Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Ver la Versión Completa Con Imagenes : Atlético - Barça: un duelo de leyenda
Heráclito
01-04-2014, 17:18:58
Dos gladiadores, dos maneras de jugar, mucho voltaje, rivales que se conocen al dedillo, que se respetan, que saben que cualquier traspié, por mínimo que sea, será la hecatombe, entrega total en un juego de vértigo, ajedrez al más puro estilo, cuatro duelos y ningún ganador. El Calderón dirá no quién es el mejor, sino quien deberá pasar por esa milésima que, vistas las cosas, es una regla, pero no medirá la verdad, son equipos dignos de una champion que tiene pronóstico reservado, que lo diga el Bayern que vio detenida su avalancha, aunque en casa, la tromba sellará su paso a la anhelada semifinal.
Un duelo de leyenda
Barça y Atlético empatan por cuarta vez consecutiva. No queda claro quien es mejor, pero sí que son los mejores. Diego y Neymar marcan dos golazos. Piqué y Costa se fueron lesionados.
SANTI GIMÉNEZ
1 de abril de 2014 19:42h
Después de cuatro enfrentamientos directos seguimos sin saber si es mejor el Barça o el Atlético. Pero ayer, en otro partido majestuoso, nos dejaron claro que son los mejores que andan por aquí. Barcelona y Atlético de Madrid volvieron a firmar en tablas. Ya son cuatro partidos esta temporada en los que ninguno es capaz de imponerse al rival. Escenifican ambos una lucha de colosos que lleva camino de marcar una época. Sin malas caras, sin reproches y sin hacer el tahur, Atleti y Barça están demostrando al mundo que puede existir una rivalidad tan vibrante como disputada. Ayer, en un partido que puede pasar factura en el futuro en forma de bajas (Piqué y Diego Costa se retiraron lesionados) empataron a uno y dejan la eliminatoria pendiente del encuentro del miércoles. Una delicia para el espectador. Volverán a enfrentarse los mejores.
El Camp Nou fue ayer una cantera donde dos gigantes no se dieron tregua. Puede que lo paguen. Fue el estadio del Barça un inmenso tablero de ajedrez donde se sacrificaban alfiles, se perdían piezas y se daban dos pasos atrás para ganar uno decisivo hacia delante. Tiene mucho este enfrentamiento entre ambos equipos de partida de ajedrez mítica entre dos campeones que se desgastan a toda costa. De momento firman las tablas en cada partida, pero habrá un día en el que alguien muestre debilidad. Sea quien sea, que no espere clemencia. El adversario le respeta, pero no tendrá piedad.
Entre las conclusiones que pueden sacarse del partido de ayer ( y de esta serie digna de la NBA más mitológica por extensión) está que al Atlético se le hacen largos los partidos y que el Barça no lo sabe aprovechar; que el Atleti tiene más portero que el Barça (y desde hace una semana, muchísimo más); que lo que al Barça le cuesta un trabajo hercúleo crear, el Atleti lo consigue con dos miradas, pero que por el contrario, ya quisiera tener el equipo de Simeone la lucidez de los del Barça en el último pase. Con estos argumentos sobre la mesa se presenta una vuelta que debería de ser de visión obligada en todo el mundo. Se viene el partido del año.
El Atlético, después de dudar respecto a la conveniencia de alinear a Diego Costa, optó por salir as por todas, con el hispano-brasileño y Villa como acompañante. La apuesta, de entrada fue contundente. El Barça sufrió lo indecible en un primer cuarto de hora en el que los del pentágono culé apenas veían la portería rival. Villa tuvo a los cuatro minutos una magnífica ocasión para poner en ventaja a su equipo. Pero igual se apiadó de su compañero Pinto, que le había regalado el balón.
Recuperado de ese primer cuarto de hora de dominio visitante, el Barcelona tomó las riendas del partido con el inconveniente de la lesión de Piqué. El Barça perdía un alfil importante. Poco después, la partida se equilibraría al perder el Atleti a la 'Reina'. Costa se retiraba lesionado antes de la media hora. Con el Barça achicando e Iniesta dando sensación de querer dominar el mundo, el Atleti no sólo resistió, sino que tuvo en botas de Villa otra ocasión para adelantarse. El descanso llegó con el público, jugadores técnicos y auxiliares exhaustos. Fue un espectáculo enorme. Lo mejor, no obstante, estaba por llegar.
A los once minutos de la segunda parte, Diego Ribas, el Diego inesperado, el huésped al que nadie esperaba puso la eliminatoria patas arriba al marcar un golazo descomunal desde fuera el área. Sería tan estúpido debatir si otro portero hubiera llegado como discutir si Diego Costa le hubiera pegado igual. Fue un señor golazo.
