Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Ver la Versión Completa Con Imagenes : ¿Monserrate un volcán? ¿Peligra Bogotá?
proyectofenix
20-02-2015, 14:28:10
Los volcanes son noticia recurrente; anualmente en el mundo ocurren entre 60 y 80 erupciones, casi todas reactivaciones de los conocidos.
http://www.pulzo.com/sites/default/files/styles/crop_articulo_normal/public/171376175.jpg?itok=LgQy9nDi
Y, tal vez por eso no es raro escuchar el comentario de que “hay un volcán dormido bajo el Cerro de Monserrate”. Más aún, la idea se complementa con la observación de que algunas personas han descubierto grandes cavernas por la parte trasera de la montaña, o sea en la hoya del río San Francisco. Según los que dicen conocerlas, estas cavernas convierten a Monserrate en un “cerro coco”, es decir hueco, lo cual reforzaría la idea de la existencia allí del presunto volcán. Por otra parte, hay también personas tan convencidas del asunto, que se niegan a subir a Monserrate, pues les causa pánico que el “volcán” pueda estallar en cualquier momento y destrozar buena parte de Bogotá.
De todas maneras, y aunque parezca intrascendente, sobre el tema se han publicado notas breves, bien intencionadas, pero que no logran convencer al público de que se trata sólo de un mito urbano de origen desconocido. En consecuencia, en esta oportunidad nos hemos impuesto la tarea de re-examinar el asunto desde un punto de vista geológico, tratando de encontrar respuestas fundamentadas a las preguntas que encabezan el presente aporte.
¿Qué es un volcán?
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, trae la siguiente definición, complementada con adiciones (entre paréntesis) del autor: “Volcán: Abertura en la tierra (que pueden ser uno o varios cráteres a lo largo de una fractura en el terreno) por donde sale (o ha salido) humo (es decir fumarolas o columnas de gases) y materiales encendidos y llamas (lavas y piroclastos incandescentes)”. Acepciones similares se encuentran en el “Glossary of Geology” del Instituto Americano del Petróleo y en el “Webster´s New World Dictionary, siendo la última más completa e ilustrada.
Entonces, de acuerdo con esta definición, un volcán sería sólo el conducto por donde escapan materiales fundidos, sólidos ardientes rocosos y gases hacia la superficie terrestre. No obstante, lo normal es que tanto los geólogos como la gente del común consideren que el volcán es edificio con forma más o menos cónica, creado por el apilamiento sucesivo de los materiales rocosos expulsados a través de un cráter, durante uno o varios eventos eruptivos, todos ellos venidos de grandes profundidades. Un volcán puede crecer entre decenas y centenares metros en los primeros días o meses de su aparición, o alcanzar alturas de miles de metros a lo largo de su vida activa, la cual dependiendo de sus características y localización geológica, puede entre variar entre unos 10.000 y 10.000.000 de años.
Sin embargo, además de este vulcanismo de alta temperatura, existe otro tipo de manifestación eruptiva, conocida como “vulcanismo de lodo”, frecuente en zonas donde el subsuelo es rico en hidrocarburos gaseosos, especialmente de metano, que provienen de “sedimentos jóvenes”, depositados durante el Neógeno, un lapso que abarca los últimos 30 millones de años. En Colombia los volcanes de lodo son una ocurrencia común en la costa atlántica, en el sector entre Santa Marta y el Golfo de Urabá. Su actividad consiste en la expulsión casi continua de bocanadas de barros espesos, apenas temperados, que forman conos que no sobrepasan 25 m de altura; aunque se los considera inofensivos, los volcanes de lodo pueden resultar peligrosos, pues los gases expulsados por ellos son muy inflamables y pueden causar explosiones mortíferas, como fue el caso del volcán Lusi en Indonesia, que en mayo de 2006 causó la muerte de 14 personas y obligó a la evacuación de unos 25.000 lugareños. Y pensar que, hace muchos años, el autor estuvo flotando plácida e inocentemente en el Volcán El Totumo, próximo a Cartagena…
Volcanes activos, dormidos y extintos
En la parte emergida de la tierra existen unos 1500 volcanes que han hecho erupción durante los últimos 10.000 años, los cuales, según algunos investigadores, deberían ser considerados todos como activos o potencialmente activos. En la cifra de los 1500 se excluyen los volcanes submarinos, que constituyen la gran mayoría de los volcanes activos e inactivos en nuestro planeta, todavía no plenamente conocidos ni investigados.
