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Ver la Versión Completa Con Imagenes : (CON audio) golpismo NO! : Duro 'jalón de orejas' de César Gaviria al ministro de Defensa


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
05-06-2014, 13:42:01
http://audio.bluradio.com/files/66699.html

Duro 'jalón de orejas' de César Gaviria al ministro de Defensa
"Pinzón regañó a su jefe, el presidente Santos", dijo el expresidente al referirse de nuevo sobre las denuncias de uniformados participando en política.


http://thumbnails110.imagebam.com/33122/34d299331218977.jpg (http://www.imagebam.com/image/34d299331218977)
Por: Redacción Política

Duro 'jalón de orejas' de César Gaviria al ministro de Defensa
El expresidente César Gaviria Trujillo, jefe de debate de Juan Manuel Santos, aclarando que no está en el plan de regañar ministros, volvió a criticar al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

En diálogo con Blu Radio, Gaviria condenó que Pinzón pasara a “regañar” a las dos campañas políticas e hiciera caso omiso a las denuncias de participación en política de miembros de la Policía y el Ejército. (Lea: Acusan a policías y militares de injerencia en la campaña política).

“El ministro en vez de decir voy a investigar y si eso está ocurriendo voy a sancionar, nos metió un regaño terrible y hasta el momento no lo hemos oído decir que le interesa recibir las denuncias”, dijo.

El expresidente reprochó que Pinzón por partes iguales hubiera cogido las dos campañas –de Santos y Zuluaga– y dijera que estaban “manoseando” a las Fuerzas Armadas”. (Lea: Mindefensa exige a sectores políticos "no manosear" a las FF.MM.).

“No he visto al presidente Santos manoseando las Fuerzas Armadas…nosotros oímos en las bancadas unas denuncias y nos imaginamos que el ministro iba a anunciar las investigaciones del caso”, recalcó.

Y agregó: “El ministro de Defensa se puso furioso y en vez de abrir la investigación, repartió por parejo y regañó a su jefe…acusó prácticamente al presidente de usar las Fuerzas Armadas; eso es inaudito”.

Gaviria insistió en que hay denuncias sobre presunta participación de Fuerzas Armadas pues se han escuchado versiones que apuntan que uniformados preguntan a los ciudadanos por quién van a votar.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
INDIVIDUAL
05-06-2014, 13:43:52
habra que subriles el sueldo para que coman callados jajaj

asi con en cubazuela

Tyler Durden
05-06-2014, 13:46:26
http://thumbnails110.imagebam.com/33122/34d299331218977.jpg

¡Ay bruta!

PEDROELGRANDE
05-06-2014, 14:10:28
CATALINA RUIZ-NAVARRO 4 JUN 2014 - 11:45 PM
Los hijos de la guerra
Catalina Ruiz-Navarro
“Descubrí con mucha sorpresa mía que me gusta el silbido de las balas y que en vez de agacharles la cabeza la alzo un poco para oírlas más de cerca: amo el peligro de la lid más todavía de lo mucho que amo todos los peligros, por ser aquel más inminente y caballeresco”, escribe el poeta Rafael Pombo en su diario, en 1855.

Por: Catalina Ruiz-Navarro

Pareciera que los colombianos, desde militares y políticos hasta poetas, siempre hemos estado engolosinados con una guerra de la que todos somos, a la vez, víctimas y responsables. Es posible que no sepamos vivir sin el conflicto, porque su rabia nos define, como si nuestra guerra de guerras encadenadas nos generara un síndrome de Estocolmo. Pero la guerra solo es admisible desde las metáforas. La muerte, en el tú a tú, no es bella ni glamorosa, ni siquiera es heroica. La guerra siempre es una tragedia.

En su reciente propaganda televisiva, Juan Manuel Santos le pregunta a un grupo de colombianos si prestarían sus hijos para la guerra. Todos le contestan como —salvo rarísima excepción— le contestaríamos todos, la guerra deja de ser justificada cuando alguien cercano arriesga su pellejo como soldado. Su propaganda además expone una verdad descarada: que a las trincheras no van los hijos de los ricos (no fueron los hijos de Uribe ni los de Zuluaga), que el servicio militar en Colombia solo es obligatorio cuando no puedes pagarle a un médico por una excusa o a un burócrata por el trámite de los papeles. Ninguno de mis compañeros del colegio (hoy uribistas en su mayoría) prestaron el servicio militar… A juzgar por la cantidad de “no aptos” que había en el colegio, cualquiera creería que era un plantel de esos que algunos —inapropiadamente— llaman “de educación especial”.

Cuando el uribismo ondea sus beligerancias se olvida de que quienes ponen la carne de esa guerra son los pobres, que arriesgan el pellejo en todos los bandos (ejército, guerrilla, paras, bacrim) obligados por unos pocos a luchar una guerra ajena. Puede ser que en algunas cosas Santos y Zuluaga se parezcan, pero en lo que sin discusión se diferencian es en las posibilidades de negociar exitosamente el proceso de paz. No porque a alguno de los dos le importe genuinamente el fin del conflicto (a ambos les importa el poder, ondeando la bandera que sea), sino porque Santos lo necesita y Zuluaga (es decir, Uribe) lo detesta. Porque a uno le conviene tomarse una foto firmando la paz y el otro saca todo su capital político de la guerra. La “paz” también es pluralidad política y el disenso pacífico, la posibilidad de privacidad, protesta, crítica y resistencia. Ante un posible gobierno autoritario como el de Zuluaga, en el que Uribe dominará el Senado, Ordóñez la Procuraduría y entre ellos elegirán tres magistrados de la Corte Constitucional, votar por Santos no es renunciar al derecho a hacer oposición, es salvaguardarlo.

Supuestamente la propaganda de Santos irrespeta a los militares. ¿Diciendo que no quiere la guerra? El conflicto no es lo único que dignifica a los soldados, que no tendrían que pasar hambre y frío en el monte en enfrentamientos sin fin. Tratar de acabar por la vía militar la guerra en Colombia es como empujar una roca cuesta arriba una y otra vez hasta el infinito: es irresponsable condenar a generaciones de colombianos a hacer la tarea de Sísifo. También critican a Santos por haber sido (bajo el mando de Uribe) el ministro de Defensa, responsable cuando ocurrieron los crímenes de Estado que llamamos “falsos positivos”, y por representar a la endogámica oligarquía colombiana. Ambas críticas son falacias ad hominem. No importa si lo dice Santos, que tiene rabo de paja y cola de cerdo, es una verdad innegable que nadie quiere mandar sus hijos a la guerra.