Falcao, el fútbol te sigue esperando

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Falcao, el fútbol te sigue esperando
El artillero está con Mónaco en Barranquilla, pero no jugará este domingo contra Junior.

Por: ESTÉWIL QUESADA FERNÁNDEZ
10:15 p.m. | 19 de julio de 2014 Radamel Falcao, jugador colombiano.
Foto: Carlos Capella/ EL TIEMPO
Radamel Falcao, jugador colombiano.
De la tristeza enorme y el corazón destrozado que confesó tener en enero pasado, Radamel Falcao García pasó a mostrar este fin de semana en Barranquilla su rostro sonriente por la posibilidad de regresar este domingo a la cancha.

A dos días exactos de cumplir seis meses de la lesión que lo marginó del sueño de toda su vida, el Mundial de fútbol Brasil 2014, El ‘Tigre’ volverá al estadio donde brilló con la Selección, pero no jugará con su equipo, el AS Mónaco, que este domingo enfrenta al Junior, en el metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, en el inicio de la Copa Euroamericana.

“Estoy feliz de volver a un lugar muy conocido: el cariño lo llevo por dentro con este Metropolitano”, declaró el samario, el pasado viernes durante la presentación oficial del encuentro, para referirse al máximo escenario deportivo del país, que lo consagró como goleador colombiano en las pasadas eliminatorias mundiales.

Aunque en el acto, celebrado en un hotel del norte de Barranquilla, Alfonso Nohaín, director de deportes de Directv América, empresa organizadora del partido, había anunciado la presencia de Falcao, este no lo afirmó, pero tampoco lo negó. El que se encargó de confirmar que Falcao no jugará fue el técnico del Mónaco, Leonardo Jardim. El atacante prefirió hablar de su recuperación. “Ha sido buena y lo más corta posible. No tengo afán. Ojalá que rápidamente pueda llegar al máximo nivel por el Mónaco y la selección Colombia… Estoy en la parte final de la recuperación… El ritmo lo marca la respuesta que doy”.

Un Falcao diferente

Cada respuesta suya iba acompañada, por lo general, de una sonrisa. Era la sonrisa de la felicidad por estar cada vez más cerca de la competencia y de lo que le gusta hacer desde niño y por herencia paternal: de jugar fútbol.

Diferente al Falcao del gesto de dolor del miércoles 22 de enero último, cuando abandonó la cancha poco antes de finalizar el primer tiempo del partido que Mónaco, con gol suyo de pierna izquierda a los 29 minutos, ganaba 1-0 (y ganó 3-0) al Chasselay, equipo de la tercera división, en los 16avos de final de la Copa de Francia.

Una fuerte entrada desde atrás del defensor Soner Ertek, que el árbitro no consideró falta, golpeó en la pierna izquierda del colombiano, cuando el balón estaba en la derecha, luego de un enganche.

Falcao cayó y salió en camilla, con sus compañeros agarrándose la cabeza por la preocupación. “Creo que la lesión de Falcao es grave”, alcanzó a decir su compañero Jeremy Toulalan.

Con el paso de las horas ese mal presentimiento se transformó en una desagradable noticia para el club del Principado y toda Colombia, cuando se oficializó el dictamen médico: rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda.

El técnico del Mónaco, Claudio Ranieri, culpó al árbitro por no frenar desde el pitazo inicial el juego violento. Y Soner Ertek, el defensor agresor marcado con el número 4 en la espalda, se lamentó por el caso. “Estoy decepcionado. Odiaré mi vida si su temporada ha terminado”.

Antes de entrar en cirugía con su médico de confianza, el portugués José Carlos Noronha, Falcao dijo que tenía la confianza “de un grano de mostaza” de poder jugar en el Mundial de Brasil, mientras recibía mensajes de estímulos de Colombia y el mundo entero por su pronta recuperación. Era difícil que regresara para estar el Mundial. En ninguno de los casos conocidos en el fútbol ningún jugador había actuado en cuatro meses y tres semanas, es decir, el 14 de junio, cuando Colombia enfrentaba a Grecia en el comienzo del Grupo C de Brasil 2014, en Belo Horizonte.

EL TIEMPO supo que Falcao siempre quiso acelerar los procesos, pero que su familia y su propio representante, el portugués Jorge Mendes, le insistieron que primero estaba su futuro. El delantero lo admitió entre palabras, poco a poco. El director técnico de la Selección, el argentino José Pékerman, confesó que esperó hasta último momento y el 2 de junio, plazo máximo otorgado por Fifa para el listado oficial de 23 jugadores, oficializó lo que se prácticamente se daba por hecho: no jugaba en Brasil.

Como uno de los grandes ausentes del torneo, llegó como espectador a Belo Horizonte en el estreno de Colombia y, con el 3-0 sobre Grecia en el estadio Mineirão, gozó el espectáculo ofrecido por sus compañeros, encabezados por su amigo y miembro también del Mónaco, James Rodríguez.

“Fue la Copa soñada por nosotros. Una presentación maravillosa de James. Él como el resto de futbolistas deben estar satisfechos por lo hecho, pero con un dolor en el corazón porque podemos jugar de igual con otros equipos”, manifestó el viernes en Barranquilla sobre la consagración de Rodríguez como goleador del Mundial.

Dijo que, luego de gozarse el mundial como hincha, ahora queda el reto como jugador a él y a todos los futbolistas colombianos de defender ese sitial ganado en Brasil. “Colombia está en boca de todo el mundo… Pero eso se puede perder en un partido”.

Y él no quiere que el prestigio del país ni el suyo se pierda. Por eso, cuando le preguntaron sobre su posible ida al Real Madrid, respondió con claridad: “Estoy enfocado en mi rodilla. Lo que me quita el sueño es hoy volver al campo y estar como antes de la cirugía...”. Todavía no es el momento, pero está cerca.

ESTÉWIL QUESADA FERNÁNDEZ
Redactor de EL TIEMPO
Barranquilla