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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Heráclito
05-05-2013, 17:53:10
¿Paz imperfecta o guerra perfecta?

Por Heráclito

Un pensador lúcido de nuestra época dijo alguna vez que aún nos encontramos en la prehistoria.
Nada más cierto. Continuamos siendo una especie violenta que aún no ha aprendido a convivir.
Matamos con la misma facilidad que lo hacían nuestros ancestros cuando apenas salían de las
oscuras cavernas a conquistar el mundo.

Dentro de muchos siglos, cuando nuestros descendientes nos miren con la curiosidad del
arqueólogo, tan sólo diferenciarán el siglo XXI de los demás por el cemento y el asfalto. Y así como
nosotros nos sorprendemos de las costumbres bárbaras de miles de años atrás cuando la vida era una
mercancía propiedad del más fuerte, igual lo harán quienes examinen nuestra era.

Les será difícil entender cómo la columna vertebral de cualquier civilización, la maravillosa vida
que nos fue dada como el bien más preciado, era violada sistemáticamente bajo múltiples pretextos
y justificaciones. Y no podrán explicarse cómo este bien, el más sagrado de todos, no pudimos
jamás escribirlo en nuestros genes.

Para nuestro infortunio -se dirá- aún no estábamos preparados para la civilización y por ello la
solución a nuestros problemas siempre giró alrededor de la muerte. Dialogar, perdonar, aprender a
convivir con la diferencia, ceder, aceptar al otro con sus virtudes y defectos, respetar las ideas
ajenas, construir nuestro entorno con equidad, promover lo justo, siempre fueron ideas exóticas.

Hoy, por ejemplo, no causa alborozo que los adversarios de muchos años, causantes por igual de
muerte y destrucción, se sienten a dialogar en busca de un camino que silencie los fusiles y le dé
algún sentido a la vida. Por el contrario, voces airadas se elevan y claman porque la destrucción
siga, porque se continúe hasta la aniquilación, sin importar que las víctimas sigan reproduciéndose
como los panes y los peces bíblicos.

¿Si los debilitamos, si los vencimos, si los acorralamos, por qué conversamos?, se preguntan con
soberbia. Que se entreguen, que se pudran en las cárceles, que la venganza sea la regla, y el perdón,
la ignominia. Como los sepulcros blanqueados de que hablaba el nazareno, las voces de la guerra no
miran que si allá se violó la vida, aquí, en su lado “bueno”, no lo fue menos.

Recuerdan matanzas aterradoras como la de Bojayá y crímenes inicuos como los de los diputados
del Valle, pero olvidan a Mapiripán y a los jóvenes de Soacha, exhibidos con tiros de gracia como
trofeos de victorias, y vuelven el rostro cuando se habla de los torturados, asesinados y
desaparecidos del Palacio de Justicia y el genocidio de la Unión Patriótica.

Y estas mismas voces se desgarran las vestiduras al compás del por qué un gobierno legítimo se
sienta a la par con la insurgencia degradada. No somos iguales, pregonan. Ellos son terroristas,
nosotros, la democracia. Y es aquí cuando de nuevo surge el asombro de cómo un modelo
económico, político y social que ha condenado a la pobreza y a la exclusión a la mitad de su gente,
pueda ser llamado “legítimo”.

No sólo somos el país más violento de la tierra y el de mayor desplazamiento interno que se
recuerde, sino también el más inequitativo. Durante dos siglos hemos construido un país de castas,
de estratos, de diferencias, de privilegios, que una ínfima minoría maneja a su antojo. Dueños de
vidas y bienes, estos pocos privilegiados siempre han respondido con la muerte al clamor de la vida.

Y cuando por fin un gobernante tiene la valentía de al menos reconocer que es mejor dialogar que
seguirse matando, que una civilización no se puede construir sobre la inequidad de la guerra sino
sobre la tolerancia de la paz, que hay que perdonar y perdonarse, que los crímenes de los Márquez y
los Timochenko deben ser tasados por igual que los de Rito Alejo del Río, Plazas Alcid y Arias
Cabrales, la ira sacude a las almas pías.