Con el 0-1, el Atlético se sintió en casa. Se puso acorrer, a jugar juntito y a encomendarse a un Courtois que es un portero de escándalo. El Barça, con un Fàbregas en modo pájara y un Alves pensando en cual será su próximo chiste en la sala de prensa pasó por momentos de duda al estar Messi muy vigilado. Y ahí surgió el de siempre. Un Iniesta gigantesco que se cargó el partido a la espalda y que empezó a repartir pases como el que reparte caramelos. Le acompañó Neymar, que por mucho que le peguen (y mira que en cinco días le han dado...) jamás se esconde. Una combinación de ambos facilitó el empate y el Barça, con más ingeniería que arte se fue a por el triunfo. No obstante, el Atleti, con más industria que pulmones, lo evitó. Da la sensación de que ambos acabaron satisfechos de lo logrado. Los aficionados también. Nos espera el partido del año.
Fuente: As
Un duelo de leyenda
Barça y Atlético empatan por cuarta vez consecutiva. No queda claro quien es mejor, pero sí que son los mejores. Diego y Neymar marcan dos golazos. Piqué y Costa se fueron lesionados.
SANTI GIMÉNEZ
1 de abril de 2014 19:42h
Después de cuatro enfrentamientos directos seguimos sin saber si es mejor el Barça o el Atlético. Pero ayer, en otro partido majestuoso, nos dejaron claro que son los mejores que andan por aquí. Barcelona y Atlético de Madrid volvieron a firmar en tablas. Ya son cuatro partidos esta temporada en los que ninguno es capaz de imponerse al rival. Escenifican ambos una lucha de colosos que lleva camino de marcar una época. Sin malas caras, sin reproches y sin hacer el tahur, Atleti y Barça están demostrando al mundo que puede existir una rivalidad tan vibrante como disputada. Ayer, en un partido que puede pasar factura en el futuro en forma de bajas (Piqué y Diego Costa se retiraron lesionados) empataron a uno y dejan la eliminatoria pendiente del encuentro del miércoles. Una delicia para el espectador. Volverán a enfrentarse los mejores.
El Camp Nou fue ayer una cantera donde dos gigantes no se dieron tregua. Puede que lo paguen. Fue el estadio del Barça un inmenso tablero de ajedrez donde se sacrificaban alfiles, se perdían piezas y se daban dos pasos atrás para ganar uno decisivo hacia delante. Tiene mucho este enfrentamiento entre ambos equipos de partida de ajedrez mítica entre dos campeones que se desgastan a toda costa. De momento firman las tablas en cada partida, pero habrá un día en el que alguien muestre debilidad. Sea quien sea, que no espere clemencia. El adversario le respeta, pero no tendrá piedad.
Entre las conclusiones que pueden sacarse del partido de ayer ( y de esta serie digna de la NBA más mitológica por extensión) está que al Atlético se le hacen largos los partidos y que el Barça no lo sabe aprovechar; que el Atleti tiene más portero que el Barça (y desde hace una semana, muchísimo más); que lo que al Barça le cuesta un trabajo hercúleo crear, el Atleti lo consigue con dos miradas, pero que por el contrario, ya quisiera tener el equipo de Simeone la lucidez de los del Barça en el último pase. Con estos argumentos sobre la mesa se presenta una vuelta que debería de ser de visión obligada en todo el mundo. Se viene el partido del año.
El Atlético, después de dudar respecto a la conveniencia de alinear a Diego Costa, optó por salir as por todas, con el hispano-brasileño y Villa como acompañante. La apuesta, de entrada fue contundente. El Barça sufrió lo indecible en un primer cuarto de hora en el que los del pentágono culé apenas veían la portería rival. Villa tuvo a los cuatro minutos una magnífica ocasión para poner en ventaja a su equipo. Pero igual se apiadó de su compañero Pinto, que le había regalado el balón.
Recuperado de ese primer cuarto de hora de dominio visitante, el Barcelona tomó las riendas del partido con el inconveniente de la lesión de Piqué. El Barça perdía un alfil importante. Poco después, la partida se equilibraría al perder el Atleti a la 'Reina'. Costa se retiraba lesionado antes de la media hora. Con el Barça achicando e Iniesta dando sensación de querer dominar el mundo, el Atleti no sólo resistió, sino que tuvo en botas de Villa otra ocasión para adelantarse. El descanso llegó con el público, jugadores técnicos y auxiliares exhaustos. Fue un espectáculo enorme. Lo mejor, no obstante, estaba por llegar.
