El niño que se aferraba al paramédico: la historia de la foto

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23 de julio 2014
El niño que se aferraba al paramédico: la historia de la foto


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Esta foto de un niño herido en un ataque israelí el apego a un médico en el hospital al-Shifa se volvió viral en Internet. (Imágenes Ezz al-Zanoun / APA)

La noche del jueves, 17 de julio, era el más pesado sin embargo, desde el bombardeo de Gaza por parte de Israel comenzó hace casi dos semanas.

Decenas de personas llegaron al hospital al-Shifa de Gaza City, donde estaba de turno esa noche. Algunos llegaron despedazado, algunos decapitados, algunos desfigurados más allá del reconocimiento, aunque aún vivo y respirando.

Aparentemente indiscriminado fuego de artillería, un nuevo elemento en el asalto de Israel, había cobrado un alto número de víctimas civiles.

El personal médico de la suerte de conseguir un descanso de menos de media hora. Algunos pasaron viendo que las bengalas y bombas de Israel estaba lloviendo en los barrios orientales de la ciudad de Gaza, mientras que otros repostar con café o establecen por unos momentos.

La relativa calma no duró mucho. Alrededor de las 03 a.m., unos ocho o nueve bajas llegaron a la sala de emergencia a la vez. El último en entrar eran cuatro hermanos - dos de ellos niños pequeños, tanto cerca de tres años, con heridas relativamente superficiales. Pero estaba claro que fueron sacados de debajo de los escombros, la cara y la ropa cubierta de polvo y suciedad.

Entonces vino el mayor de los cuatro hermanos, un niño en sus primeros años de adolescencia. Su cabeza y su rostro estaban cubiertos de sangre y estaba presionando un trapo en la cabeza para contener el flujo. Pero su atención se centró en algo más: "Salva mi hermano pequeño!" Siguió gritando.

El último en llegar fue su hermano, el niño en la foto de arriba que circuló por todo el mundo.
"Quiero que mi padre!"

Fue llevado en por un paramédico y de inmediato corrió a la unidad de cuidados intensivos, que está justo al lado de la sala de emergencias. Él se aferró a los paramédicos, clamando: "¡Quiero a mi padre, me traen a mi padre!" Hasta que tuvo que ser forzado a dejar ir.

Mientras estaba parada por, alerta a las órdenes, un grupo de cuatro personal médico de inmediato comenzó a tratar al niño. Pero siguió pataleando y gritando y llamando a su padre.

Sus heridas eran graves: una herida en el lado izquierdo de su cabeza lo que podría indicar una fractura de cráneo y un gran trozo de metralla en el cuello. Otra pieza de metralla penetró su pecho y un tercero había entrado en su abdomen. Había muchas heridas pequeñas en todo el cuerpo.

Medidas inmediatas había que tomar para salvar su vida; que fue sedado por lo que los médicos podían ir a trabajar.

Al examinar cuidadosamente las heridas, parecía que la explosión de la artillería ronda volando pequeñas piezas de piedra de las paredes de su casa, y que algunos de sus heridas fueron causadas por estos proyectiles de alta velocidad.
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Foto de: Belal

Él era extremadamente afortunado: su lesión en el cuello era tan sólo una pulgada de distancia de una arteria importante, su lesión en el pecho penetró todo el camino a través, pero no logró perforar el pulmón, y su abdomen fue alcanzado por metralla que acaba de perder a su intestino.
Suerte

Él tuvo un golpe de suerte negado a muchos esa noche.

Los médicos realizaron medidas heroicas en muy poco tiempo, y se salvó la vida del niño.

Mientras tanto, en la sala de emergencias, el hermano mayor fue cosida y los dos hermanos menores se lavaron y minuciosamente examinada por posibles lesiones ocultas.

De alguna manera, a pesar del horror y el dolor, que estaban durmiendo. No sé cómo lo hicieron, pero me sentía envidia y agradecido por la misericordia divina, que encontró su camino hacia ellos.

Su hermano, con las heridas más graves es casi seguro que sobrevivir, pero con muchas cicatrices y un período de recuperación difícil, tanto física como psicológica.

Demasiadas muertes se produjo en esa noche, demasiados para mí para obtener el nombre de este niño, para saber si él se reunió con su padre, o incluso lo que pasó con el resto de su familia.

Pero hay una cosa que sé a ciencia cierta, y es que cientos de niños como él sufrieron lesiones similares o peores, y hasta el momento de escribir esto, casi ochenta niños al igual que lo han sido asesinados tan despiadado ataque de Israel continúa.