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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
RICARDO69
02-11-2014, 20:04:18
Iván Moreno mandó en el IDU desde que el Polo llegó al poder

El 'carrusel' de la contratación no empezó con el arribo de Samuel Moreno a la Alcaldía: Fiscalía.


El poder del exsenador Iván Moreno sobre el Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá, que le permitió manipular varios de los megacontratos de la capital, no empezó con la llegada de su hermano Samuel a la Alcaldía Mayor en el 2008. Iván Moreno, condenado esta semana a 14 años por ese escándalo, era el amo y señor del IDU desde la administración de Luis Eduardo Garzón, y el triunfo de su hermano menor en las elecciones de octubre del 2007 solo hizo que sus acciones subieran en el mercado de la corrupción.

Esa es una de las principales conclusiones de la Corte Suprema de Justicia en la sentencia (la primera en varios procesos por corrupción) contra el excongresista del Polo Democrático. En 329 páginas, la Sala Penal describió la forma en que se movió el entramado ilegal que saqueó las finanzas del Distrito Capital.

Aunque dan plena credibilidad a los testigos contra el exalcalde, los magistrados no dudan en señalar que la prófuga exdirectora del IDU Liliana Pardo más que para el Distrito trabajaba para el senador, que sin mayores problemas logró que la nueva administración la ratificara en el cargo. (Lea también: Para la Corte es clara la participación de Samuel Moreno).

“En palabras simples, como Pardo le debía el puesto, un pedido de Iván Moreno era prácticamente una orden, y su desatención implicaba alto riesgo de perder el empleo”, dice la sentencia.

La Corte, que no es el juez en primera instancia de la mayoría de salpicados, da por descontada la responsabilidad del exalcalde, de Pardo y del excontralor Miguel Ángel Moralesrussi en los hechos. Todos ellos llevan más de tres años esperando sentencia. Sus conclusiones, sin embargo, apuntan a que el exsenador Moreno –que había sido alcalde de Bucaramanga, donde terminó duramente cuestionado– jugaba un “papel preponderante” en la contratación del distrito, al punto de convertirlo en el “socio ideal” para empresarios corruptos. (Lea también: El chárter secreto de Iván Moreno y Emilio Tapia).

Por considerar que su papel como senador del partido que mandaba en Bogotá desde el 2004 fue el factor clave para su poder, decidió seguir con el caso a pesar de que Iván Moreno renunció a su fuero en un fallido intento por evitar el juicio en la Sala Penal. (Lea también: Iván Moreno, caída de un hombre que soñaba con ser presidente).

El Instituto, señala el fallo, fue la cuota burocrática asignada a Iván Moreno, uno de los poderosos en el Polo, el partido en el poder en la capital desde el 2003.

Miguel Nule dice que, cuando Samuel ganó las elecciones, intentó acercarse a través del abogado Álvaro Dávila por su cercanía “fraternal y económica” con los Moreno Rojas. Dávila y los empresarios Julio Gómez y Emilio Tapia, añade la Corte, fueron los intermediarios de los dos hermanos, herederos de la casa política del general Gustavo Rojas Pinilla, que, de acuerdo con la investigación, pedían entre un 4 y un 6 por ciento del valor de los contratos asignados. Precisamente, ahora Iván Moreno enfrentará un nuevo proceso, esta vez por presunto enriquecimiento ilícito con plata de la corrupción.

Tapia, compañero de colegio de Miguel y Manuel Nule en Sincelejo, terminó convertido en hombre de confianza del senador. Los rastros de viajes secretos al exterior, trabajo político con su familia en Sucre y negocios como el alquiler de un avión privado en EE.UU., que el exsenador usó para sus correrías políticas del 2010, tumbaron la estrategia de Iván Moreno de mostrarse distante de Tapia, hoy testigo de la justicia en su contra.

Precisamente fue el empresario quien, en el marco de un preacuerdo para reducir su condena, dio los detalles de cómo el senador Moreno influyó en Liliana Pardo y “ejerció presión psicológica” para que les dieran contratos a los Nule.

