60 y 40 años de cárcel a guerrilleros por muerte de indígenas en Cauca [Archivo]

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10-11-2014, 08:16:11

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En calidad de 'guardados', la Asamblea Indígena reunida en el resguardo de San Francisco, en Toribío (Cauca) durante el juicio a siete presuntos integrantes de las Farc por el asesinato de dos miembros de la guardia indígena, decidió enviar a prisión a cinco adultos y latigazos y un centro de rehabilitación a dos menores.
La asamblea duró seis horas y al final se determinaron 60 años de prisión para Carlos Iván Silva Yatacué, alias ‘Fercho’, miembro del sexto frente de las Farc, quien de acuerdo con las pesquisas realizadas por la autoridad nativa, es el directo responsable de disparar contra Manuel Antonio Tumiñá y Daniel Coicué, el pasado miércoles, cuando un grupo de comuneros le solicitaron retirar vallas alusivas al tercer aniversario de la muerte de alias ‘Alfonso Cano’, máximo cabecilla de las Farc, abatido por el Ejército. (Lea también: Los nasa no ven juicio a guerrilleros como castigo, sino como remedio)
También se determinaron 40 años de prisión para otros cuatro adultos mayores y fueron aplicados 20 'latigazos’ o 'remedio' como llaman las comunidades indígenas el castigo, a dos menores que hacían parte del grupo, que además deben permanecer 15 días para la 'armonización', antes de dejarlos a disposición de un centro de formación del Icbf.. (Vea en imágenes: Así fue el juicio de la Guardia Indígena a los guerrilleros responsables de asesinato)
Se estima que el juicio congregó a unos 5.000 comuneros de 18 resguardos indígenas del Cauca. También se definió la destrucción e incineración de siete fusiles, una pistola, un revólver, tres granadas, además de uniformes camuflados.
'Fercho', a quien le dieron cinco minutos para responder por los hechos, señaló que “nunca se pensó en hacer eso, siempre con el respeto que nos infunden, que les tenemos a las comunidades", pero la asamblea en pleno ratificó que debería permanecer en prisión por un periodo de 60 años. "Yo prefiero responderle a la organización a la que pertenezco y no a otra autoridad", concluyó el hoy condenado por la justicia de la jurisdicción indígena. (Vea en imágenes: Cerca de 2.000 personas asistieron al sepelio de los indígenas asesinados en el Cauca)
Luego rindieron descargos los otros 4 detenidos. La asamblea indígena no aceptó el castigo de fuetazos para ellos y pidió condena de 40 años también en patio prestado o en calidad de 'guardados' en un centro de reclusión del Inpec. Ellos son Arsenio Vitonás Ramos; Robert Pequí Pavi; Eduardo Emilio Illio Tenorio; y Jhon Freyman Dagua Ascue.
Dentro de la recopilación de información de los alguaciles se destacó que el 5 de noviembre, al mediodía, los guardias llegaron hasta el sitio donde los guerrilleros instalaban las vallas en la vereda El Sesteadero, y de manera respetuosa solicitaron quitarlas. "Incluso les dieron hasta un tiempo (para hacerlo), les dieron 20 minutos", dijo uno de los testigos. Pero lo que hicieron los guerrilleros fue llamar a su comandante al que le dijeron: "mire aquí llegaron unos mancitos todos alzados queriendo mandar" y se desencadenaron los hechos.
Los dos menores, de 14 y 17 años, se abstuvieron de dirigirse a la comunidad. Minutos después, la Autoridad Indígena, aclarando que se debía tener en cuenta que los muchachos también eran víctimas al haber sido reclutados siendo niños, decidió someterlos a 20 fuetazos a cada uno y su traslado a un centro de rehabilitación para menores. “No es el fuete porque si, sino que tiene un sentido de armonización de que cómo ha tenido el mal por dentro hay que sacarlo”, se aclaró.

No obstante los dos menores de edad apenas cumplan 18 años serán llevados a una asamblea indígena en la que definirán su futura situación.

