MANE :Los estudiantes comunicaron ocho “exigencias”

[Ayudante De Santa]

[PEDROELGRANDE]

La MANE quiere acercarse al Gobierno
Los estudiantes exponen ocho “exigencias” que, según ellos, deben resolverse pronto para avanzar en la constitución de una nueva ley de educación superior.
Por: Redacción Vivir

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El movimiento Mesa Amplia Nacional Estudiantil nació en 2011. / Archivo
Entre los puntos más importantes aparece el interés de la MANE por conformar, junto con otros sectores académicos y el Gobierno, una mesa permanente para debatir la futura reforma a la ley de educación superior, aunque durante meses se había declarado en contra de participar con el Gobierno en estas discusiones. Las siguientes son las “exigencias” presentadas por la MANE en la carta firmada por su comisión de vocerías.
Pago del déficit presupuestal que tiene el Gobierno con las IES públicas del país, que en el caso de las universidades públicas asciende a $11,2 billones, generado a partir de la entrada en vigencia de la Ley 30 de 1992. El Presupuesto General de la Nación para el año 2014 debe contemplar aumentos acordes con la crisis universitaria.
Instalar una mesa permanente entre la MANE, los sectores de la educación superior y el gobierno nacional donde se definan los tiempos, participantes y metodologías para la creación de una nueva ley de educación superior y su concreción como ley de la República.
Conformar una mesa de veeduría de DD.HH. entre la MANE y el gobierno nacional. En ella deben definirse los mecanismos que garanticen el desarrollo pleno del derecho a la protesta, la movilización y organización de la comunidad de la educación superior en todos los espacios del territorio nacional.
Condonar la deuda de las personas que hayan contraído préstamos con el Icetex, así como abolir la capitalización de intereses o anatocismo (cobro de intereses sobre intereses).
Destinar recursos específicos con inyección directa a la base presupuestal para programas de bienestar universitario que permitan la permanencia en la educación superior.
Garantizar matrícula cero en todas las IES públicas del país.
Retirar de todos los campus universitarios, de sus entradas y zonas aledañas a la Fuerza Pública y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), así como dejar en libertad a todos los estudiantes detenidos en el marco de las movilizaciones.
Garantizar la financiación a largo plazo del Sena evaluando el mecanismo pertinente para ello.

[Ayudante De Santa]

[PEDROELGRANDE]

'Están perjudicando a 30.000 estudiantes'
Ignacio Mantilla explica por qué los bloqueos de trabajadores a edificios de la universidad terminaron suspendiendo las clases. Habla del apoyo de los estudiantes al paro agrario y de la reforma a la Ley de Educación Superior.
Por: Angélica María Cuevas Guarnizo

