PDA

Ver la Versión Completa Con Imagenes : Ignacio Ramonet: Entrevista con Nicolás Maduro. Venezuela vive: "Una revolución en la Revolución"


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
08-10-2013, 17:31:04
Ignacio Ramonet Míguez es un periodista español establecido en Francia.


http://imagezilla.net/thumbs2/oXEl6sP-ce742d950ca63a98d59ecec5eba0da2e-XL_tn.jpg (http://imagezilla.net/show/oXEl6sP-ce742d950ca63a98d59ecec5eba0da2e-XL.jpg)

Entrevista con Nicolás Maduro. Venezuela vive: "Una revolución en la Revolución"
Escrito por Ignacio Ramonet
tamaño de la fuente disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente Imprimir Email
Valora este artículo1 2 3 4 5 (3 votos)
Entrevista con Nicolás Maduro. Venezuela vive: "Una revolución en la Revolución"
El pasado 31 de julio, a bordo del helicóptero que los conducía desde Caracas a Taguanes, en el estado Guárico, Ignacio Ramonet entrevistó al presidente venezolano Nicolás Maduro. En esa misma fecha se cumplían sus primeros cien días al frente del gobierno de la República Bolivariana. Aquí, la conversación.

Después de haber fracasado en su tentativa de deslegitimar al presidente de Venezuela Nicolás Maduro –democráticamente elegido el pasado 14 de abril– la oposición ya prepara las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre. En esa perspectiva, lanzó recientemente, con la ayuda de la derecha internacional y sus habituales cómplices mediáticos, el bulo de que Maduro no habría nacido en Venezuela y por consiguiente, como lo estipula la Constitución, su elección no sería válida.

Sobre esta nueva campaña de intoxicación y varios otros temas de actualidad desarrollamos el siguiente diálogo con Nicolás Maduro.

Ignacio Ramonet: La oposición venezolana ha lanzado una campaña, que encuentra eco en algunos medios internacionales, afirmando que usted no nació en Venezuela, sino en Cúcuta, Colombia, y que posee doble nacionalidad, lo cual, según la Constitución, lo invalidaría como Presidente. ¿Qué comentarios le inspira esta acusación?
Nicolás Maduro: El objetivo de esa locura lanzada por un demente de la ultraderecha panameña es crear las condiciones para una desestabilización política. Tratan de conseguir lo que no lograron ni por las elecciones, ni con golpes de Estado, ni con sabotajes económicos. Están desesperados. Y se basan en la ideología anticolombiana que la burguesía y la derecha venezolanas siempre han tenido contra el pueblo de Colombia.
A ese respecto, si yo hubiese nacido en Cúcuta o en Bogotá, me sentiría feliz de ser colombiano. Porque es una tierra fundada por Bolívar. Si hubiera nacido en Quito o en Guayaquil, también me sentiría orgulloso de ser ecuatoriano porque es una tierra liberada por Bolívar; o en Lima, o en Potosí, o en La Paz, o en Cochabamba, me sentiría feliz de ser peruano o boliviano; y si hubiera nacido en Panamá, tierra de Omar Torrijos, tierra de dignidad que formó parte de la Gran Colombia de Bolívar, también me sentiría orgulloso de ser panameño. Pero nací y me crié en Caracas, cuna del Libertador; en esa Caracas siempre convulsa, rebelde, revolucionaria. Y aquí estoy como Presidente. Estas locuras se recordarán como parte de la crisis de desesperación esquizofrénica en que entra, a veces, la derecha internacional con el objetivo de acabar con este faro de luz que es la Revolución Bolivariana.

—Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, declaró recientemente que se han descubierto conspiraciones contra usted, con intención de atentar contra su vida.
—Sí, con el ministro del Interior, Rodríguez Torres, y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, hemos revelado uno de los planes de asesinato que estaban preparándose para el día 24 de julio, aniversario del nacimiento de Simón Bolívar y conmemoración de los 190 años de la batalla naval de Maracaibo. Disponían de un conjunto de planes que logramos neutralizar y que tienen siempre su origen en la misma derecha internacional. Ahí aparece, por ejemplo, el nombre de Álvaro Uribe [ex Presidente de Colombia] que tiene una obsesión contra Venezuela y contra los hijos de Chávez. Aparece también la vieja mafia de Miami, la de Posada Carriles, que cuenta con el apoyo de importantes instancias del poder en Estados Unidos. El gobierno de Barack Obama no ha querido desmontar esa mafia de Posada Carriles, un terrorista convicto y confeso, perseguido por las leyes de nuestro país porque voló un avión de Cubana de Aviación en octubre de 1976...
Puedo asegurarle que seguiremos defendiéndonos, neutralizando esos planes... y venciendo. Si ellos lograran su objetivo se crearía una situación que no quisiera ni pensar en ella. A quien menos le conviene que algo así ocurra es a la derecha venezolana. Desaparecería del mapa político de nuestro país por 300 años... Porque la Revolución tomaría otro carácter, sin lugar a dudas, mucho más profundo, mucho más socialista, mucho más antiimperialista. Ojalá esos planes nunca tengan éxito, porque les iría muy mal. Y yo lo vería desde el cielo pues...

