Cambio Jesús recorría el "vía crucis", exhausto, ensangrentado, con el rostro lastimado por la corona de espinas. La multitud lo escupía, apedreaba, insultaba... el dolor era intenso e insoportable. De repente, de entre la multitud se aparece un pequeño hombrecito con una enorme mujer de severo rostro detrás de él y le dice a Jesús: - Maestro, le cambio, deme la cruz a mí, yo seguiré y usted hágase cargo de mi mujer... Jesús lo mira a los ojos y le responde: - Hijo mío, no seas tramposo... a mí sólo me faltan cien metros... |
La franja horaria es GMT -5. Ahora son las 04:23:00. |
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.9
Derechos de Autor ©2000 - 2024, Jelsoft Enterprises Ltd.
DeNunCianDo.CoM ©