Aunque no hay un acuerdo universal sobre la calificación en relación con su estado, en atención y sus “signos vitales”, los volcanes pueden considerados como activos, dormidos y extintos (o muertos). En términos generales, se considera que un volcán es activo si en el tiempo actual o reciente, ha estado haciendo erupciones (así sean muy pequeñas), dormido si se ha calmado por “muchos” años, y muerto si no presenta huellas de actividad en tiempos históricos (unos 2500 años en Eurasia y 523 años en América). No obstante, para fines más exigentes, como sería, por ejemplo, garantizar la seguridad de un proyecto grande de ingeniería, se considera que un volcán es inactivo o extinto, sólo si se tiene certeza de su quietud durante los últimos 10.000 años.
Por lo general, las erupciones de los volcanes de origen ígneo, tanto en ya los existentes como en los nacientes, están precedidas por señales premonitorias como ruidos subterráneos, sacudones sísmicos persistentes generados dentro del cráter y las paredes del edificio volcánico, cambios de pendiente en el terreno -perceptibles o no por las personas-, la expulsión de fumarolas, y el incremento en la temperatura de las fuentes termales; y en una etapa más avanzada, por el inicio emisiones de piroclastos y lava.
No obstante, en el caso de los volcanes submarinos, que de vez en cuando dan lugar a la aparición de pequeñas islas, las señales premonitorias pueden pasar totalmente desapercibidas. Por otro lado, los volcanes muertos se reconocen por la ausencia de los signos antedichos y por la pérdida de identidad morfológica, ya son presa fácil de la erosión, que puede arrasar sus edificios en pocas decenas de miles de años, tornándolos poco o nada evidentes para los ojos de los no expertos.
¿Cómo resolver los interrogantes planteados en el título?
Para que el ejercicio resulte más didáctico, vamos a utilizar una analogía que nos ayude a entender de qué manera debemos proceder para dilucidar si Monserrate puede, o no, constituir un volcán dormido. Consideremos pues al Cerro de Monserrate como un paciente del que se sospecha puede padecer de una enfermedad importante, en este caso de haber padecido tiempo atrás, de un “vulcanismo” mal curado, de una dolencia en el momento inactiva, pero que puede producir una recaída en cualquier momento.
El procedimiento a seguir sería comenzar con un examen corporal (en este caso de la constitución de todas las capas expuestas en el cerro), seguido de la indagación sobre la presencia o no de síntomas volcánicos, en este caso de episodios de temblores, flatulencias y vómitos (sismicidad evidente, expulsión de lavas y presencia de fumarolas), fiebre o calenturas (incrementos de la temperatura en el subsuelo y emanación de aguas termales). También sería de capital importancia el poder establecer la “carga genética” (es decir si otros cerros vecinos o de su entorno -en esta caso la Cordillera Oriental- padecen de la enfermedad en consideración. Por último, sería conveniente conocer otros antecedentes que nos puedan conducir a la confirmación de la sospecha de que el paciente padeció tiempo atrás de la enfermedad, para así poder descartar, o confirmar, la posibilidad de una recaída.
Veamos entonces cuáles son los argumentos y las realidades geológicas que nos permiten aseverar que ni en Monserrate -ni en ninguno de los demás orientales de la capital del país- existen registros de rocas volcánicas indicativas de erupción alguna, por lo menos durante los últimos 120 millones de años.
