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Ver la Versión Completa Con Imagenes : 'Si Robledo tiene razón, yo renuncio, pero si no, debe irse él'


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
INDIVIDUAL
18-11-2013, 06:51:15
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El ministro de Agricultura niega las acusaciones que ha hecho en su contra el senador Robledo.

Un debate sobre el futuro del campo colombiano, que debería ser ideológico y económico, se ha puesto muy feo…
Estoy de acuerdo. Lo que he buscado es que se retome el camino de la transparencia, de la discusión ideológica, y que no sigamos utilizando cualquier aseveración que esté por fuera de la ética y de la moral.
Pero esto ha degenerado en un problema personal entre usted y el senador Robledo…
Simplemente le pido que hablemos con base en la verdad y no en acusaciones mentirosas que, de tanto repetirlas, le dan la sensación al país de que son verdad. Senador Robledo, deje a un lado la manipulación y hagamos una discusión de altura gobierno-oposición, porque ese es el pilar de la democracia.
El exministro Carlos Caballero dice en su última columna que fue tan exitoso el modelo Indupalma que usted ayudó a diseñar, que el senador Robledo se siente en la necesidad de atacarlo…
No sé si me la perdona o no me la perdona, pero hasta ahora no me la cree. Definitivamente lo que hicimos en esa zona del Magdalena Medio tan golpeada por la violencia fue darles la oportunidad a colombianos campesinos que jamás se habían soñado con ser propietarios que lo fueran de tierras y de cultivos, y que además lo hicieran con éxito. Que propiciaran su prosperidad y la de sus familias y que su vida cambiara.
Es obvio que el senador Robledo lo quiere tumbar. Pero que usted, para defenderse, revele grabaciones de él con los sindicatos ha sido muy criticado…
Primero, el senador Robledo quería que no me posesionara; después de posesionado, que renunciara, y ahora que no presente ningún proyecto de ley, porque para él yo soy un ciudadano no calificado para ocupar este ministerio. Su fuerte reacción ha sido rara. La ha desviado hacia un punto que no tiene que ver con la discusión de su comportamiento como senador, el tema de las ‘chuzadas’.
¿Usted lo chuzó?
Desde luego que no. Esa USB que yo recibí con esa grabación hacía semanas que andaba dando vueltas. A través de su Twitter, Salud Hernández expresó que hacía rato la había recibido. El senador Arturo Yepes también. Hoy estoy en Córdoba, y en un periódico de esta región, hace mes y medio, salió publicada la descripción de la grabación. ¿En lugar de inventar ‘chuzadas’, por qué no enfrenta el hecho antiético y antimoral que esa grabación revela acerca de su comportamiento?
Hablemos de eso. ¿Qué tiene de grave que el senador Robledo esté de acuerdo con las protestas campesinas? Ni él lo esconde, ni es ilegal que lo haga…
Él no solamente está invitando a una protesta social, que es legítima, sino invitándolos a asociarse con rateros. Esa no es una expresión ética. Adicionalmente, los invita a que ocupen los cruces de las vías y que, si eso no tiene efecto, vayan hacia Montería. Ahí queda al descubierto que cuando le dijo al presidente Santos que no tenía absolutamente nada que ver con los paros, pues sí tenía que ver, porque da instrucciones, no sobre la protesta social, sino de cómo sacar a los trabajadores de Cerromatoso a la vía pública, sin importar que se perjudique al resto de colombianos ajenos al conflicto interno de la empresa. Lo hace con instrucciones claras y precisas, y además explicando que esa es la forma efectiva para lograr los propósitos.
Vamos más bien al fondo del problema. ¿Es cierto que la maraña legislativa sobre el manejo del campo es tan compleja que deja amplias zonas grises de interpretación, donde se han producido los más recientes escándalos?
Sí. Hay una inseguridad jurídica y económica en la Orinoquía. Las inversiones están paradas. El incremento del empleo se detuvo. Y así, hay varios departamentos que, pudiéndole aportar mucho al país, sus gobernantes y congresistas están angustiados porque su desarrollo está prácticamente abandonado. Hay que tomar una buena decisión en materia legislativa, y a eso es a lo que aspiro.
En términos sencillos, ¿qué va a proponer el proyecto de ley en materia del manejo de baldíos?
Que el Gobierno se reserve los baldíos que queden, que no los adjudique, salvo por propósitos fundamentales como el proceso de paz de La Habana.
O sea que el Estado queda como el gran terrateniente.
¿Cómo hacer para que esa tierra no quede improductiva y cumpla con la obligación de la seguridad alimentaria, el tema del siglo XXI?
