Franck Ribéry fue mejor que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo

[Ayudante De Santa]

[INDIVIDUAL]

http://www.pasionlibertadores.com/__export/1411062871213/sites/pasionlibertadores/img/noticias/2014/09/18/ribery-francia-620x444.jpg_787813774.jpg

La mejor manera de emitir fundamento es sabiendo de lo que se habla, algo que no suele ser normal ya que ante cualquier cuestión ajena que nos signifique rechazo vinculada al fútbol, difícilmente no sea mal difundida. Por ejemplo, cuando Franck Ribéry o Bilal Yusuf Mohammed (nombre que lleva según su nueva religión, el Islam) salió a decir que él era mejor que Messi y Cristiano y merecía el título a mejor jugador de la UEFA en 2013, muchos criticaron su versión vehementemente.
El hecho es que el francés, que ganó finalmente el premio y de forma muy merecida por su brillante actuación en la obtención de la Champions en el Bayern Munich, fue mejor que Messi y Cristiano Ronaldo en un ámbito más complejo, la vida. Sin desmerecer los sacrificios y esfuerzos que han vivido el argentino y el portugués, ambos con infancias complicadas, Ribéry tuvo que ser mejor que ellos y que cualquiera para poder haber ganado un galardón individual tan importante, para haber logrado tanto con tanto perdido, valga la redundancia.

"De pequeño se burlaban de mí en la escuela y me escondía a llorar en un rincón. Pero eso me ha ayudado en la vida”
Aquí no se discute qué genio sufrió más, si no el motivo por el que se dictaminó mejor. Su enorme cicatriz en el rostro no es más que una prueba feaciente de lo que es hoy en día Ribéry, quien nunca quiso hacerse una cirugía dado que de esa manera se hacía más fuerte ante la atenta mirada burlona que protagonizaron en su momento inocentes niños durante la infancia. Es que él era muy pequeño cuando le tocó salir despedido del automóvil, con sus 2 años de vida rompió y atravesó el cristal delantero durante un accidente del que salió milagrosamente con vida.

http://www.pasionlibertadores.com/export/sites/pasionlibertadores/img/noticias/2014/09/18/franck-mujer-620x44.jpg_1120223578.jpg
No iba con sus padres en el auto, no. No los conoció. No porque estuviesen muertos, si no porque lo abandonaron en un humilde convento de monjas de Boulogne Sur Mer (ciudad de nacimiento) con meses de vida. Allí vivió varios años en los que forjó una personalidad rebelde, pero con causa, la menos peligrosa de las rebeldías. Vivía escapándose de la rutina para ir a jugar al fútbol con los niños del barrio, cosa que el joven Franck tuvo tanto como prioridad que desafió los límites provocando su expulsión del convento.
¿Franck Ribéry o Bilal Yusuf Mohammed?

En su casa actual, en donde vive junto a su mujer Wahiba Belhami, ser determinante en su vida por la que cambió su religión, y tres hijos, debe haber hecho uso de sus primeras habilidades: la de albañil. Dicha profesión que tuvo que aprenderla para sobrevivir a la soledad que le deparó la ida el convento durante su juventud. Ribéry trabajó en el rubro varios años juntando dinero y con un objetivo en juego que hacía valer la pena su vida, el fútbol. Ya de novio con la revolucionadora de su vida y actual mujer, tuvo en ella el apoyo que necesitó para cuando inició en el Union Sportive de Boulogne Côte d'Opal, club del vecindario, y el Alès, Brest y Metz, equipos por los que pasó sin pena ni gloria.
Surgió la posibilidad de probar suerte en el Galatasaray, en Turquía, y allí fue Franck junto a su mujer. Jugó una temporada en la que no llegó a disputar 14 partidos y fue cuando el Olymplique de Marsella decide darle una oportunidad, que esta vez aprovecharía y con gloria. Fue tal lo mostrado en la temporada 2005/2006 que fue citado para jugar en la Selección Francesa participando luego en el Mundial de Alemania 2006. El resto forma parte de una historia conocida a través de los logros y éxitos obtenidos, proezas que no hubiese podido lograr de haber sido menos que Messi o Cristiano Ronaldo. Por eso el francés, lejos de sentir rencor comenta siempre que ese sentimiento fue un poco la clave de su éxito y si bien no les está agradecidos ya que mucho padeció por su figura, encontró el consuelo más deseado.