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Ver la Versión Completa Con Imagenes : ¿Por qué los colombianos leen tan poco?


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
INDIVIDUAL
12-10-2013, 15:41:39
http://www.semana.com/upload/images/2013/8/23/354942_114156_1.jpg Foto: SEMANA

Para un país que sueña con alcanzar la paz, resulta sumamente grave que los espacios que pierden las bibliotecas los estén ganando las cantinas. Mientras que los índices en la venta de libros disminuyen en todo el territorio nacional y las visitas a las librerías vienen sufriendo fracturas, las



embotelladoras de bebidas alcohólicas han duplicado en los últimos años la venta de sus productos. Según una nota del 4 de septiembre del 2012 publicada en Portafolio, “Bavaria reportó […] durante la reunión de accionistas, ventas netas consolidadas en el primer semestre del año por 2,25 billones de pesos, con un aumento de 8,4 % respecto a igual periodo del 2011, cuando totalizaron 2,07 billones de pesos”.


Pocos meses antes de que Bavaria diera su parte de victoria, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe divulgó un informe nada alentador para los escritores del país ni mucho menos para el negocio editorial: el 67 % de los colombianos no lee y dos de cada 10 compran 1.6 libros por año a pesar de que la Cámara Colombiana del Libro invierte alrededor de 2.500 millones de pesos para promover e incentivar la lectura, según lo expresado por su presidente Enrique González Villa. No obstante, para el Ministerio de Cultura la cifra para el presente año es alentadora, pues pasamos de consumir 1.6 libros al año a 1.9.


Las razones por las cuáles en Colombia no existe el hábito por la lectura, como si se viene dando en países de la región como Brasil, Argentina y, en menor proporción pero con tendencias a la alza, como Chile y Ecuador, son múltiples y variadas. Algunos estudiosos del tema le atribuyen el fenómeno al elevado costo de los libros, que en los últimos años se ha disparado ostensiblemente y el salario del colombiano promedio no alcanza siquiera para satisfacer las necesidades que representa la canasta básica familiar.


La apuesta por el avance de las nuevas forma de comunicación ha sido para algunos el palito en la rueda de esta lucha. La masificación del computador, como lo asegura el novelista Óscar Collazos en uno de sus artículos de opinión, en vez de solucionar el problema “fue la circunstancia tecnológica que lo agravó”, pues la puesta en escena de programas que corrigen los errores ortográficos ha llevado a los estudiantes de hoy a tirar por la ventana la normatividad que regula la escritura. De ahí que no tengan idea de dónde empieza ni dónde termina una oración, dónde va el punto ni mucho menos la coma o, en el peor de los casos, cuáles palabras se les marca la tilde y cuáles no.


El internet, sin duda, le dio sus puntadas al problema. Y Wikipedia, al igual muchas otras enciclopedias virtuales y numerosos portales, contribuyeron a crear nuevas aristas de un mal que ha cobrado muchas víctimas y que hoy se ha constituido en una peste que las universidades del país intentan contrarrestar con cursos regulares de formación escritural.


Si es cierto que tanto la lectura como la escritura son dos procesos diferentes, también es cierto que ambos conforman ese río que desembocará en la creación de textos, tanto académicos como literarios. Pero a la falta de herramientas conceptuales y teóricas que les permitan a los estudiantes enfrentar sin temor la hoja en blanco, su instinto de supervivencia, producto de las malas prácticas académicas y la viveza indígena, los ha llevado a cruzar la línea de la ética sin importarles violar los derechos de autor y entrar en el deshonesto y peligroso terreno del plagio, dándole vida a la popular corriente del ‘copia y pega’.


Para algunos profesores de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá, el principal problema que enfrentan los estudiantes que ingresan a las aulas universitarias es la carencia de las competencias lingüísticas necesarias para comprender un texto académico y reproducirlo, tanto en su aspecto oral como escritural. Para otros, las razones del por qué esto se presenta radica en la baja formación y la poca importancia que se le da al problema en la secundaria, pues los docentes en general terminan dándole más importancia a lo que se dice y no al cómo se dice.