La idea no es que quede improductiva sino, por ejemplo, que se arriende, y si los pequeños campesinos durante cinco años demuestran una vocación de producción, el Estado luego se las pueda adjudicar. A los grandes no. Muchos campesinos, como no pueden explotar los baldíos que se les han adjudicado, prefieren venderlos. El Gobierno se obligaría no solo a darles crédito sino asistencia técnica y a comprarles la producción.
¿Y en materia de acumulación de unidades agrícolas familiares, UAF?
Se permitirá la posibilidad de acumular UAF, porque hay proyectos que no se pueden desarrollar en una unidad sino que requieren de varias. Pero en ese caso, el grande deberá, en el 20% de lo que represente el tamaño de su proyecto, promover proyectos de pequeños que, en común y pro indiviso, se hagan dueños no solo de esas tierras, sino de esos proyectos productivos y que reciban de los grandes no solo el paquete tecnológico que les va a garantizar una extraordinaria producción, sino que esos grandes les garanticen la compra de esa producción. De modo que tendríamos para esos pequeños un combo completo: dueños de la tierra, asistencia técnica, educación por parte de los particulares y del Estado y compra de su producción.
¿Qué pasa con las recientes controversias de acumulación de UAF, que para unos está en una zona gris y para otros, abiertamente en la ilegalidad?
Sobre los casos que estén en los estrados judiciales, serán los jueces los que definan. Pero en el futuro, nadie deberá estar en la Orinoquía o en la altillanura acumulando UAF sin pensar en participar en ese proceso con pequeños agricultores y campesinos.
¿O sea que en el caso de Riopaila, se acaba la controversia si les entregan el 20% del proyecto a pequeños campesinos?
No. La decisión está en manos de los jueces. Si fallan a favor de ellos, haríamos un llamado para que se involucren dentro de este proceso de desarrollo económico y social y aporten a los campesinos y los acompañen en este propósito.
¿Cómo disuadir al senador Robledo de que este proyecto de ley no pretende resolver los líos jurídicos de quienes han comprado baldíos o han acumulado UAF?
Demostrando que no estamos planteando absolutamente nada que pueda vulnerar la decisión de un juez.
¿La urgencia de este proyecto de ley es destrabar la inversión y el desarrollo agrícola que está suspendido en la altillanura y en la Orinoquía?
Así es. Es angustioso el detenimiento de las inversiones y los proyectos en esas zonas. Seguramente, este proceso de ley va a encontrar apoyadores y opositores en el Congreso, pero trataremos de demostrar que tiene un impacto social enorme y que hay que rodearlo y vigilar que en forma estricta se cumpla.
Hablemos por último de su parte personal, que es la que más ha atacado el senador Robledo. ¿Usted ha sido adjudicatario de baldíos? ¿Se ha prestado para acumular UAF? ¿Es socio de Indupalma, y, por lo tanto, tendría impedimentos para ser ministro?
Él me acusa de todo eso. No soy accionista de Indupalma. Fui trabajador. Me sentí muy orgulloso de haber trabajado en esa empresa con principios, altruista. No soy la persona que el senador Robledo describe como dueño de propiedades en el Valle, o en Anapoima, o propiedades en la altillanura. En mi vida he sido respetuoso de la ley. No he recibido jamás un baldío, jamás he tenido una tierra que vaya más allá de una UAF. Nada de lo que él ha planteado es cierto.
¿Entonces por qué lo acusa de constituir una empresa para apropiarse de una cantidad de baldíos?
Resulta que esa empresa yo la acompañé como representante legal para apoyar el esfuerzo de 150 campesinos que se hicieron dueños de tierras y cultivos en el Magdalena Medio y que con sus primeras utilidades compraron una tierra en el Vichada. Lo que ha sido muy extraño para el senador Robledo es que haya empresarios que piensen en lo social como una obligación moral. Entre los empresarios hay gente buena, que piensa en el país, en el desarrollo y en los demás. Para él puede sonar muy extraño. Si eso lo reconocemos, vamos a contribuir a tener un debate altruista y una nación muy diferente. Para eso estamos trabajando en un proceso de paz.
¿No será que, como dice el exministro Carlos Caballero, “en el campo hay que hacer más patria y menos plata”?
Hay que hacer patria y plata. Porque muchas veces para hacer lo primero se necesita lo segundo.
Recientemente, el senador Robledo reconoció que no tenía pruebas sobre unas graves acusaciones que le hizo al exministro Néstor Humberto Martínez. ¿Usted estaría dispuesto al reto de que si él puede demostrar las acusaciones en su contra, usted renuncia, y que si no puede, renuncie él?
Estoy totalmente dispuesto a llegar al mismo reto que le hizo Néstor Humberto al senador Robledo, y además me alegraría mucho que después de zanjada esa situación, sea que él deje el Congreso o yo el ministerio, no se vuelva a discusiones de tipo personal, porque no estoy interesado en eso ni es lo que le sirve al país.
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO