Chester | 28-10-2007 17:47:34 | Una inyección de fe En una Iglesia de un pueblo están haciendo una obra y uno de los albañiles observa que cuando van las muchachas a confesarse siempre llegan llorando y el cura las acompaña agarrándolas de la mano hasta la sacristía. Pasado algunos minutos el cura abre la puerta y la muchacha que antes había entrado llorando ahora sale totalmente transformada con una sonrisa de oreja a oreja.
El albañil, muy extrañado, le pregunta al cura: "¿qué es lo que le hace usted a las muchachas que entran tan tristes y llorosas y salen tan alegres y sonrientes?"
Y el cura le contesta: "Les pongo una inyección de fe".
El albañil le responde: "Pues subase el cierre que todavía lleva la jeringa afuera y goteando". |