La constitución geológica de Monserrate
El estudio detallado de la geología del sector oriental de Bogotá, donde están los cerros de Monserrate, Guadalupe, El Cable y demás, ha demostrado que los mismos están compuestos por un conjunto de rocas arenosas, con algunas intercalaciones de capas de limos y lodos, depositadas todas ellas bajo el agua, en un ambiente costero a finales del Cretácico, es decir hace unos 65 millones de años. Se trata de la denominada Formación Guadalupe, que puede alcanzar 700 m de espesor, y que carece de aporte volcánico alguno. Por debajo de la anterior, no expuesta en Monserrate, pero sí en el descenso hacia Choachí, está la Formación Fómeque, con casi 1 km de espesor, compuesta por arcillas oscuras, depositadas también en aguas marinas, pero algo más profundas, todas ellas pertenecientes al Cretácico.
Así, pues, dentro de las capas que constituyen el Cerro de Monserrate no se encuentra ninguna manifestación de rocas eruptivas propias de vulcanismo originado en ese lugar; tampoco hay allí rastros de cráter o cuello volcánico alguno. En cuanto al levantamiento de Monserrate y el de los demás cerros orientales de Bogotá, que podría interpretarse como debido al crecimiento de posibles de edificios volcánicos, hay que decir que dicho levantamiento es producto de un largo proceso geológico iniciado hace unos 50 millones de años, pero acelerado durante los últimos 5 que, en términos breves, condujo al fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental. Y en cuanto a la altura superior de dichos cerros con respecto de la amplia zona plana donde se encuentra la ciudad de Bogotá, es preciso comentar que por el pie de Monserrate, Guadalupe y los demás cerros que limitan la ciudad por el oriente, corre una fractura mayor (conocida como la Falla de Bogotá), que es una de las facilitaron el ascenso de los cerros capitalinos hasta casi 1000 m por encima de nivel de la Sabana de Bogotá
Entonces, cuando se afirma que hay un volcán dormido bajo Monserrate, se está dando a entender que en ese lugar existió, en algún momento del pasado geológico un volcán activo, que se encontraría actualmente en una especie de estado cataléptico. Sin embargo, como ya se dijo, no hay en Monserrate vestigio alguno de rocas volcánicas, ni tampoco se ha presentado allí ninguno de los arriba mencionados síntomas propios del vulcanismo.
http://www.pulzo.com/sites/default/files/styles/crop_articulo_normal/public/171376175.jpg?itok=LgQy9nDi
Y, tal vez por eso no es raro escuchar el comentario de que “hay un volcán dormido bajo el Cerro de Monserrate”. Más aún, la idea se complementa con la observación de que algunas personas han descubierto grandes cavernas por la parte trasera de la montaña, o sea en la hoya del río San Francisco. Según los que dicen conocerlas, estas cavernas convierten a Monserrate en un “cerro coco”, es decir hueco, lo cual reforzaría la idea de la existencia allí del presunto volcán. Por otra parte, hay también personas tan convencidas del asunto, que se niegan a subir a Monserrate, pues les causa pánico que el “volcán” pueda estallar en cualquier momento y destrozar buena parte de Bogotá.
De todas maneras, y aunque parezca intrascendente, sobre el tema se han publicado notas breves, bien intencionadas, pero que no logran convencer al público de que se trata sólo de un mito urbano de origen desconocido. En consecuencia, en esta oportunidad nos hemos impuesto la tarea de re-examinar el asunto desde un punto de vista geológico, tratando de encontrar respuestas fundamentadas a las preguntas que encabezan el presente aporte.
¿Qué es un volcán?
