DeNunCianDo - Relatos de Terror Halloween

¡¡¡ UN RELATO DE TERROR !!!

ESPERO LES GUSTE:

ESPANTOS Y APARICIONES MACABRAS EN LA VÍA CALI-BUENAVENTURA

Pongan mucho cuidado: Esto sucedió hace poco y aunque parece arrancado de las páginas de cualquier historia de Alfred Hitchcock.

Dicen que fue real.

El lugar: Carretera Cali - Buenaventura:

Un hombre estaba parado a la orilla de la carretera en medio de una oscura y tenebrosa noche pidiendo un aventón, a la vez que estaba cayendo una tremenda tormenta.

Pasó un tiempo pero nadie paraba... La tormenta era muy fuerte, de repente empezó a caer una tenebrosa y escalofriante neblina, apenas si se alcanzaban a ver a unos 3 metros de distancia.

En esos momentos vió como un extraño carro se acercaba, lenta y silenciosamente hacia el, finalmente se detuvo.

El señor, sin dudarlo por lo precario de su situación, se subió al carro y cerró la puerta. Volteó y se dio cuenta con asombro y horror de que nadie iba manejando el carro. El miedo lo tenía petrificado, y un frío y escabroso terror le congeló hasta los tuétanos de los huesos.

El carro arrancó suavemente, muy, pero muy lentamente. El tipo miró hacia la carretera y vio con espanto que adelante había una curva. Asustado, sin atreverse a saltar, comenzó a rezar e implorar por su salvación, al advertir su trágico destino.

El tipo no había terminado de salir de su espanto, cuando justo antes de llegar a la curva, entró una mano oscura y tenebrosa por la ventana del conductor, moviendo el volante lentamente pero con firmeza.

El hombre se aferró con todas sus fuerzas al asiento, e inmóvil e impotente vio como sucedía lo mismo en cada curva del tenebroso y macabro camino, mientras la tormenta aumentaba su fuerza e ímpetu.
El tipo, sacando fuerzas de donde ya no le quedaban, se lanzó del carro y se fue corriendo hasta Loboguerrero, que es el pueblo más cercano. Deambulando, todo empapado y titiritando del frío, se dirigió a una cantina que se percibía a lo lejos. Entró a ella y pidió dos "tragos" dobles y temblando aún, les empezó a contar a todos la terrorífica experiencia que acababa de presenciar.

Se hizo un silencio absoluto ante el asombro de todos los presentes. El miedo y el terror asomaron por todos los rincones del lugar.

Como a la media hora llegaron dos hombres, personas de raza negra, todos mojados, exhaustos y agotados, cuando uno le dijo al otro, en tono molesto:

- "Mira Calimeño, allá esta el HIJUEPUTA APROVECHADO que se subió al carro, cuando lo veníamos empujando cuesta arriba..."