Para los menos optimistas, el problema es sumamente grave en todos los aspectos de la educación superior del país, ya que, como se desprende de un informe publicado por el diario El Tiempo, resultado de un estudio realizado por Colciencias y las universidades Javeriana y del Valle, los estudiantes universitarios colombianos no leen bien, escriben mal y comprenden, por supuesto, escasamente lo que leen. Por otro lado, los artículos científicos y periodísticos, los informes de investigación y los textos de literatura no hacen parte de ese abanico de prioridades que deben cristalizar las bases de su formación académica como futuros profesionales. La conclusión es aterradora: el 82 % de nuestros estudiantes universitario sólo tienen como lecturas prioritarias los apuntes de clase. Es decir, aquellos que consignan en sus libretas de las distintas asignaturas que reciben.


Particularmente, creo que el problema que presenta la educación colombiana en este aspecto es mucho más complejo y profundo de lo que a simple vista parece. No olvidemos que Colombia es un país con una extensa tradición oral, que a lo largo de estos dos últimos siglos fue la base de nuestro aprendizaje, que nuestra cultura no tiene sus puntales en la letra impresa sino en la palabra articulada, y que sólo hasta ahora empezamos a salir de ese letargo de analfabetismo que nos ha tenido amarrados a la tradición de nuestros ancestros. De ahí quizá la afirmación de Jorge Orlando Melo en su artículo publicado en la revista El Malpensante donde afirma que “el 90 % de los colombianos siguen siendo funcionalmente analfabetas”.


Lo anterior se da porque “mientras [que] en Europa una gran parte de la población se había acostumbrado a usar el libro para educarse, informarse o divertirse, y al llegar los medios audiovisuales pudo conservar buena parte de sus hábitos de lectura, en Colombia la gente se acostumbró a informarse y divertirse mediante el radio o el televisor, sin que se desarrollaran la infraestructura cultural y los hábitos de uso del tiempo libre ligados al libro”.


Las reacciones que se produjeron en los medios de comunicación y en las redes sociales por la renuncia en el 2011 del profesor Camilo Jiménez de su cátedra de periodismo en la Javeriana, supuestamente porque sus estudiantes no pudieron redactar con eficacia un resumen, abrió un profundo debate sobre la enseñanza en Colombia y dejó claro que las ciencias humanas siguen siendo el patito feo del proceso educativo. Quizá eso explique lo que Jorge Orlando Melo califica, en otras palabras, de alfabetización a medias de nuestros educandos y nos dé una respuesta del por qué en el pénsum académico dejó de ser importante conocer la historia del país.

*Docente universitario.


Por Joaquín Robles Zabala

SEMANA

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Isidorito
12-10-2013, 15:52:40
Sencillo. La industria editorial está en crisis con la llegada de los E-readers. Yo me compré un Amazon Kindle, un ******o maravilloso con el que leo los libros que me descargo GRATIS de PirateBay y otras fuentes y jamás volví a entrar a una librería.

Era aberrante entrar a la Librería Nacional y encontrar los libros que me llamaban la atención a $70.000, $80.000 y hasta $100.000... ni hablar de los libros profesionales que no bajan de $200.000.

Hoy uno lee esos libros digitales en E-readers y hasta en las tablets convencionales, como las de Apple y las Samsung Galaxy. Las grandes editoriales asumen que la baja en ventas es porque "en Colombia la gente no lee"; sin embargo, muchos de mis amigos son grandes lectores, así como varios de mis familiares, así que no me como ese cuento.

Ahora bien, también conozco a muchos que jamás han abierto un libro, pero con la llegada de fenómenos de masas, como esa horrorosa película "Crepús-culo" se volvieron lectores empedernidos de la noche a la mañana y se leyeron todos los libros de esa malhabida serie... lo mismo con "Sin tetas no hay paraíso" y "Los caballeros las prefieren brutas".

..GiL..
12-10-2013, 17:23:04
Sencillo. La industria editorial está en crisis con la llegada de los E-readers. Yo me compré un Amazon Kindle, un ******o maravilloso con el que leo los libros que me descargo GRATIS de PirateBay y otras fuentes y jamás volví a entrar a una librería.