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, trae la siguiente definición, complementada con adiciones (entre paréntesis) del autor: “Volcán: Abertura en la tierra (que pueden ser uno o varios cráteres a lo largo de una fractura en el terreno) por donde sale (o ha salido) humo (es decir fumarolas o columnas de gases) y materiales encendidos y llamas (lavas y piroclastos incandescentes)”. Acepciones similares se encuentran en el “Glossary of Geology” del Instituto Americano del Petróleo y en el “Webster´s New World Dictionary, siendo la última más completa e ilustrada.
Entonces, de acuerdo con esta definición, un volcán sería sólo el conducto por donde escapan materiales fundidos, sólidos ardientes rocosos y gases hacia la superficie terrestre. No obstante, lo normal es que tanto los geólogos como la gente del común consideren que el volcán es edificio con forma más o menos cónica, creado por el apilamiento sucesivo de los materiales rocosos expulsados a través de un cráter, durante uno o varios eventos eruptivos, todos ellos venidos de grandes profundidades. Un volcán puede crecer entre decenas y centenares metros en los primeros días o meses de su aparición, o alcanzar alturas de miles de metros a lo largo de su vida activa, la cual dependiendo de sus características y localización geológica, puede entre variar entre unos 10.000 y 10.000.000 de años.
Sin embargo, además de este vulcanismo de alta temperatura, existe otro tipo de manifestación eruptiva, conocida como “vulcanismo de lodo”, frecuente en zonas donde el subsuelo es rico en hidrocarburos gaseosos, especialmente de metano, que provienen de “sedimentos jóvenes”, depositados durante el Neógeno, un lapso que abarca los últimos 30 millones de años. En Colombia los volcanes de lodo son una ocurrencia común en la costa atlántica, en el sector entre Santa Marta y el Golfo de Urabá. Su actividad consiste en la expulsión casi continua de bocanadas de barros espesos, apenas temperados, que forman conos que no sobrepasan 25 m de altura; aunque se los considera inofensivos, los volcanes de lodo pueden resultar peligrosos, pues los gases expulsados por ellos son muy inflamables y pueden causar explosiones mortíferas, como fue el caso del volcán Lusi en Indonesia, que en mayo de 2006 causó la muerte de 14 personas y obligó a la evacuación de unos 25.000 lugareños. Y pensar que, hace muchos años, el autor estuvo flotando plácida e inocentemente en el Volcán El Totumo, próximo a Cartagena…
Volcanes activos, dormidos y extintos
En la parte emergida de la tierra existen unos 1500 volcanes que han hecho erupción durante los últimos 10.000 años, los cuales, según algunos investigadores, deberían ser considerados todos como activos o potencialmente activos. En la cifra de los 1500 se excluyen los volcanes submarinos, que constituyen la gran mayoría de los volcanes activos e inactivos en nuestro planeta, todavía no plenamente conocidos ni investigados.
Aunque no hay un acuerdo universal sobre la calificación en relación con su estado, en atención y sus “signos vitales”, los volcanes pueden considerados como activos, dormidos y extintos (o muertos). En términos generales, se considera que un volcán es activo si en el tiempo actual o reciente, ha estado haciendo erupciones (así sean muy pequeñas), dormido si se ha calmado por “muchos” años, y muerto si no presenta huellas de actividad en tiempos históricos (unos 2500 años en Eurasia y 523 años en América). No obstante, para fines más exigentes, como sería, por ejemplo, garantizar la seguridad de un proyecto grande de ingeniería, se considera que un volcán es inactivo o extinto, sólo si se tiene certeza de su quietud durante los últimos 10.000 años.
Por lo general, las erupciones de los volcanes de origen ígneo, tanto en ya los existentes como en los nacientes, están precedidas por señales premonitorias como ruidos subterráneos, sacudones sísmicos persistentes generados dentro del cráter y las paredes del edificio volcánico, cambios de pendiente en el terreno -perceptibles o no por las personas-, la expulsión de fumarolas, y el incremento en la temperatura de las fuentes termales; y en una etapa más avanzada, por el inicio emisiones de piroclastos y lava.