—¿Piensa usted que el fracaso de la oposición en su tentativa de desestabilización se debe a la política que usted ha impulsado, o a un cambio de actitud de la propia oposición de cara a las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre?
—Se debe principalmente a la fortaleza institucional de la democracia venezolana, y a la decisión que tomé, apoyándome en esa fortaleza, de derrotar tempranamente el intento de insurrección y de violencia. Neutralizarlo. No permitir que se extendiera. Ellos intentaron una especie de insurrección a nivel de las principales ciudades, los días 15 y 16 de abril.

—¿Qué grado de violencia se alcanzó?
—Asesinaron a once personas humildes, entre ellas una niña y un niño. Y causaron casi cien heridos, de los que poco se habla. Gente que quedó muy mal herida, con secuelas para toda su vida.
La oposición mostró su verdadero rostro golpista. Aparentaba buenos modales democráticos pero cuando [el 5 de marzo] falleció el Comandante Chávez, decidió desconocer el resultado de las elecciones y tratar de imponer por la fuerza –con el supuesto apoyo internacional de Estados Unidos y de otros gobiernos de la derecha– una operación para desestabilizar la Revolución. Logramos neutralizarlos y derrotarlos tempranamente. Ahora no les queda otro camino que volver a intentar, por la vía electoral, ocupar espacios en las alcaldías. Nosotros los hemos obligado a que así sea. Si no fuera por nuestra decisión de que se respete la Constitución, ellos hubieran llevado nuestro país a una situación de guerra civil.

—En recientes declaraciones, usted ha alertado sobre fisuras en la unidad de la Revolución. ¿Teme usted una división del chavismo?
—Las fuerzas divisionistas y disolventes siempre han amenazado cualquier Revolución. Las aspiraciones al poder de grupos y de personas son una negación del proyecto mismo de la Revolución Bolivariana, que es de carácter socialista y exige desprendimiento y sacrificio. El Comandante Chávez fue presidente porque las circunstancias de la historia ahí lo colocaron. Y yo soy presidente no por ambición individual o porque represente a un grupo económico o político; no, soy presidente porque el Comandante Chávez me preparó, me designó y el pueblo venezolano me ratificó en elecciones libres y democráticas.

Así que todas estas fuerzas disolventes siempre van a existir. Pero la Revolución tiene la capacidad moral, política, ideológica para sobreponerse a cualquier intento de división de sus fuerzas. Yo dije eso en el Llano venezolano porque estaba viendo con mis ojos, ahí mismo, delante de mí, a una persona que dice ser chavista pero, por debajo, es financiado por los terratenientes, y él tiene un discurso chavista para dividir. No es imposible que cuando ese individuo constate que no es designado por la Revolución como candidato a la alcaldía de ese municipio, se lance por su cuenta... Estamos en buenas condiciones para lograr candidaturas unitarias en casi todos los municipios del país, y nos tocará hacer un gran esfuerzo para derrotar a las fuerzas disolventes de estos sectores que se dicen chavistas pero que, al final, terminan siendo aliados de la contrarrevolución.

—Con respecto a la práctica gubernamental precedente, usted ha introducido varios cambios: crítica de la inseguridad, denuncia de la corrupción y, sobre todo, lo que llama el "gobierno de calle". ¿Por qué sintió la necesidad de insistir en estos temas? y ¿qué balance hace del "gobierno de calle"?
—En primer lugar, el "gobierno de calle" ha establecido, en esta nueva etapa, un método para que exista una dirección colectiva de la Revolución. Segundo: se ha creado un sistema de gobierno donde no hay intermediarios entre el poder popular local y la instancia de gobierno nacional. Aporta solución a problemas concretos, pero sobre todo contribuye a la construcción del socialismo, de las comunas, de una economía socialista, y a la consolidación de un sistema público de salud integral, gratuito y de calidad, y de un sistema educativo público, gratuito y de calidad... El "gobierno de calle" es una revolución dentro de la Revolución.

