El eslabón perdido del 'carrusel' de la contratación

[Ayudante De Santa]

[PEDROELGRANDE]

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La Empresa de Acueducto de Bogotá tiene recursos de inversión por 1 billón de pesos al año, uno de los más altos en todo el país.Foto: Archivo / EL TIEMPO



La Fiscalía investiga a Andrés A. Cardona y su papel en el Acueducto, en gobierno de Samuel Moreno.

En los últimos días, en el búnker de la Fiscalía, el polémico contratista Emilio Tapia se ha referido a una persona que ha sido mencionada esporádicamente en el ‘carrusel’ de la contratación en Bogotá: el ingeniero antioqueño Andrés Alberto Cardona Laverde, a quien investigan por su influencia en la Empresa de Acueducto, en la alcaldía de Samuel Moreno Rojas.
Según fuentes, Tapia les ha dicho a los investigadores que, en el ‘carrusel’, Cardona Laverde tuvo un papel “más relevante” que otros salpicados, “debido al volumen de presupuesto” que habría manejado en una de las empresas con mayores recursos de inversión del país: 1 billón de pesos al año.
Con base en lo afirmado por Tapia y otros implicados en el multimillonario desfalco contra Bogotá, la Fiscalía avanza en el caso de Cardona Laverde, y no se descarta que le impute cargos y lo llame a responder por presuntas irregularidades en el Acueducto y en la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).
En esas entidades, este ingeniero civil, de 47 años, habría actuado como “juez, parte, intermediario y contratista”, en palabras de Tapia, de acuerdo con personas cercanas a este proceso.
Además, Tapia se refería a él como el ‘Chiquito’, por su baja estatura. Dos de los interrogantes que Cardona Laverde deberá responder tienen que ver con su relación con el exsenador Iván Moreno Rojas y si –a nombre de él– les exigía ‘mordidas’ del 8 por ciento a contratistas que querían quedarse con obras en el Acueducto, según anónimos que circularon el 23 de octubre del 2009 y el 30 de noviembre del 2010.
Tapia ha señalado que dicho contratista tuvo poder “por decisión de Iván Moreno”. La Fiscalía también indaga si era el enlace con los concejales, 17 de ellos enredados por el ‘carrusel’.
El nombre de este contratista salió a flote en el 2010, en el informe que dirigió en ese entonces el hoy alcalde Gustavo Petro.
En la página 63 se lee: “Se comenta en el sector que los señores Orlando Fajardo Castillo (constructor) y Andrés Cardona Laverde tienen alta capacidad de gestión ante el Acueducto para la obtención de contratos”. Dicha investigación concluyó que estaba en el décimo grupo con mayor volumen de contratación, con 18.570 millones de pesos, junto con su socio, Gustavo Alberto Giraldo Uribe, con la empresa ACC Ingeniería, aunque él dice que se ganó siete contratos por 10.900 millones de pesos.
Este diario comprobó que, el 19 de abril, ACC cambió su nombre y ahora se denomina Azacan SAS, sin la presencia de Cardona Laverde en la junta.
El contratista se niega a que se le tomen fotografías y responde por escrito. A EL TIEMPO no le permitió contrapreguntas.
En las respuestas enviadas, señaló: “Mi defensa es la seguridad que me otorga hablar con la verdad. No me canso de solicitar me den el derecho a la defensa y a una investigación transparente y objetiva a través del recaudo de elementos probatorios y no exclusivamente basados en declaraciones de personas con características y circunstancias particulares. No conozco a ningún concejal ni exconcejal. Es una locura absoluta que se afirme que una persona como yo pueda cumplir esa función (servir de enlace)”.
‘Cerca de la candela’
Explica por qué señala que estuvo “cerca de la candela”. “Me considero experto en preparar propuestas para licitaciones impecables y me he interesado en invitar firmas extranjeras para proyectos más grandes para los que nuestra empresa no tiene la capacidad. En ese ámbito conocí a Tapia, lo cual no trascendió más allá de unas conversaciones poco realistas. También en ese ámbito conocí a Álvaro Dávila (abogado preso por el ‘carrusel’), con el cual se avanzó mucho más y de manera más seria, pero sin ningún resultado positivo. A todo eso llamo yo que estuve cerca de la candela, soy la persona perfecta para armarle este cuento”.
Finalmente, sostuvo que conoció al exsenador Moreno en el segundo semestre del 2008 “en un escenario ajeno al tema político o del mundo de la contratación. En ese escenario compartí unas actividades con él y al menos otras 20 personas, durante algunos meses. No se generó ninguna amistad, y menos relación de negocios”.
YESID LANCHEROS
Redactor de EL TIEMPO
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