El “autovitrineo” internacional de Jorge Sampaoli

[Ayudante De Santa]

[INDIVIDUAL]

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No parece lógico tras las buenas sensaciones que dejó en el Mundial la actuación de la mayoría de las selecciones latinoamericanas pero hoy, a menos de un mes de la final de Brasil 2014, apenas dos de los nueve países que representaron a esta parte del planeta fútbol tienen técnico confirmado: México con Miguel Herrera y Chile con Jorge Sampaoli.
Varios, con drama o escándalo en algunos casos incluso, ya se quedaron sin entrenador tras el alejamiento de quienes los condujeron con éxito desde la banca en la previa y o durante el Mundial: Jorge Luis Pinto en Costa Rica, Reinaldo Rueda en Ecuador, Alejandro Sabella en Argentina, Luiz Felipe Scolari en Brasil y Fernando Suárez en Honduras ya renunciaron o fueron despedidos.
A ellos hay que sumar la incertidumbre sobre la continuidad de José Pekerman en Colombia y de Óscar Washington Tabárez en Uruguay.
En resumen, un cuadro que vuelve a mostrar la inestabilidad de los proyectos a mediano y largo a plazo en el fútbol latinoamericano, una realidad que se ha transformado en una marca registrada de los procesos técnicos por estos lares. Claramente en América Latina el concepto del “proceso” no goza de buena salud; ni siquiera cuando acompañan los buenos resultados.

Sampaoli en vitrina
Con ese contexto ni siquiera en Chile, donde Sampaoli tiene contrato vigente hasta el 2018, se puede tener certezas absolutas. Hoy el técnico santafecino goza de popularidad y prestigio gracias al excelente trabajo realizado en Universidad de Chile y la Selección Chilena. Más allá de los resultados y objetivos, a Sampaoli se le agradece y reconoce la impronta futbolística que le ha dado a la Roja, convirtiéndola en un equipo agresivo, protagonista y de mentalidad ofensiva, independiente del rival de turno.
Hoy Chile se para de igual a igual con cualquiera y eso, en gran medida, se debe a los principios tácticos que pregonan las ideas del ex técnico del Emelec. Esos conceptos son los que han llamado la atención de la prensa y el medio futbolístico internacional; por eso, y es de toda lógica, el adiestrador de la Roja es mirado con especial atención, convirtiéndose en una alternativa atractiva para asumir la dirección de un club de una liga grande en Europa, sueño confeso de Sampaoli, o de alguna selección nacional que pueda superar las expectativas que le entrega su actual trabajo al DT.
Existe actualmente un debate importante por la continuidad o no del entrenador, pensando en la Copa América de Chile 2015 de junio y las eliminatorias para Rusia 2018 que comienzan en octubre del próximo año. La discusión no nace de los méritos que tiene el casildense para continuar; ahí hay consenso total de que debe seguir en la banca. La polémica nace del descarado “autovitrineo” que ha protagonizado el técnico en diversos medios internacionales.
Está bien que el DT sueñe con dirigir fuera de Chile ¿pero es necesario manifestarlo cada vez que enfrenta el micrófono de un medio extranjero? Sobre todo cuando se tiene un compromiso contractual vigente.
Sampaoli en Chile solo habla en conferencias de prensa; no hay diálogos mano a mano. Traspasadas las fronteras en cambio, el estratega no tiene problemas de otorgar exclusivas. Tutto Sport de Italia, Marca de España, Fox Sports y ESPN en Latinoamérica, etc. Cuando el idioma o el acento del periodismo es distinto al chileno, a Sampaoli le aparece el entusiasmo por la charla íntima, el diálogo extenso y el intercambio de conceptos futbolísticos.
¿Está en su derecho de hablar en exclusiva con quien quiera? Absolutamente. Pero al elegir solo medios internacionales demuestra a destajo que su intención de hacerse notar afuera ¿Para qué? Obvio: diseminar su pensamiento futbolístico por el mundo, con el objetivo de levantar la mano para que vean y escuchen que, a la luz de sus declaraciones, su contrato tiene “un compromiso moral solo hasta Copa América con el fútbol chileno” y que tras el torneo, el que aspira ganar con la extraordinaria generación de jugadores que tiene a disposición, evaluará su continuidad o no en la Roja.

¿Espera o cambio total?
Para muchos por acá, la ANFP (rectora del fútbol chileno) no puede arriesgarse a una salida de Sampaoli tras el Sudamericano. El argumento es que solo habrá tres meses entre la final del torneo y el inicio del largo camino a Moscú.
Cada cual tiene su opinión y los temores pueden ser justificados. Sin embargo, pienso que hoy en el fútbol tres meses pueden ser una eternidad y nadie asegura que Chile tendrá una buena actuación en su Copa América.
¿Qué pasa si el equipo de Sampaoli hace un papelón que demuestre un desgaste entre el DT y su plantel? Seguro que muchos pedirán la salida de Sampaoli para darle otro aire al seleccionado de cara a la clasificatoria. Chile cambió de técnico en plena ruta a Brasil 2014, y la salida de Claudio Borghi no solo descomprimió la interna del camarín rojo, también significó un salto futbolístico absoluto con el nuevo técnico, permitiendo que el equipo se afirmara, protagonizando una arremetida que le regaló la clasificación sin problemas y mostrando un nivel sobresaliente.
Es verdad, los contratos están para respetarlos, pero también es cierto que nadie puede trabajar obligado (ni empleador ni empleado) y para eso están las cláusulas de salida bilaterales. Sampaoli la tiene y si él o alguien quiere pagar el U$1.800.000 que implica el rompimiento de su compromiso legal listo, gracias por todo, suerte y que te vaya bien.
El patético llanto de las viudas de Marcelo Bielsa tras su salida demostró que nadie es imprescindible. Lo que sí es obligatorio es que la ANFP tenga un plan B por si el entrenador decide partir o la propia federación opta por un cambio. Y en esas instancias la clave es darle continuidad al proyecto futbolístico con un técnico que mantenga el estilo y los principios que le han dado resultado a Chile en los últimos años: un técnico trabajador, con vocación ofensiva, respeto total por la disciplina y privilegio del método antes que el instinto.
Para que hacer dramas entonces. A esperar que la historia siga su curso natural y después de Copa América hablamos.