Con el apoyo de los hermanos Moreno, señala el fallo, no fue difícil para el Grupo quedarse con los negocios que les interesaban, como la contratación para la reparación de la Malla Vial. Asesorados desde el interior del IDU por un equipo encabezado por Pardo y por el exjefe jurídico Inocencio Meléndez (también condenado y testigo de cargo), lograron manipular los pliegos de condiciones con el fin de restringir la participación de otros proponentes, añadiendo requisitos que solo las uniones temporales donde tenían participación podían cumplir.

Luego los funcionarios del IDU les daban a los Nule, en el orden de elegibilidad, “una posición no tan ventajosa, precisamente para no ser tan evidentes en el contubernio delictual”, dice la Corte.

Las propuestas que superaban a las de los primos y sus socios luego eran rechazadas porque a esos oferentes les asignaban, justo en esos momentos, otros negocios de menor cuantía. “De ese modo, (los Nule) resultaban discretamente favorecidos”, se lee en la sentencia.

Los controvertidos primos Miguel, Manuel y Guido Nule, quienes según sus propios socios inicialmente no tenían ninguna posibilidad de quedarse con los contratos 071 y 072 de Malla Vial, terminaron así con los millonarios negocios, valorados en 600.000 millones de pesos.

Iván Moreno no solo “determinó” a Liliana Pardo para que cometiera delitos. También, según la sentencia, se preocupó por garantizar que sus órdenes ilegales se cumplieran. Luis Eduardo Montenegro, segundo de Liliana Pardo, dijo en el proceso que tuvo que ir a casa del exsenador a rendirle cuentas de cómo marchaban las megalicitaciones de Bogotá.

Todos estos argumentos le dieron sustento a la condena por interés indebido en la celebración de contratos y tráfico de influencias.

El expediente señala que antes de que el derroche y los malos manejos de los Nule los llevaran a incumplir las obras y el pago de las comisiones ilegales pactadas en el ‘carrusel’ de la contratación, Moreno “extorsiónó” a Miguel Nule para que le entregara a su esposa, Lucy Luna de Moreno, dos áreas para gasolineras en la concesión Bogotá-Girardot, de la que el grupo era accionista.

“Iván Moreno tiene un estilo hambriento y hostil”, dijo el controvertido empresario sobre la presión que recibió del exsenador. La Corte consideró probada esa intentona, que finalmente se frustró porque los socios de los Nule se negaron a una petición que consideraron inexplicable, y por eso condenó también a Moreno por el delito de concusión. Los magistrados dijeron que el político amenazó al Nule con “dañarle sus relaciones contractuales con el Distrito Capital”.

La condena de 14 años podría no ser la única que ajuste el delfín de la familia Moreno Rojas. Los contratos de TransMilenio por la Calle 26, que marcaron la debacle del Grupo Nule, y las versiones de varios de los salpicados en los escándalos del manejo de la Salud del Distrito también lo rondan.

A pesar de la sentencia, él y su hermano sostienen que son inocentes, que sus antiguos amigos los engañaron y que mienten para buscar beneficios y que detrás del escándalo del ‘carrusel’ hubo intereses políticos.

Qué dice el fallo
En la primera sentencia en todo el proceso que se logra sin que el acusado haya aceptado cargos, la Corte da por ciertas varias historias que sonaban desde los primeros días del escándalo.

Entre ellos están la existencia de vuelos privados, la mayoría a Estados Unidos, entre varios de los protagonistas del escándalo, y las reuniones realizadas en la antigua casa del general Gustavo Rojas Pinilla en el sector de Teusaquillo, en Bogotá.

También, la famosa reunión en un ‘Starbucks’ de Miami, que se habría realizado entre el 5 y 6 de julio del 2008 y que, dicen los Nule, fue la manera como el abogado Álvaro Dávila les demostró que hablaba en nombre de los Moreno en la negociación de las comisiones ilegales. Iván Moreno niega haber asistido, pero la Corte señala que los indicios muestran lo contrario.