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El matemático Ignacio Mantilla se posesionó como rector de la Universidad Nacional en febrero de 2012. / El Espectador
“Desde que me posesioné no he tenido dos días iguales”. De esta manera el matemático Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional, resume su año y medio al frente de la institución. Un día participa del debate sobre el déficit financiero de las universidades públicas, al otro discute con sus pares la formulación de una nueva política de educación superior y luego se le ve en el Congreso buscando soluciones para levantar la mitad de los edificios de la universidad que se están desplomando.
El jueves, en medio de las protestas desencadenadas por el paro agrario —al que se unieron cientos de universitarios y trabajadores estatales—, el rector anunció la suspensión del semestre académico de la sede Bogotá.
La razón no era ninguna de las anteriores. Esta vez el Comité Promejora Salarial, un grupo de trabajadores administrativos de la universidad que le exigen al Gobierno incrementos salariales, bloquearon diez edificios de la institución impidiendo el curso de las clases.
El Consejo Superior Universitario, liderado por la ministra de Educación, María Fernanda Campo, comunicó que “tras los frustrados intentos de diálogo con los trabajadores, se interrumpe el calendario académico hasta que se retoe el control del campus”.
Los trabajadores piden un 30% de aumento en sus salarios y ahora justifican los bloqueos diciendo que la universidad no ha cumplido los acuerdos firmados en marzo.
Hemos cumplido a cabalidad, hay documentos que lo demuestran. Acompañamos la realización de los estudios que evidencian que los trabajadores efectivamente tienen un rezago es su poder adquisitivo. Ya entregamos los estudios al Ministerio de Hacienda. Nosotros podemos tener grandes aspiraciones en materia salarial, pero es el Ministerio el que define si entrega el incremento, no nosotros. Les cumplimos, así que no sé qué quieren ahora. Ellos también se habían comprometido a no volver a bloquear.
¿Cómo recibe el hecho de que estén bloqueados al menos diez edificios de la universidad?
Es una actitud a todas luces injustificada que esperamos se pueda superar muy pronto, para que estudiantes y profesores regresen a sus actividades académicas. Aspiro a que los trabajadores entiendan que están perjudicando a más de 30.000 estudiantes en Bogotá y que realmente confío en su racionalidad.
¿Cuántos empleados protestan?
Aunque en la madrugada del lunes no eran más de 20 los que protagonizaban los bloqueos, el grupo lo conforman unos 100 empleados.
¿De cuánta plata estamos hablando?
Los aumentos que plantean los estudios oscilan entre el 19 y 66% en el salario, pasando por el 30% que han pedido los empleados. Esa nivelación, que cobijaría a 3.000 trabajadores, costaría unos $20.000 millones.
¿Va a entregar un plazo para la reanudación de clases?
En el momento en que se le pueda garantizar a la comunidad universitaria el ingreso a salones, laboratorios y bibliotecas, las clases se reanudarán y se redefinirá el calendario. No me atrevo a dar una fecha, la decisión no depende de mí, sino de ellos. Estamos dispuestos a atender solicitudes, pero no con edificios bloqueados.
La última semana no ha estado nada fácil.
Es que cuando uno tiene la posibilidad de ofrecerles educación a cerca de 50.000 jóvenes en todo el país, se siente un gran peso antes de tomar una decisión como la de interrumpir las clases. Pero la comunidad ha entendido que se necesita una decisión más firme en este tema para que se solucione esto de una buena vez.
El país está pasando por un momento de acercamientos y enfrentamientos entre discursos polarizados. Lo vemos en el paro agrario, en la negación de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) para unírsele al Gobierno y a otros sectores académicos en la construcción conjunta de una nueva política de educación superior. Ahora vemos cómo la falta de diálogo con los trabajadores conlleva a la cancelación de clases.
Pasamos por un momento de múltiples problemas y desencuentros, pero creo que en todos los aspectos el país está tratando de encontrar salidas. Lo que me parece que ha hecho carrera en el país, sin que esta sea la manera más correcta de resolver, es que antes de dialogar aparezcan las presiones con bloqueos. Esas acciones se han vuelto las cartas principales para iniciar acercamientos y pienso que no es necesario someter a la población (como en el caso de la universidad) a problemáticas que sólo atañen a un grupo. Esa metodología es desafortunada, pero al final todos vamos a aprender de estas experiencias.
¿Apoya que sus estudiantes se unan a las manifestaciones del paro agrario?
En 2011, el rechazo vehemente a la reforma de la Ley de Educación Superior empoderó a los estudiantes que se habían mantenido al margen de las discusiones sociales y permitió que entendieran que hay asuntos del país que son interés de todos. Por eso los vemos apoyando el paro de los campesinos. Porque además la facilidad que tienen para comunicarse y compartir información a través de internet a suscitado reflexiones que generan un proceso educativo más integral.
La MANE insiste en presentar un proyecto alternativo de reforma a la Ley de Educación Superior y, por otro lado, el Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu) ha convocado, por todo el país, a rectores y estudiantes para presentar otra propuesta. ¿Qué cree que va a pasar cuando la ministra tenga en su escritorio ambas ideas?
La propuesta de la MANE es una más de las que llegarán al Ministerio y no es la única que surge de estudiantes. Además, el Cesu no está proponiendo un articulado para sustituir la Ley 30, está planteando un marco de política de educación superior, por lo tanto, no competiría con otras propuestas presentadas por académicos o grupos de estudiantes. La dificultad va estar en compilar estos interesantes ejercicios, teniendo en cuenta que acá está participando todo el que ha querido.
Por: Angélica María Cuevas Guarnizo