Ellos son los malos, nosotros somos los buenos, claman a los cuatro vientos. Olvidan que nada en el
mundo justifica quitarle la vida a otro ser humano, que la vida es sagrada, que siempre habrá
margen para solucionar los conflictos a través del diálogo, y que el respeto a la ley y a la equidad
son los cimientos para construir una civilización.

Quizás cuando lo entendamos y los aplausos premien a los enemigos que tienen la valentía de
sentarse a conversar, quizás ese día podremos decir con orgullo que estamos prontos a dejar los
sinuosos parajes de la prehistoria y con la paz y la tolerancia como instrumento, podamos por fin
convertirnos en seres humanos.

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Lord Mago
05-05-2013, 18:17:12
Heraclito, Ud. cree que alguien que se "sienta a negociar", y de entrada niega que ha cometido infinidad de crímenes atroces durante años, cree que tiene algo de "valiente"??? Ud. le llama "valentía" a sentarse a negociar sin reconocer lo que ha sido por décadas y aún sigue siendo???

No perdamos el horizonte y la razón de las cosas por el afán de buscar y conseguir "la tan anhelada paz". Una cosa es la tolerancia entre los seres humanos, base para la convivencia en sociedad, y otra muy diferente tener que tolerar el cinismo con que esas ratas niegan una y otra y otra vez que son unos criminales, asesinos, terroristas, genocidas y narcotraficantes; y de paso tener que tolerar la impunidad (que por desgracia para el país y el ejemplo del mundo entero) están ad portas de conseguir.

Ah... Y por favor no vengas a comparar el proceso de paz de las guerrillas centroamericanas de finales de los 80 y principios de los 90 con esta payasada que están haciendo en La Habana, que existe una diferencia muy grande entre los guerrilleros que negociaron la paz en sus países en esa época, y las cobardes ratas mentirosas narcoterroristas genocidas que hoy hablan de paz, con descaro claman por justicia y equidad, con cinismo se declaran "víctimas del estado terrorista" y con desfachatez sentencian que la justicia colombiana no es digna ni competente para juzgarlos.

Isidorito
05-05-2013, 18:34:34
Excelente lectura.

Algunos enemigos de la paz alzarán su voz en contra de los diálogos, pero la paz va porque va!

+Wilfred
05-05-2013, 18:55:40
Mago, yo también repruebo las declaraciones de las FARC durante este proceso, pero era algo que se sabía iba a pasar, que ellos de nuevo estarían jugando el papel de víctimas y que se apegarían de eufemismos para justificar lo que han venido haciendo en los últimos años. Si estaban esperando que eso no iba a pasar esta vez, eso ya es mucha candidez.

Por supuesto, buscar negociaciones cuando el conflicto no ha cesado trae sus consecuencias negativas. Es lo mismo que sucedió en los procesos de paz de Centroamérica, por ejemplo en El Salvador, donde tardaron tres años en negociaciones, pero durante ese tiempo mucha gente padeció las consecuencias.

Por qué estoy de acuerdo yo con este proceso, aún cuando tengo mis reservas? Porque creo que una victoria militar a estas alturas del partido es una posibilidad muy remota, y en estos casos la posibilidad más rentable es la negociación. Algunos dirán que Colombia debería seguir el mismo ejemplo de Perú con Sendero Luminoso, pero las circunstancias eran diferentes para hacer la comparación (después explico por qué).

Obviamente, mucha gente tiene recelos sobre las negociaciones, porque de por medio hay concesiones con las que la gente no está muy de acuerdo. Pero así son las negociaciones: así como esperas ganar algo, también debes esperar perder algo. Y así como de parte del gobierno se deben hacer concesiones, de parte de las FARC esas concesiones también deben darse. Por supuesto que debe haber un reconocimiento y una reparación a las víctimas, pero eso debe venir más adelante en las negociaciones.