Era aberrante entrar a la Librería Nacional y encontrar los libros que me llamaban la atención a $70.000, $80.000 y hasta $100.000... ni hablar de los libros profesionales que no bajan de $200.000.

Hoy uno lee esos libros digitales en E-readers y hasta en las tablets convencionales, como las de Apple y las Samsung Galaxy. Las grandes editoriales asumen que la baja en ventas es porque "en Colombia la gente no lee"; sin embargo, muchos de mis amigos son grandes lectores, así como varios de mis familiares, así que no me como ese cuento.

Ahora bien, también conozco a muchos que jamás han abierto un libro, pero con la llegada de fenómenos de masas, como esa horrorosa película "Crepús-culo" se volvieron lectores empedernidos de la noche a la mañana y se leyeron todos los libros de esa malhabida serie... lo mismo con "Sin tetas no hay paraíso" y "Los caballeros las prefieren brutas".

Lo q dices es cierto e influye, pero creo q en general estamos viendo a los estudiantes muy facilistas prefiriendo san google a la investigación y eso viene desde casa sumado a tecnologías q cada ves hacen las cosas más por uno.
Lo de los precios también es determinante. Acá es mas barato una caneca de algún licor q un libro.

SlayerSlave
12-10-2013, 17:41:26
Sencillo. La industria editorial está en crisis con la llegada de los E-readers. Yo me compré un Amazon Kindle, un ******o maravilloso con el que leo los libros que me descargo GRATIS de PirateBay y otras fuentes y jamás volví a entrar a una librería.

Era aberrante entrar a la Librería Nacional y encontrar los libros que me llamaban la atención a $70.000, $80.000 y hasta $100.000... ni hablar de los libros profesionales que no bajan de $200.000.

Hoy uno lee esos libros digitales en E-readers y hasta en las tablets convencionales, como las de Apple y las Samsung Galaxy. Las grandes editoriales asumen que la baja en ventas es porque "en Colombia la gente no lee"; sin embargo, muchos de mis amigos son grandes lectores, así como varios de mis familiares, así que no me como ese cuento.

Ahora bien, también conozco a muchos que jamás han abierto un libro, pero con la llegada de fenómenos de masas, como esa horrorosa película "Crepús-culo" se volvieron lectores empedernidos de la noche a la mañana y se leyeron todos los libros de esa malhabida serie... lo mismo con "Sin tetas no hay paraíso" y "Los caballeros las prefieren brutas".

exacto a decir verdad leo muchos ebooks,, y de vez en cuando compro un libro y eso por que me gusta mucho pero de resto,,,,

London Calling
13-10-2013, 19:10:40
Yo si saco la platica para comprar libros, no me gusta leer en tablets ni nada de eso.
además, nada supera la sensación de destapar un libro nuevo, la textura del papel, el olor a nuevo :heart:

laura666
13-10-2013, 23:53:41
falta en el articulo que se mencionen los habitos familiares, en donde el plan de muchas familias los domingoss o es ir al centro comercial a perder el tiempo a quedarse viendo la tele o en el mejor de los casos ir y aprovechar algun parque de la ciudad. mientras las bibliotecas a las que bastante presupuesto se les mete andan vacias y desiertas la mayoria del tiempo

ademas como se pretende que un pelao coja el habito y costumbre de la lectura si ni papa y mama lo hacen y tampoco hay interes en inculcarlo, pues se tiene pensado que para eso esta el colegio que alla se le va adar "TODA"la educacion al joven

-->FEDE<--
14-10-2013, 09:46:15
primero en los colegios no se enseña a leer y a escribir, yo apenas estoy aprendiendo y toca por cuenta propia.

lo que dice isidorito es cierto, si algun dia llegas entrar a una libreria que es el primer paso, el otro lo das para salir debido a los precios, quieren que leamos como los europeos o gringros vendiendonos libros al doble,triple o mas del precio normal.

las bibliotecas estan llenas de señores ojeando periodicos y revistas, a los jovenes poco se les ve y es para pegarse del wifi o por que les pidieron que hicieran un trabajo con citas bibliograficas.

lo que hay que comenzar hacer es fortalezer la educacion para que por lo menos los bachilleres sepan leer y escribir, sin eso no hay nada...