Y se indicó que abrirán un proceso a los jefes subversivos que presuntamente autorizaron abrir fuego y atacar a los guardias indígenas.
¿Más amenazas?
El juicio indígena se realizó en medio de la zozobra por el asesinato el viernes de otro miembros de la Guardia Indígena y un panfleto fechado el 7 de noviembre en las montañas de Cauca, en el cual supuestamente 26 representantes de los cabildos de Tacueyó y Toribío, fueron declarados objetivo militar por parte de las Farc y que las acciones contra ellos se iniciarían en 48 horas.

En el documento se amenaza a Germán Valencia, Alcibiades Escué, Albeiro Camayo, Ernesto Cunda, Luciano Méndez, Floresmiro Noscué, Yeinis Poto, Emilio Basto, Emilcen Paz, Miller Correa, Pablo Tenorio, Margarita Hilamo, Abel Coicue, Harold Secué, Henri Chocué, Nelson Lemus, Leonardo Escue, Danilo Secué, Celia Umensa, Marcos Yule, Alejandro Casamachin y además al Gobernador de López y Gobernador de Tóez.

Voceros de la Asociación de cabildos del norte del Cauca (Acin) señalaron que es una cuestión contradictoria de la guerrilla que "se basa siempre en las mentiras para no asumir sus responsabilidades. Los compañeros comunicadores han venido participando y visibilizando las acciones territoriales como también denunciando los atropellos que viven las comunidades por parte de los grupos armados".

Ante lo que representan esas amenazas para la comunidad indígena, la Defensoría del Pueblo manifestó su total rechazó, y exigió a los negociadores de las Farc en La Habana aclarar sí se trata de una postura oficial de la organización, o desautorizarla.
La guerrilla respondió
En un escueto comunicado, las Farc manifestaron su "pesar y preocupación" por el asesinato de los dos indígenas. Sin embargo, no rechazaron la actuación de sus hombres.

La delegación de la guerrilla de las Farc añadió también que tienen "un profundo respeto, tanto por nuestros pueblos originarios como por el conjunto de nuestros combatientes, muchos de los cuales también son indígenas".

Finalmente negaron la autoría del panfleto con amenazas de muerte contra 26 comuneros del norte del Cauca. “El comunicado aparecido en la noche del viernes donde se amenaza a líderes indígenas, atribuido a las Farc, es un comunicado apócrifo", puntualizaron.

Sobre el pronunciamiento insurgente, Gabriel Pavi, consejero de la Acin, afirmó que “ellos siempre han dicho: pedimos disculpas, lo aceptamos pero finalmente eso nunca se supera; vuelven y lo cometen y vuelven y lo cometen”.

Agregó que “nosotros tenemos una esperanza en el diálogo de paz de La Habana, nuestra esperanza es que algún día logremos ver la paz en nuestros territorios porque hasta ahora no la vemos. Solo vemos hostigamientos y asesinatos de líderes, de guardias, de profesores”.

Frente al hecho de que las Farc negaran las amenazas Pavi dijo que la comunidad considera que es un grupo que opera en la región, que pasando por encima las Farc, se atreve a sacar un comunicado y declarar como objetivo militar a 26 personas.
Duro mensaje de sectores políticos del país
El comunicado de las Farc en el que expresan “pesar y preocupación” por la muerte de los indígenas en el Cauca y en el que dicen que la situación “pudo resolverse mediante el diálogo”, provocó críticas de diversos sectores políticos y el pedido al Gobierno y a la guerrilla para comenzar a avanzar en un cese bilateral del fuego.

El senador del Polo, Iván Cepeda, manifestó que tras el “rechazo” que provoca la muerte de los indígenas espera que en la mesa de conversaciones se pueda “avanzar hacia un cese bilateral de hostilidades”.

“Lo que creo es que se debe poner punto final al conflicto armado cuanto antes mediante un acuerdo en la mesa de La Habana, esa es la solución que quiere y que busca Colombia y que están esperando de las conversaciones actuales”, agregó.

Por su parte el senador de ‘la U’ Roy Barreras aseguró que es “lamentable” no solo la muerte de los civiles sino también el “escueto comunicado” de la guerrilla.

Advirtió que “las Farc no han entendido que si siguen atentando contra la población civil cada día será más difícil para quienes defendemos el proceso de paz logar apoyo en la opinión pública”.

Mientras que la senadora uribista Paloma Valencia aseguró que los crímenes de las Farc son “un irrespeto con Colombia” y que es la manera como siempre ha “actuado” ese grupo armado.