A boca de urna

[Ayudante De Santa]

[PEDROELGRANDE]

Nadie debería extrañarse del escándalo del video del hacker conspirando con Óscar Iván Zuluaga contra la paz, que el uribismo pretende disipar con temerarias acciones judiciales, como en la serie de televisión del truculento doctor Mata.
Por: Ramiro Bejarano Guzmán

No se olvide el ADN de Uribe, inspirador y dueño del Centro Demoníaco: su vida pública siempre ha estado sacudida por problemas de chuzadas y espionaje. Al término de su gobernación en Antioquia estalló una algarabía en la que estuvo comprometido el entonces coronel Santoyo, por cuenta de la cual se supo que fueron interceptadas 1.200 líneas telefónicas. Luego el DAS, durante su presidencia, hizo las que hizo y hoy dos de sus exdirectores están uno condenado y la otra fugitiva; y ahora en esta campaña electoral de su protegido Zuluaga vuelve el jueguito de chuzar y espiar. Como nunca les ha pasado nada, les quedó gustando.
No es, pues, fortuito que las relaciones con el hacker Sepúlveda sean la piedra en el zapato que tiene incómodo a Óscar Iván y hasta salido de casillas, como lo demostró con su pose grotesca de exigir respeto en el curso de un debate, porque le dijeron lo que no puede negar: que es un títere. ¿Cómo será si llega a la Presidencia? No exigirá sino que ordenará que se le respete, claro, con todo el poder del Estado.
Ni tampoco es ocasional la defensa desesperada y mentirosa que hoy Óscar Iván ha emprendido para hacernos creer que es un montaje el video donde aparece enterándose, sin inmutarse, de los delitos del hacker, o que su campaña es víctima de infiltración por fuerzas oscuras que sin embargo ellos mismos contrataron para que hicieran lo que hicieron.
En efecto, durante la seguridad democrática, cuando se hizo notoria la pavorosa máquina de espionaje que se manejó desde el DAS contra magistrados, críticos y opositores, Uribe se defendió diciendo que se trataba de una infiltración al Gobierno porque él también había sido chuzado. Como prueba invocó la grabación de su conversación del “si lo veo, le doy en la cara, marica” y otra que sostuvo con el expresidente de la Corte doctor César Julio Valencia. ¡Mentiras! La primera grabación permite apreciar que quien grabó fue la misma persona que estaba llamando desde la Presidencia, pues se oye la voz de la secretaria hablando antes de que contestara el fotógrafo de marras. Y en relación con la conversación con el exmagistrado Valencia, es más probable que el chuzado fuera él y no el mandatario.
Esa estrategia con la que el Gobierno anterior quiso tapar el espionaje, la copiaron en las toldas del Centro Demoníaco. Sin pruebas dicen que el video que compromete al Zorro es un montaje y parte de una infiltración, pero lo que no cuentan es que allí están untados él, su hijo David, Luis Alfonso Hoyos, entre otros. Por esa misma razón, al mejor estilo del sórdido Dr. Mata, la campaña de Óscar Iván está inundando los despachos judiciales de denuncias contra todo el mundo, porque creen que la manera de ponerse a salvo es la de que todos también parezcan delincuentes. Reemplazaron al “asesor espiritual”, hoy ad portas de la cárcel, por el penalista Jaime Granados, cuasi jefe de debate encargado de denunciar a quien se atreva a opinar distinto de sus mendaces clientes. A pesar de las maniobras torticeras, Luis Alfonso Hoyos, Lina Luna, David Zuluaga, el propio candidato y muchos más seguirán desfilando por la Fiscalía, la cual ya estableció que el video no es una trampa, es original y no fue editado.
¿Queremos que se repita la zozobra de tener un gobierno sindicado de espionaje? Por supuesto que no; tampoco queremos un presidente mentiroso que se pase cuatro años defendiéndose de lo que hizo como candidato o protegiendo de la prisión a su primogénito, quien, a propósito, perdió su locuacidad cuando fue señalado de ser el enlace entre su padre y el peligroso hacker que los extravió para siempre. Son las cosas para no olvidar a la hora de votar.
Adenda. No hay derecho a que el país siga padeciendo las muertes violentas de menores inocentes e indefensos.