Las cartas para enfrentar las jugadas de Nicaragua

[Ayudante De Santa]

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analistas llaman al diálogo directo para poner punto final al litigio limítrofe.

Colombia tiene claro que no quiere sufrir otro revés en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por lo que prepara su defensa jurídica y diplomática ante la “pretensión expansionista” de Nicaragua, que esta semana se reflejó en una nueva demanda.
Esta vez, Nicaragua acusó a Colombia de incumplir la sentencia de septiembre del 2012, según la cual, 75.000 kilómetros de territorio le fueron concedidos al país vecino. La tensión diplomática se ha incrementado (al punto de que Bogotá llamó a consultas a su embajadora en Managua, Luz Stella Jara), y el panorama, nada claro, obliga a preguntarse cuáles son los caminos que podría tomar el Gobierno para defender sus intereses y su soberanía.
Carlos Patiño, internacionalista de la Universidad Nacional, asegura que “la realidad política es distinta a la jurídica, y Colombia tiene que fijar una posición sobre si acepta o no la última demanda de Nicaragua e ir a un tribunal internacional por ese tema”. El académico cree que el Gobierno, más allá del campo diplomático, tiene que ser más puntual, decir hasta dónde está dispuesto a llegar ante las pretensiones de Managua.
John Marulanda, experto en seguridad internacional, afirma que este asunto “trasciende” los intereses de los dos países en el Caribe, por lo que hay otros Estados que están pendientes de lo que suceda en la zona.
“Colombia ya no tiene mucho que hacer frente a lo que dijo La Haya, porque Nicaragua ha sido más hábil. Ahora podría adelantarse y evitar los planes expansionistas intensificando su diplomacia y, por ejemplo, pidiéndole a Estados Unidos una posición clara sobre este litigio”, señala Marulanda.
Esta postura la respalda la internacionalista Laura Gil, quien afirma que “no se puede permitir que la jurídica sea la única salida”.
Gil advierte que “sentarse a negociar es la única manera de defender los intereses de Colombia. Esto debe ser partiendo del reconocimiento del fallo de noviembre del 2012 y buscar el cierre definitivo del diferendo limítrofe”.
‘Revisar el fallo’
La excanciller Noemí Sanín, por su parte, recordó recientemente que el próximo 13 de diciembre se cumple el plazo para que el Gobierno utilice la única vía posible para pedir la revisión del fallo de la Corte Internacional de Justicia. A esa ‘vía’ solo se puede acudir si se produce un “hecho nuevo”.
Para Sanín, ese “hecho nuevo” fue la aprobación en la Asamblea Nacional de Nicaragua de la Ley 840 del 13 de junio del 2013, que ratificó el acuerdo que se mantuvo oculto entre China y el país centroamericano para la construcción y operación de un canal interoceánico, lo que sería, según la excanciller, “grave” para la conservación de la integridad del territorio colombiano.
El Gobierno, por ahora, descarta la propuesta de Sanín. Lo que sí está haciendo es preparar una artillería jurídica y diplomática, consultada con expertos locales y extranjeros, para responder a las nuevas pretensiones nicaragüenses. También designó al exprocurador Carlos Gustavo Arrieta y al exmagistrado Manuel José Cepeda como agentes para defender los intereses nacionales en La Haya.
“La última demanda de Nicaragua es absurda, es ilógica, no tiene ningún sentido”, enfatizó esta semana el presidente Juan Manuel Santos, quien advirtió: “Nuestra plataforma continental va desde Cartagena hasta San Andrés y la defenderemos a cualquier costo”.
La decisión final de qué rumbo tomar es del Gobierno, pero en la Casa de Nariño son conscientes de que no pueden hacer oídos sordos a los caminos que plantean otras voces.
Otra estrategia
El consejo de ministros aprobó recientemente un paquete de medidas para atender las necesidades de los habitantes del archipiélago de San Andrés. Esto incluye recursos por 70 millones de dólares que serán invertidos en infraestructura, educación, redes de servicios públicos y otros temas con los que hay deuda con esta región.
REDACCIÓN POLÍTICA