No obstante, en el caso de los volcanes submarinos, que de vez en cuando dan lugar a la aparición de pequeñas islas, las señales premonitorias pueden pasar totalmente desapercibidas. Por otro lado, los volcanes muertos se reconocen por la ausencia de los signos antedichos y por la pérdida de identidad morfológica, ya son presa fácil de la erosión, que puede arrasar sus edificios en pocas decenas de miles de años, tornándolos poco o nada evidentes para los ojos de los no expertos.
¿Cómo resolver los interrogantes planteados en el título?
Para que el ejercicio resulte más didáctico, vamos a utilizar una analogía que nos ayude a entender de qué manera debemos proceder para dilucidar si Monserrate puede, o no, constituir un volcán dormido. Consideremos pues al Cerro de Monserrate como un paciente del que se sospecha puede padecer de una enfermedad importante, en este caso de haber padecido tiempo atrás, de un “vulcanismo” mal curado, de una dolencia en el momento inactiva, pero que puede producir una recaída en cualquier momento.
El procedimiento a seguir sería comenzar con un examen corporal (en este caso de la constitución de todas las capas expuestas en el cerro), seguido de la indagación sobre la presencia o no de síntomas volcánicos, en este caso de episodios de temblores, flatulencias y vómitos (sismicidad evidente, expulsión de lavas y presencia de fumarolas), fiebre o calenturas (incrementos de la temperatura en el subsuelo y emanación de aguas termales). También sería de capital importancia el poder establecer la “carga genética” (es decir si otros cerros vecinos o de su entorno -en esta caso la Cordillera Oriental- padecen de la enfermedad en consideración. Por último, sería conveniente conocer otros antecedentes que nos puedan conducir a la confirmación de la sospecha de que el paciente padeció tiempo atrás de la enfermedad, para así poder descartar, o confirmar, la posibilidad de una recaída.
Veamos entonces cuáles son los argumentos y las realidades geológicas que nos permiten aseverar que ni en Monserrate -ni en ninguno de los demás orientales de la capital del país- existen registros de rocas volcánicas indicativas de erupción alguna, por lo menos durante los últimos 120 millones de años.
La constitución geológica de Monserrate
El estudio detallado de la geología del sector oriental de Bogotá, donde están los cerros de Monserrate, Guadalupe, El Cable y demás, ha demostrado que los mismos están compuestos por un conjunto de rocas arenosas, con algunas intercalaciones de capas de limos y lodos, depositadas todas ellas bajo el agua, en un ambiente costero a finales del Cretácico, es decir hace unos 65 millones de años. Se trata de la denominada Formación Guadalupe, que puede alcanzar 700 m de espesor, y que carece de aporte volcánico alguno. Por debajo de la anterior, no expuesta en Monserrate, pero sí en el descenso hacia Choachí, está la Formación Fómeque, con casi 1 km de espesor, compuesta por arcillas oscuras, depositadas también en aguas marinas, pero algo más profundas, todas ellas pertenecientes al Cretácico.
Así, pues, dentro de las capas que constituyen el Cerro de Monserrate no se encuentra ninguna manifestación de rocas eruptivas propias de vulcanismo originado en ese lugar; tampoco hay allí rastros de cráter o cuello volcánico alguno. En cuanto al levantamiento de Monserrate y el de los demás cerros orientales de Bogotá, que podría interpretarse como debido al crecimiento de posibles de edificios volcánicos, hay que decir que dicho levantamiento es producto de un largo proceso geológico iniciado hace unos 50 millones de años, pero acelerado durante los últimos 5 que, en términos breves, condujo al fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental. Y en cuanto a la altura superior de dichos cerros con respecto de la amplia zona plana donde se encuentra la ciudad de Bogotá, es preciso comentar que por el pie de Monserrate, Guadalupe y los demás cerros que limitan la ciudad por el oriente, corre una fractura mayor (conocida como la Falla de Bogotá), que es una de las facilitaron el ascenso de los cerros capitalinos hasta casi 1000 m por encima de nivel de la Sabana de Bogotá
Entonces, cuando se afirma que hay un volcán dormido bajo Monserrate, se está dando a entender que en ese lugar existió, en algún momento del pasado geológico un volcán activo, que se encontraría actualmente en una especie de estado cataléptico. Sin embargo, como ya se dijo, no hay en Monserrate vestigio alguno de rocas volcánicas, ni tampoco se ha presentado allí ninguno de los arriba mencionados síntomas propios del vulcanismo.