A los once minutos de la segunda parte, Diego Ribas, el Diego inesperado, el huésped al que nadie esperaba puso la eliminatoria patas arriba al marcar un golazo descomunal desde fuera el área. Sería tan estúpido debatir si otro portero hubiera llegado como discutir si Diego Costa le hubiera pegado igual. Fue un señor golazo.
Con el 0-1, el Atlético se sintió en casa. Se puso acorrer, a jugar juntito y a encomendarse a un Courtois que es un portero de escándalo. El Barça, con un Fàbregas en modo pájara y un Alves pensando en cual será su próximo chiste en la sala de prensa pasó por momentos de duda al estar Messi muy vigilado. Y ahí surgió el de siempre. Un Iniesta gigantesco que se cargó el partido a la espalda y que empezó a repartir pases como el que reparte caramelos. Le acompañó Neymar, que por mucho que le peguen (y mira que en cinco días le han dado...) jamás se esconde. Una combinación de ambos facilitó el empate y el Barça, con más ingeniería que arte se fue a por el triunfo. No obstante, el Atleti, con más industria que pulmones, lo evitó. Da la sensación de que ambos acabaron satisfechos de lo logrado. Los aficionados también. Nos espera el partido del año.
Fuente: As
Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Heráclito
01-04-2014, 17:22:04
La crónica de El País:
No desempatan ni a tiros
Barça y Atlético igualan de nuevo en un partido tenso e imposible para Messi ante un gran Godín
Neymar, tras un gran pase de Iniesta, iguala el tanto de su compatriota Diego Ribas
Se lesionan Diego Costa, con un pinchazo en el bíceps, y Piqué, con una contusión pélvica
No desempatan ni a tiros el Barça y el Atlético. A nadie le extrañaría que su pleito en la Champions se resolviera por mayor valor de los goles como en la Supercopa. Y hasta puede que la Liga necesite de una prórroga en el último partido a disputar en el Camp Nou. Los duelos de ambos equipos son un libro abierto, extremadamente igualados, tensos psicológicamente y tensos futbolísticamente, a menudo resueltos por un detalle, imposibles hasta ahora para Messi. No hay manera de que comparezca el 10. La figura de Messi mengua en la misma proporción que se agranda la de Godín. Una imagen que bendice las aspiraciones del Atlético frente a las del Barcelona.
Martino se venció también ante su compatriota Simeone. Los azulgrana fracasaron desde la simetría, hipnotizados por su propio fútbol control, afeitados ante el Atlético. Necesitó tomar un gol en contra el Barça para recuperar su identidad, abandonar la contemporización y entregarse a la aventura, ayer liderada por Neymar, un futbolista que tiene tantas ganas de triunfar como los muchachos de Simeone. El atrevimiento del brasileño y el riesgo colectivo le dieron el empate al Barça y presentir que desde la ofensiva pueden competir en el Calderón por una clasificación que ahora favorece al Atlético.
Quizá porque ya se tienen muy vistos, puede que para sorprender al contrario, pareció que los dos entrenadores intentaban plantear un partido distinto a partir de las alineaciones, más inesperada la del Atlético. Apostó Simeone por refrescar la medular con Tiago y reforzó la delantera con un segundo punta: jugaba por supuesto Diego Costa y a su lado Villa. Nada mejor para combatir el factor campo que apelar a la vía emocional representada por el Guaje. Quería marcar el Atlético y al final alcanzó el gol de la forma más inesperada, obligado el técnico a variar el plan inicial por la lesión de Diego Costa, entregado al suplente de los dos puntas titulares: el brasileño Diego Ribas.
Agrandado desde la salida el Atlético, el Barça tardó dos minutos y medio en salir de su cancha y una hora en saber el partido que le convenía, confundido por la receta de los cuatro centrocampistas: Xavi, Busquets, Iniesta y Cesc. No encontraba la línea de pase, errático en las cesiones a Pinto, a merced del gatillo de Villa, que dispuso de dos remates de gol antes de ser sustituido por Sosa. Apretaban los rojiblancos, la presión muy alta sobre el portero, y no pillaban el sitio los volantes del Barça, inéditos hasta ayer ante el Atlético. La fórmula que había funcionado en las jornadas más exigentes, contra el City y en el Bernabéu, fue inocua ante el muro plantado por Simone.
