poder existir necesito una identidad: la mía, no la de otro u otros. Me jacto de ser un bastardo, así le doy mas rienda suelta a mi falta de humanidad y mis deseos de reírme del mundo.
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Y para aquellos que creen que no soy capaz de alejarme de todo cuanto existe, de todo cuanto me hace sentir vivo, permítanme decirles que tienen la razón, soy tan humano que no he podido en ningún día de mi vida dejar de serlo, así el conocimiento me haya interpelado, me haya vuelto un enjambre de pasiones vacuas. Es tan sencillo como esto: todo lo que conozco hasta ahora no me ha tornado duro, al contrario, cada día me pongo mi disfraz de ser humano susceptible y me lanzo contra el mundo permitiendo que este me hunda sus dedos placenteramente –para él efectivamente- en las llagas y las heridas que me ha dejado el ayer.

Samuel Salazar Blandon.:-(