La paz no será perfecta. Es posible que haya impunidad, algo que nadie quisiera, pero lo que sí no puede sacrificarse es la verdad. En el proceso de paz de Sudáfrica se realizaron múltiples indultos a miembros del gobierno del Apartheid como del Congreso Nacional Africano que cometieron crímenes, pero se pidió a los victimarios reconocer y reparar a sus víctimas. Ahora es una sociedad que vive en relativa armonía, pero que aprendió a perdonar, aunque tuvieron que vivir con lo sucedido. Creo que es el referente más cercano y el que tendría más aplicabilidad en Colombia.

Como dice Heráclito, es preferible una paz imperfecta a una guerra perfecta. Y aunque sea posible que haya que sacrificar la justicia, no se debe sacrificar la verdad. O qué es preferible? Seguir en una guerra indefinida? Porque parece que ésa es la solución que nos plantean aquellos que proclaman la "paz sin impunidad".

armando2007
05-05-2013, 19:31:22
Las Farc es una bandera electorera desde 1998, por ellas ganó Pastrana, ganó Uribe y ganó Santos y los grandes perdedores fueron los colombianos, porque en esos 15 años el desempleo, la pobreza, la corrupción, la violencia y la impunidad aumentaron; en esos 15 años la salud se reventó, la educación bajó más de calidad, la plutocracia se descaró.

En fin, todos los temas transcendentales han sido minimizados por el tema de las Farc, son el más pequeño de nuestros problemas pero en la opinión pública es el más comentado y publicitado.

SpitfireII
05-05-2013, 22:24:43
Siguen creyendo que la oposición es a la paz... cuando la oposición es a la impunidad, y al no abandono de las armas que ya han insinuado esos "románticos luchadores". Ambas cosas serán la semilla de más guerra.

Los antiguos romanos, a quien los latinos detestamos tanto porque no somos ni austeros ni pragmáticos, decían "Si quieres paz, prepárate para la guerra" y esa máxima la practican ahora todos los gobiernos de todos los países desarrollados.

La claudicación forzada es un experimento practicado sólo sobre los subdesarrollados e impuesto por la ONU, asó como esas políticas de ajuste fiscal practicadas sólo sobre los mismos países e impuestas por el FMI.

FerguZ
06-05-2013, 00:30:49
Heraclito, Ud. cree que alguien que se "sienta a negociar", y de entrada niega que ha cometido infinidad de crímenes atroces durante años, cree que tiene algo de "valiente"??? Ud. le llama "valentía" a sentarse a negociar sin reconocer lo que ha sido por décadas y aún sigue siendo???

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Una cosa es la tolerancia entre los seres humanos, base para la convivencia en sociedad, y otra muy diferente tener que tolerar el cinismo con que esas ratas niegan una y otra y otra vez que son unos criminales, asesinos, terroristas, genocidas y narcotraficantes; y de paso tener que tolerar la impunidad (que por desgracia para el país y el ejemplo del mundo entero) están ad portas de conseguir.

Ah... Y por favor no vengas a comparar el proceso de paz de las guerrillas centroamericanas de finales de los 80 y principios de los 90 con esta payasada que están haciendo en La Habana, que existe una diferencia muy grande entre los guerrilleros que negociaron la paz en sus países en esa época, y las cobardes ratas mentirosas narcoterroristas genocidas que hoy hablan de paz, con descaro claman por justicia y equidad, con cinismo se declaran "víctimas del estado terrorista" y con desfachatez sentencian que la justicia colombiana no es digna ni competente para juzgarlos.

Lord Mago, mi hermano. De verdad no te imaginas como comprendo tu punto de vista, no obstante, el enfoque hacia donde va Heráclito es de una "Verdad Mayor".

Lamentablemente o no, según como se vea, y valga la redundancia, todas las partes siempre tienen su punto de vista. Para algunos pueden haber crímenes o asesinatos, sin embargo para otros pueden ser solo víctimas de un conflicto. Lo importante, es que exista siempre un espacio para el diálogo.

La valentía mi hermano, no es necesariamente porque dos partes se sientan a conversar. La valentía, es de un pueblo, una nación digna y orgullosa dispuesta a reencontrarse y perdonar, o a lo menos, a aprender a vivir con un dolor desgarrador producto de años de enfrentamientos y pérdidas por ambas partes. Esa es la valentía de una "Verdad Mayor".