—¿Es también una manera de combatir el burocratismo?
—De vencerlo. Proponiendo otro sistema. Porque los modelos de gobierno que heredamos expresan la forma de gobernar el Estado burgués, él mismo heredero de la colonia en América Latina. El presidente Chávez los derrotó mediante las Misiones, que constituyeron un nuevo modelo de gestión de las políticas públicas. Nosotros, a las Misiones, les estamos añadiendo el "gobierno de calle", que, podríamos decir, es una instrucción directa del Comandante Chávez. Él nos ordenó, a Elías Jaua, que era vicepresidente en esa época, y a mí, que era vicepresidente político, que fuésemos construyendo un sistema de gobierno regionalizado –"popular" decía él–, al que yo le puse "gobierno de calle". Todas son instrucciones y orientaciones dentro de la filosofía de un modelo socialista en el que el poder no sea de elites –ni elites burguesas, ni nuevas elites que se burocratizan o se aburguesan–. ¡No! Queremos que el poder esté democratizado, que sea una vacuna contra el burocratismo, contra el aburguesamiento y, además, que nos permita lograr la "eficiencia socialista".

—Si la oposición gana las elecciones municipales del 8 de diciembre, es probable que llame a un referéndum revocatorio en 2015. ¿Cómo ve usted esa perspectiva?
—Estamos preparados para todos los escenarios. Al pueblo siempre vamos a decirle la verdad. Si la oposición llegara a sacar una votación importante el 8 de diciembre, va a tratar de profundizar la desestabilización para disolver nuestra Patria, acabar con la independencia y acabar con la Revolución del Comandante Chávez que retomó el concepto de República Bolivariana. Van a imponer escenarios de desestabilización violenta en primer lugar, y Estados Unidos tratará de acabar con los niveles de independencia y de unión que América Latina posee hoy.

Tenemos una gran responsabilidad, porque estamos defendiendo un proyecto que puede hacer posible otro mundo en nuestra región, y puede contribuir a crear un mundo multipolar sin hegemonías económicas, militares ni políticas del imperialismo estadounidense. Buena parte del nacimiento de otro mundo donde se respeten los derechos de los pueblos del Sur –e inclusive de los pueblos de Europa, para que Europa se sacuda el neoliberalismo–, depende de que, en América Latina, triunfen definitivamente las ideas de constituir un bloque de fuerza y de equilibrio para consolidar la situación de que ya no somos ningún "patio trasero" de Estados Unidos. Todo eso depende, en buena medida, de lo que pase aquí.

— ¿Cómo explica usted el resultado de la oposición el pasado 14 de abril y cómo piensa ganar el próximo 8 de diciembre?
—Hay un electorado que siempre ha votado indistintamente por la oposición. Pero el 14 de abril, una buena parte de los que no votaron por nosotros lo hicieron por descontento, por cosas mal hechas, problemas acumulados... Sin embargo, estos electores no han acompañado nunca las aventuras golpistas y antibolivarianas de la derecha. A esos venezolanos y venezolanas, nosotros, permanentemente, les decimos que estamos en la calle trabajando para mejorar las cosas. Ellos saben que no ha sido fácil. Y que la epopeya más grande fue, en la víspera del 14 de abril, sobrepasar la tragedia histórica de la muerte del Comandante Hugo Chávez. Superar el luto colectivo. Cuando una persona entra en luto puede caer en estado de desesperanza, no creer ya en nada. Buena parte del pueblo venezolano entró en luto profundo. Y los expertos en guerra psicológica que acosan a nuestro país se aprovecharon de ese momento y de esa fragilidad para atacar duramente.... Por eso nuestra victoria del 14 de abril fue realmente heroica.