El partido se puso incluso dramático para el Barcelona. La salida de balón con Pinto era tan fallida que se convertía en un pase para el Atlético, se fue por un momento la luz y se lesionó en la pelvis Piqué. Asomó el recuerdo de la eliminatoria del Bayern hasta que Bartra le rebanó la pelota a Diego Costa. A partir del gesto del central, estupendo en el cruce y la marca, se creció un poco el Barcelona y reculó el Atlético. Neymar apuntó a Courtois y el bloqueo de Godín impidió un tiro a gol de Iniesta, habilitado por Messi, reducido por la defensa de ayudas de un Atlético reiterativo en las faltas tácticas, viril en la cancha.
El Atlético cerraba muy bien por dentro y le costaba atacar por fuera al Barcelona. Aunque las concesiones fueron mínimas, el partido parecía virar a favor de los azulgrana mientras el Atlético se recomponía por la mueva lesión de Diego Costa, esta vez un problema en los isquiotibiales de la pierna derecha, que fue sustituido por Diego. Aunque perdió intimidación, el último remate antes del descanso fue del Atlético, de nuevo protagonizado por Villa y muy bien resuelto por Pinto. El partido demandaba un cambio de marcha por parte del Barça, demasiado chato, poco profundo, empachado de medios.
Neymar procuró que Martino no le cambiara con un despliegue tan valiente como intrascendente, bien reducido por el Atlético. No enganchaban Iniesta y Messi y, por el contrario, los de Simeone se encontraron con un gol sorprendente de Diego Ribas. El brasileño enganchó un remate desde 30 metros después de una falta botada en corto y el balón entró por el ángulo izquierdo de Pinto, que llegó tarde al balón. La respuesta del Barcelona, sin embargo, fue inmediata desde que se corrigió con la entrada de Alexis, sustituto del intrascendente Cesc.
Abierto el campo por las dos bandas, Iniesta pudo filtrar el pase por fin y habilitar a Neymar, más a gusto partiendo desde el flanco izquierdo, terminal con su remate cruzado con la derecha. A partir del arrebato, finalmente reconocible, bien perfilado desde Busquets, el Barcelona se marcó un rato estupendo de fútbol. Mejor puesto en la cancha, incluso reapareció Messi. Leo se sumó a la ofensiva y con un tiro libre exigió a Courtois. Las réplicas del portero belga fueron estupendas para suerte del Atlético, más pendiente de tapar al inconformista Neymar que de apuntar a Pinto.
El final dibujó un nuevo partido para el Calderón. Necesita goles el Barcelona y puede que nada le importe al Atlético, irreducible incluso sin Costa. Habrá cola por ver la vuelta después del cuarto empate consecutivo, firmado en el Camp Nou. Incluso sabiendo el resultado, la trama nunca pierde suspense ni emoción en los Atlético-Barcelona.
El golazo de Diego Ribas:
8esdqCZ7-1s
Fuente: El País
No desempatan ni a tiros
Barça y Atlético igualan de nuevo en un partido tenso e imposible para Messi ante un gran Godín
Neymar, tras un gran pase de Iniesta, iguala el tanto de su compatriota Diego Ribas
Se lesionan Diego Costa, con un pinchazo en el bíceps, y Piqué, con una contusión pélvica
No desempatan ni a tiros el Barça y el Atlético. A nadie le extrañaría que su pleito en la Champions se resolviera por mayor valor de los goles como en la Supercopa. Y hasta puede que la Liga necesite de una prórroga en el último partido a disputar en el Camp Nou. Los duelos de ambos equipos son un libro abierto, extremadamente igualados, tensos psicológicamente y tensos futbolísticamente, a menudo resueltos por un detalle, imposibles hasta ahora para Messi. No hay manera de que comparezca el 10. La figura de Messi mengua en la misma proporción que se agranda la de Godín. Una imagen que bendice las aspiraciones del Atlético frente a las del Barcelona.
Martino se venció también ante su compatriota Simeone. Los azulgrana fracasaron desde la simetría, hipnotizados por su propio fútbol control, afeitados ante el Atlético. Necesitó tomar un gol en contra el Barça para recuperar su identidad, abandonar la contemporización y entregarse a la aventura, ayer liderada por Neymar, un futbolista que tiene tantas ganas de triunfar como los muchachos de Simeone. El atrevimiento del brasileño y el riesgo colectivo le dieron el empate al Barça y presentir que desde la ofensiva pueden competir en el Calderón por una clasificación que ahora favorece al Atlético.
Quizá porque ya se tienen muy vistos, puede que para sorprender al contrario, pareció que los dos entrenadores intentaban plantear un partido distinto a partir de las alineaciones, más inesperada la del Atlético. Apostó Simeone por refrescar la medular con Tiago y reforzó la delantera con un segundo punta: jugaba por supuesto Diego Costa y a su lado Villa. Nada mejor para combatir el factor campo que apelar a la vía emocional representada por el Guaje. Quería marcar el Atlético y al final alcanzó el gol de la forma más inesperada, obligado el técnico a variar el plan inicial por la lesión de Diego Costa, entregado al suplente de los dos puntas titulares: el brasileño Diego Ribas.