¿Eres tu mi hermano, lo suficientemente valiente como para poder lograr algo así?.

Cuesta mi perro... ¡por la gran puta que cuesta y duele mi viejo!, pero cuando se tienen los cojones bien puestos, tu mismo te agarras tus tripas, te las vuelves a meter en el estomago, te envuelves en una manta y sigues luchando.

Un abrazo mi perro.

..GiL..
06-05-2013, 12:35:14
Creo q la opción de diálogo es mejor ya q se pudo dar, pero esto no quiere decir q me deje de chocar y mucho la desfachatez de las Farc, que posan de víctimas cuando han sido autores de crímenes indecibles y muchos que nunca han sido conocidos por la opinión pública. No puedo negar q me ha alegrado ver como en la última década su poderío militar se vino a pique y miles de sus asesinos han pagado por lo qhicieron, todo lo q les queda es su capacidad terrorista, pero aún así esta capacidad de sabotaje y el dinero del narcotráfico les da la posibilidad de hacer aún mucho daño. Creo q militarmente se les puede derrotar, pero aún quedarían por lo menos otros 10 años de conflicto para ello. Por eso así me toque tragarme el sapo de ver con desparpajo y descaro a los maleantes q están en la Habana, para colombia sería lo mejor poder acabar la guerra de una vez.

Mashiro
06-05-2013, 13:05:36
Muerte a los guerrilleros forales incluído Heráclito.

Heráclito
07-05-2013, 16:05:30
Heraclito, Ud. cree que alguien que se "sienta a negociar", y de entrada niega que ha cometido infinidad de crímenes atroces durante años, cree que tiene algo de "valiente"??? Ud. le llama "valentía" a sentarse a negociar sin reconocer lo que ha sido por décadas y aún sigue siendo???

No perdamos el horizonte y la razón de las cosas por el afán de buscar y conseguir "la tan anhelada paz". Una cosa es la tolerancia entre los seres humanos, base para la convivencia en sociedad, y otra muy diferente tener que tolerar el cinismo con que esas ratas niegan una y otra y otra vez que son unos criminales, asesinos, terroristas, genocidas y narcotraficantes; y de paso tener que tolerar la impunidad (que por desgracia para el país y el ejemplo del mundo entero) están ad portas de conseguir.

Ah... Y por favor no vengas a comparar el proceso de paz de las guerrillas centroamericanas de finales de los 80 y principios de los 90 con esta payasada que están haciendo en La Habana, que existe una diferencia muy grande entre los guerrilleros que negociaron la paz en sus países en esa época, y las cobardes ratas mentirosas narcoterroristas genocidas que hoy hablan de paz, con descaro claman por justicia y equidad, con cinismo se declaran "víctimas del estado terrorista" y con desfachatez sentencian que la justicia colombiana no es digna ni competente para juzgarlos.

Lord Mago, una cosa son las declaraciones a los medios, utilizados como propaganda para la futura campaña electoral, donde se habla de lo divino y lo humano, y otra lo que se discute y pacta en la mesa de negociaciones. El proceso de paz hay que calibrarlo por lo que se pacte y no por lo que se hable.

Ahora, el proceso de paz colombiano es tan sólo un ejemplo de la tesis que pretendo exponer, centrada en la violencia como medio para solucionar problemas y el sacrificio de la vida como instrumento para imponer las propias tesis sobre las ajenas.

Este artículo sólo es un pretexto para mirar nuestro mundo y con él a nuestra especie y las múltiples guerras que la degradan. Hoy es Israel y Siria, antes fueron Libia y el martirizado Irak, para no hablar de las guerras tribales en la sufrida África y el tenebroso genocidio de Ruanda, las matanzas de Chechenia y así, en cada paso de nuestra historia la vergüenza nos cubre.

Esa es la razón de ser de estas pocas líneas. El rechazo a la violencia, a la muerte, al odio cotidiano, al rencor de siglos que llevamos en los genes, a la imposibilidad de abandonar las cavernas, al miedo ancestral al otro, a una era oscura donde la vida es pisoteada como un bien desechable.

Sólo es eso, Lord Mago. Sólo eso.