Lo que estamos realizando –el "gobierno de calle", la recuperación de la economía, la atención a temas impostergables como la inseguridad ciudadana, la corrupción...– nos va a dar la fuerza para una gran victoria el 8 de diciembre. Y eso va a ser la garantía de que se despeja de nuevo el camino para la construcción del socialismo del siglo XXI.
—¿Hasta dónde piensa llegar en su lucha contra la corrupción?
—Hasta las últimas consecuencias. Vamos con todo. Nos enfrentamos a una derecha muy corrupta, heredera de la IV República descompuesta y en etapa de decadencia. Pero también estamos enfrentando la corrupción anidada en el campo revolucionario o en el seno del Estado. ¡No habrá tregua! He constituido un equipo secreto de investigadores incorruptibles que ya han destapado varios casos enormes. Tenemos ya a algunos detenidos del más alto nivel y vamos a seguir atacando duro. Serán juzgados y van a ir a donde tienen que ir: a la cárcel.

—¿Cómo ve usted la situación de la economía? Varios análisis alertan sobre el nivel elevado de la inflación.
—La economía venezolana está en transición hacia un nuevo modelo productivo, diversificado y "socialista del siglo XXI", en el marco de la construcción de un nuevo cuadro económico constituido por la integración suramericana y latinoamericana. No hay que olvidar que nosotros somos ahora miembros de Mercosur –ejercemos en este momento la presidencia pro tempore del Mercosur–, además somos miembros del ALBA [Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América] y lideramos Petrocaribe. Toda esta masa geográfica-demográfica-económica reúne a 24 países del continente, lo cual podría representar –Mercosur + ALBA + Petrocaribe– casi la cuarta economía del mundo... Tenemos que transformar la economía venezolana y conectarla con el desarrollo de este nuevo marco económico, y a su vez integrarnos –en situación de ventaja– a la economía mundial. No en situación de dependencia. Por eso digo que estamos en transición.

Sobre la inflación le diré que hemos padecido un ataque muy duro, especulativo, contra nuestra moneda, y lo estamos superando. También hay un sabotaje al abastecimiento de varios productos. Todo ello produce inflación. Pero ya comenzamos a controlar, a equilibrar, y estoy seguro de que vamos a superar esta situación en lo que resta del segundo semestre.

Vamos a estabilizar la moneda. Ya empezamos a estabilizar el abastecimiento, pero la clave fundamental para que vayamos saliendo de este modelo rentista, dependiente, es la diversificación de nuestra producción. Estamos acometiendo grandes inversiones en sectores clave de la producción de alimentos, de la agroindustria y de la industria pesada. Estamos atrayendo capital internacional que aporte divisas y traiga tecnología. Recientemente hicimos una gira por Europa y estamos muy optimistas de que venga capital de Francia, de Italia, de Portugal... Deseamos que venga capital de Brasil, de India, de China, con su tecnología para desarrollar la industria intermedia en Venezuela, diversificarla. Para que Venezuela tenga motores propios y variados y no dependa sólo del petróleo que, por lo demás, constituye un motor poderosísimo para los próximos 50, 80 años. Poderosísimo. No olvidemos que Venezuela dispone de las reservas de petróleo más importantes del planeta y posee la cuarta reserva de gas. Venezuela es una economía con mucho poder financiero y económico. Lo que vamos a ver, sobre todo a partir del año 2014, es una recuperación del nivel de empuje y crecimiento de la economía venezolana.

—¿Cómo se explican los problemas de desabastecimiento que han sido muy criticados por la prensa internacional?
—El desabastecimiento forma parte de una estrategia de "guerra silenciosa", donde actores políticos acompañados de actores económicos nacionales e internacionales, viendo el estado de gravedad del Comandante Chávez entre diciembre del año pasado y marzo de éste, comenzaron a atacar puntos clave de los procesos económicos venezolanos. Alentados también por algunos errores que se cometieron en el sistema de cambio de divisas en Venezuela, que ya hemos corregido. Esas fuerzas antibolivarianas comenzaron poco a poco a golpear el abastecimiento de los productos que importamos. Además, para explicar la escasez de algunos productos, hay que tener en cuenta que el poder adquisitivo de los venezolanos no ha cesado de aumentar. Tenemos apenas un 6% de desempleo, y el salario mínimo urbano aquí es el más alto de América Latina. Otro punto importante, reconocido por la FAO [Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por su sigla en inglés]: somos el país del mundo que más ha hecho por combatir el hambre. Todo esto –es muy importante tenerlo en cuenta– ha generado una capacidad de consumo de la población, que está creciendo cada año por encima del 10%. El consumo crece a un ritmo superior a la capacidad de producción del país y a la capacidad de los mecanismos que teníamos para abastecerlo con importaciones.