Cocaína rosada, el negocio que estaría detrás de la masacre en Cali

[Ayudante De Santa]

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Una dosis de esta droga (2CB) valdría $ 150.000. Control del negocio, la hipótesis de la 'vendetta'.

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Foto: Juan B Diaz.
Sitio donde se realizó la masacre de 8 personas en zona rural de Cali a 200 metros del Club campestre Farallones.

Las cámaras de seguridad del sector de La María, en Cali, tienen la clave para esclarecer la masacre que el pasado viernes dejó 8 personas muertas.
Esas imágenes son claves para identificar a los autores del múltiple crimen. La Policía y la Fiscalía ya manejan los alias de varios señalados narcos que habrían estado en la finca en la que se dio el múltiple asesinato, que aparece a nombre de un narco extraditado y en la que el objetivo principal de los asesinos era Julio César Paz Varela, alias ‘J1’.

Hasta ahora, la hipótesis más fuerte tiene que ver con una disputa de la mafia por el control del mercado de la droga conocida como ‘2CB’ o cocaína rosada. El enfrentamiento, de acuerdo con las investigaciones, era entre la gente de ‘J1’ y el grupo de Greylin Fernando Varón Cadena, alias Martín Bala, y Héctor Mario Urdinola, alias Chicho. Ellos eran los jefes del clan Úsuga en el Valle y están presos.

Entre los dos manejaban en Cali el negocio del ‘2CB’, un droga sintética que también se conoce como ‘venus’, ‘nexus’ o ‘tucibi’ (‘2CB’ en inglés). Su origen es alemán, y en los lugares de rumba es conocida por su presentación granulada y en diferentes colores. Aunque se le llama ‘cocaína rosada’, en realidad no contiene alcaloide.

El valor de una dosis, según investigadores de la Dijín, llega hasta los 150.000 pesos. La más cara del mercado.

“Sus efectos comienzan luego de 20 minutos de haberse consumido y se prolonga hasta por cuatro horas”, dice un informe de la Policía. Además agrega que: “Cuando el ‘2CB’ llega al cerebro, se fija a los receptores de dopamina, adrenalina y noradrenalina”, que la hace más potente y peligrosa.
Las investigaciones sobre esta sustancia, comercializada especialmente en Cali, Medellín y Bogotá, han permitido la incautación de 9.072 dosis en los últimos dos años. Esto, según cifras de la Policía Antinarcóticos.

La incautación más reciente ocurrió en junio pasado, cuando en el barrio Pampalinda, en Cali, la Dijín halló un laboratorio artesanal para el procesamiento de esta sustancia. Allí encontraron tres hornos y 1.627 gramos de ‘2CB’.

Su uso, aunque limitado, va en aumento. En la encuesta de consumo revelada este año por la ONU y los ministerios de Justicia y de Salud se registró que el 0,03 por ciento de los encuestados dijo haber consumido esta droga alguna vez en la vida.

La llegada de esta sustancia al país, de acuerdo con la Policía, ocurrió en el 2007. Los primeros embarques llegaron a Medellín, desde Alemania, por intermedio de Centroamérica. Las investigaciones de la Policía señalan que la banda de Urdinola habría secuestrado al hombre que la trajo para obligarlo a entregar la receta. En el mercado colombiano se consume una mezcla del producto alemán con otras sustancias ilícitas.

Hace dos años, tras la captura de Urdinola –sobrino del extinto capo Iván Urdinola–, el negocio habría quedado en manos de alias ‘J1’, quien a su vez fue detenido en julio. Ahora se investiga cómo este último logró quedar en libertad luego de que un fiscal le cambiara el delito de extorsión agravada por el de constreñimiento ilegal, que es excarcelable. Llevaba libre una semana cuando lo mataron.

Por eso habrían enviado al narco alias ‘Camilo’, socio en el negocio del ‘2CB’, para realizar el ajuste de cuestas, que terminó en la masacre. La Policía sigue los pasos de ‘Camilo’ que habían sido citados a la mansión de La María. También a ‘Focus’, otro narco en ese negocio ilegal.

Fuente: El tiempo