Agrandado desde la salida el Atlético, el Barça tardó dos minutos y medio en salir de su cancha y una hora en saber el partido que le convenía, confundido por la receta de los cuatro centrocampistas: Xavi, Busquets, Iniesta y Cesc. No encontraba la línea de pase, errático en las cesiones a Pinto, a merced del gatillo de Villa, que dispuso de dos remates de gol antes de ser sustituido por Sosa. Apretaban los rojiblancos, la presión muy alta sobre el portero, y no pillaban el sitio los volantes del Barça, inéditos hasta ayer ante el Atlético. La fórmula que había funcionado en las jornadas más exigentes, contra el City y en el Bernabéu, fue inocua ante el muro plantado por Simone.
El partido se puso incluso dramático para el Barcelona. La salida de balón con Pinto era tan fallida que se convertía en un pase para el Atlético, se fue por un momento la luz y se lesionó en la pelvis Piqué. Asomó el recuerdo de la eliminatoria del Bayern hasta que Bartra le rebanó la pelota a Diego Costa. A partir del gesto del central, estupendo en el cruce y la marca, se creció un poco el Barcelona y reculó el Atlético. Neymar apuntó a Courtois y el bloqueo de Godín impidió un tiro a gol de Iniesta, habilitado por Messi, reducido por la defensa de ayudas de un Atlético reiterativo en las faltas tácticas, viril en la cancha.
El Atlético cerraba muy bien por dentro y le costaba atacar por fuera al Barcelona. Aunque las concesiones fueron mínimas, el partido parecía virar a favor de los azulgrana mientras el Atlético se recomponía por la mueva lesión de Diego Costa, esta vez un problema en los isquiotibiales de la pierna derecha, que fue sustituido por Diego. Aunque perdió intimidación, el último remate antes del descanso fue del Atlético, de nuevo protagonizado por Villa y muy bien resuelto por Pinto. El partido demandaba un cambio de marcha por parte del Barça, demasiado chato, poco profundo, empachado de medios.
Neymar procuró que Martino no le cambiara con un despliegue tan valiente como intrascendente, bien reducido por el Atlético. No enganchaban Iniesta y Messi y, por el contrario, los de Simeone se encontraron con un gol sorprendente de Diego Ribas. El brasileño enganchó un remate desde 30 metros después de una falta botada en corto y el balón entró por el ángulo izquierdo de Pinto, que llegó tarde al balón. La respuesta del Barcelona, sin embargo, fue inmediata desde que se corrigió con la entrada de Alexis, sustituto del intrascendente Cesc.
Abierto el campo por las dos bandas, Iniesta pudo filtrar el pase por fin y habilitar a Neymar, más a gusto partiendo desde el flanco izquierdo, terminal con su remate cruzado con la derecha. A partir del arrebato, finalmente reconocible, bien perfilado desde Busquets, el Barcelona se marcó un rato estupendo de fútbol. Mejor puesto en la cancha, incluso reapareció Messi. Leo se sumó a la ofensiva y con un tiro libre exigió a Courtois. Las réplicas del portero belga fueron estupendas para suerte del Atlético, más pendiente de tapar al inconformista Neymar que de apuntar a Pinto.
El final dibujó un nuevo partido para el Calderón. Necesita goles el Barcelona y puede que nada le importe al Atlético, irreducible incluso sin Costa. Habrá cola por ver la vuelta después del cuarto empate consecutivo, firmado en el Camp Nou. Incluso sabiendo el resultado, la trama nunca pierde suspense ni emoción en los Atlético-Barcelona.
El golazo de Diego Ribas:
8esdqCZ7-1s
Fuente: El País
Void
01-04-2014, 18:07:56
Mas de uno del atleti merecio ser pintado de rojo y no lo digo porque sea del Barca.
Heráclito
02-04-2014, 12:05:18
Mas de uno del atleti merecio ser pintado de rojo y no lo digo porque sea del Barca.
Después del partido se pueden analizar muchas cosas, pero lo cierto es que ambos se tienen la medida y que en el Calderón se romperá el hechizo, pero no la rivalidad, que se prolongará, al menos por el momento, hasta el último partido de la Liga.
Después del partido se pueden analizar muchas cosas, pero lo cierto es que ambos se tienen la medida y que en el Calderón se romperá el hechizo, pero no la rivalidad, que se prolongará, al menos por el momento, hasta el último partido de la Liga.
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