Sobre la absurda monocromia en los uniformes [Archivo]

cesar coy

18-11-2013, 14:01:45

ESOS DE ROJO SON ESPAÑA?
Por Alberto Prieto

Ha presentado hoy España su nueva equipación. Toda roja. Ylamentable de fea. No digo fea porque el tono elegido para el rojo chirríe conel tradicional, más eléctrico, o su alternativa apagada de otras ocasiones; niporque los creativos que Adidas se empeña en destinar para crear nuestrosdiseños parezcan sacados de un mal curso por correspondencia, en contraste conlos esmerados y elegantes diseños de otros combinados nacionales...

No. Es fea porque, sobre todo y además, no parece España.Cualquier pintor o diseñador, cualquiera que haya cambiado la decoración de sucasa o elegido el vestido de gala para una fiesta, sabe que no es lo mismo unrojo que otro. No manda el mismo mensaje, no identifica del mismo modo.Valentino se hizo famoso por su rojo, el suyo. Tanto, que le dio nombre, y elrojo Valentino ese ése y no otro. Louboutin hace zapatos carísimos y buenísimosy son reconocibles no ya tanto por lo hermosos que son, sino porque su suela esroja, siempre roja, del mismo rojo, y no otro. Hasta el punto de que ha logradoretirar la propaganda política de un partido extremista holandés que jugaba ala confusión aprovechando la impregnacion de ese símbolo carmesí en elsubconsciente del público...

El rojo escogido por Adidas está en las antípodas de lostonos que ha utilizado España, al menos desde que existen registros de imágenesen color... Al menos desde que las camisetas son productos de consumo masivocomercializables y rentabilizables. Es un rojo que se acerca más a la gamacromática del Bayern de Múnich. No es España.

Y además está la idiotez de ir todo de rojo... Nos la hantratado de colar con la historieta de que es una idea de los jugadores, o conel chiste de que si es una equipación fetiche, porque de esa guisa ganamos enel Parque de los Príncipes... ¡Hombre! Si la campeona del mundo y doblecampeona de Europa tiene que dar un volantazo en sus tradiciones no serábasándose en la mística de un simple partido de clasificación para una fasefinal de mundial, digo yo.

Y decía que nos la han querido colar porque en realidad lode las equipaciones monocromáticas es una más de las memeces delprestidigitador Blatter y sus ociosos secuaces. Gracias al blog de Óscar Díezhe podido saber los motivos que alega esta gente, que cree que es muyimportante dejar huella, ahora que están de retirada, porque ya el fútbol nolos aguanta más y sus tejemanejes apestan de lejos. Y, así, en el reglamentodel mundial cuelan un artículo, el 35.2, para pasar a la posteridad de lainsustancia inventando un supuesto problema de confusión ocular en losjugadores y árbitros cuando los equipos llevan una camiseta de un color y elpantalón de otro...

Que no, oiga. Que no cuela. Que Pelé ganó tres mundialespara Brasil llevando el pantalón verde, y Cruyff fue el mejor de naranja ynegro. Que Di Stefano lo vistió de rojo y azul con España y antes su calzón fuenegro con Argentina, como el de Maradona. Y Zidane llevaba camiseta azul ypantalón blanco en su Francia mundial. Y con esos colores rarísimos fueron losmejores del mundo...

Y jamás un árbitro confundió a ninguno de ellos, ni paraanotar sus goles ni para reseñar sus expulsiones. Y nunca a un compañero lecostó encontrarlos por el terreno de juego, porque el fútbol es un juego deespacios, y si los ocupas bien, casi no hace falta ni mirar. Y, por supuesto,no fue porque los rivales les dieran los balones, deslumbrados por susindumentarias revolucionarias, que reinaron en los 50, los 60, los 70, los 80 ylos 90...

Desde que comenzó nuestra gloriosa época en 2008, Adidas haido poniendo 'all in' en casacas cada vez más feas para España. Desde una conbandas cruzadas hasta la que parecía un álbum de pegatinas, pasando por laúltima, que más parecía una caricatura poligonera de mal gusto que la zamarrade un equipo de leyenda. Ahora nos hacen esto a mayor gloria monocromática deleslogan de la marca y del absurdo de la FIFA.

Al menos, el juego sí que será reconocible.

No se confundan, no se pide multiplicidad de colores. Esos homenajes al arcoíris que ha veces ve uno en las selecciones africanas lastiman la retina. Solo se aboga por el reconocimiento a la tradición. No anclarse en ella y negarse a los adelantos obvios sino entender que el futbol también tiene mucho de símbolos, y el uniforme es uno de ellos.
Cuando en el 2002 salieron a la cancha de Yokohama dos equipos, uno de camiseta amarilla y pantalónazul claro y otro de camiseta blanca y pantalón negro, uno sabía que estaba enpresencia de un momento histórico; no solo era que se enfrentaban lasselecciones más poderosas de la historia sino que esa combinación de colores encamisetas, pantalones y medias nunca, nunca se había visto en una canchadurante un Mundial de Futbol. Era un momento irrepetible….que había sidoanhelado por décadas. No hubiera sido lo mismo si Brasil hubera salido toda de amarillo (camiseta, pantaloneta y medias amarillas) y Alemania toda de blanco.

Va a llegar un momento en el cual, a simple vista, nosepamos si estamos viendo un Uruguay-Brasil o un Napoli-Villarreal.