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Tyler Durden
20-02-2015, 14:32:22
Sólo que hayan entrado a una de las cuevas y hayan visto destellos rojizos y que en realidad sólo se trate de "hinchas" de los que sabemos metiendo bareta. :P
RICARDO69
20-02-2015, 15:19:40
Otra distracción de Petro para que no se hable de lo jodida que está Bogotá????
ALBAFIKA DE PISCIS
20-02-2015, 16:07:27
FENIX, ¿Esto no es de zona ciencia o enigma/misterio? .Dado que hay muchos interrogantes sobre el tema.
DarkPit
20-02-2015, 17:35:03
Fenix me puede hacer el favor regalarme la fuente del articulo. Por conocimiento eso no lo creo, revise hace unos años esos estudios (los hizo el Dr. Thomas Van Der Hammen, entre otros) y lo planteado en este articulo lo consideró que no es nada exacto. Lo de la carga genetica considero que es baja en los cerros orientales, hay unos mapas donde se establece que es de caracter bajo a media por el lado del río frió (chía) hacia cota, precisamente una falla pasa por esos lados.
proyectofenix
20-02-2015, 18:05:28
Fenix me puede hacer el favor regalarme la fuente del articulo. Por conocimiento eso no lo creo, revise hace unos años esos estudios (los hizo el Dr. Thomas Van Der Hammen, entre otros) y lo planteado en este articulo lo consideró que no es nada exacto. Lo de la carga genetica considero que es baja en los cerros orientales, hay unos mapas donde se establece que es de caracter bajo a media por el lado del río frió (chía) hacia cota, precisamente una falla pasa por esos lados.
Ahí tienes tu fuente Vampiro: pulso.com
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Fuente_de_la_Plaza_de_San_Andr%C3%A9s_-_C%C3%B3rdoba_%28Espa%C3%B1a%29.jpg (http://www.google.com/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&ved=0CAcQjRw&url=http%3A%2F%2Fcommons.wikimedia.org%2Fwiki%2FFile%3AFuent e_de_la_Plaza_de_San_Andr%25C3%25A9s_-_C%25C3%25B3rdoba_%28Espa%25C3%25B1a%29.jpg&ei=qr3nVKCSHcmmNrKRgpAH&bvm=bv.86475890,d.eXY&psig=AFQjCNEj26B__IbhHo0FJq7kVtr9CBOoyQ&ust=1424559834601988)
Ahí tienes tu fuente Vampiro: pulso.com
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Fuente_de_la_Plaza_de_San_Andr%C3%A9s_-_C%C3%B3rdoba_%28Espa%C3%B1a%29.jpg (http://www.google.com/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&ved=0CAcQjRw&url=http%3A%2F%2Fcommons.wikimedia.org%2Fwiki%2FFile%3AFuent e_de_la_Plaza_de_San_Andr%25C3%25A9s_-_C%25C3%25B3rdoba_%28Espa%25C3%25B1a%29.jpg&ei=qr3nVKCSHcmmNrKRgpAH&bvm=bv.86475890,d.eXY&psig=AFQjCNEj26B__IbhHo0FJq7kVtr9CBOoyQ&ust=1424559834601988)
DarkPit
20-02-2015, 19:17:47
Primero me excuso por que no leí la ultima parte del articulo y hay esta claro que monserrate no es un volcan, no hay vestigios de rocas igneas y composiciones ferricas y vidriosas (rocas porfidicas y obsidianas), ni la famosa piedra pomes, "solo un conjunto de rocas arenosas, con algunas intercalaciones de capas de limos y lodos, depositadas todas ellas bajo el agua, en un ambiente costero a finales del Cretácico". Bogotá después del cretacico se convirtió en un gran humedal (la parte baja de Bogotá son depositos fluviolacustres). En la parte alta cerros tiene varias formaciones, pero en general esta constituida de arcillas, gravas e intercalaciones de limonitas y arcillolitas.
Sobre el origen dice que es por causas de "fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental". Sobre el tema de las cavernas eso existe en muchas montañas (casi por una de esas me mató con un amigo en el nevado del Santa Isabel y ese si es un volcan dormido) eso es por procesos de fracturamiento (procesos erosivos, fracturas por cambios de clima frio-caliente, de origen mecanico, tambien ayuda mucho la porosidad de la roca cuando estos poros se llena de agua y por frío extremo de las madrugadas van modificando la densidad de estas rocas y se rompen en el tiempo, etc).
Sobre el origen dice que es por causas de "fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental". Sobre el tema de las cavernas eso existe en muchas montañas (casi por una de esas me mató con un amigo en el nevado del Santa Isabel y ese si es un volcan dormido) eso es por procesos de fracturamiento (procesos erosivos, fracturas por cambios de clima frio-caliente, de origen mecanico, tambien ayuda mucho la porosidad de la roca cuando estos poros se llena de agua y por frío extremo de las madrugadas van modificando la densidad de estas rocas y se rompen en el tiempo, etc).
proyectofenix
20-02-2015, 19:30:18
Primero me excuso por que no leí la ultima parte del articulo y hay esta claro que monserrate no es un volcan, no hay vestigios de rocas igneas y composiciones ferricas y vidriosas (rocas porfidicas y obsidianas), ni la famosa piedra pomes, "solo un conjunto de rocas arenosas, con algunas intercalaciones de capas de limos y lodos, depositadas todas ellas bajo el agua, en un ambiente costero a finales del Cretácico". Bogotá después del cretacico se convirtió en un gran humedal (la parte baja de Bogotá son depositos fluviolacustres). En la parte alta cerros tiene varias formaciones, pero en general esta constituida de arcillas, gravas e intercalaciones de limonitas y arcillolitas.
Sobre el origen dice que es por causas de "fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental". Sobre el tema de las cavernas eso existe en muchas montañas (casi por una de esas me mató con un amigo en el nevado del Santa Isabel y ese si es un volcan dormido) eso es por procesos de fracturamiento (procesos erosivos, fracturas por cambios de clima frio-caliente, de origen mecanico, tambien ayuda mucho la porosidad de la roca cuando estos poros se llena de agua y por frío extremo de las madrugadas van modificando la densidad de estas rocas y se rompen en el tiempo, etc).
Gracias Darkpit, ahora puedo dormir tranquilo.
Sobre el origen dice que es por causas de "fallamiento, plegamiento y levantamiento generalizado de la Cordillera Oriental". Sobre el tema de las cavernas eso existe en muchas montañas (casi por una de esas me mató con un amigo en el nevado del Santa Isabel y ese si es un volcan dormido) eso es por procesos de fracturamiento (procesos erosivos, fracturas por cambios de clima frio-caliente, de origen mecanico, tambien ayuda mucho la porosidad de la roca cuando estos poros se llena de agua y por frío extremo de las madrugadas van modificando la densidad de estas rocas y se rompen en el tiempo, etc).
Gracias Darkpit, ahora puedo dormir tranquilo.
Miguelito87
21-02-2015, 08:04:27
La falla de Bogotá? Porque siempre terminamos hablando de PETRO :funny:
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