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Ver la Versión Completa Con Imagenes : EL SANTO INQUISISDOR:El choque entre Gustavo Petro y Alejandro Ordóñez


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
28-04-2013, 12:57:34
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Alcalde y Procurador se caracterizan por sus posiciones tercas y radicales.Foto: Archivo EL TIEMPO



Posibilidad de que Procuraduría abra pliego de cargos al Alcalde, ha caldeado los ánimos en Bogotá.

La decisión adoptada esta semana por la Procuraduría General –cerrar la etapa de investigación que le sigue al alcalde Gustavo Petro por presuntas irregularidades en el nuevo esquema de basuras– promete desatar una tormenta política de consecuencias impredecibles. No solo por el perfil de dos personalidades que no tienen ‘pelos en la lengua’ a la hora de defender sus convicciones, sino por el tipo de decisiones que suelen adoptar y que exhiben como trofeos de batallas en las que, inexorablemente, la opinión pública termina dividida.

Por la guillotina de los fallos del procurador Alejandro Ordóñez han pasado 188 mandatarios locales. No le tembló la mano para suspender al último alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, por no estar al tanto de la contratación y las obras en la ciudad; lo propio hizo con el exalcalde de Cali Jorge Ospina, por no asistir a sesiones de política social; destituyó al de Bucaramanga Fernando Vargas, por irregularidades en la contratación, y al de Medellín Alonso Salazar, por participar en política.

Muchos atribuyen su proceder a cálculos políticos, pero él ni se inmuta, sabe que el arma letal que inspira sus determinaciones es el Código Disciplinario, que aplica de manera inflexible. A la hora de defender sus convicciones, Ordóñez desafía toda suerte de teorías para oponerse a la legalización de la droga, al aborto y, más recientemente, al matrimonio entre personas del mismo sexo. (Lea también: Abogado de Petro renuncia y alega falta de garantías en Procuraduría).

Petro es radicalmente opuesto: viene de la guerrilla, le apostó a un proceso de paz, se convirtió en congresista y alcanzó el segundo cargo en importancia del país por vía popular. Desde que arrancó su gestión, desató pasiones por sus posturas frente al desarme ciudadano, el fin de las corridas de toros, la peatonalización de la 7a., se tomó la Empresa de Acueducto en protesta por la presunta intromisión del Gobierno Nacional y por sus propuestas de avanzada, como el tratamiento a los adictos al bazuco con dosis de marihuana. Para rematar, ha capoteado las críticas que le llueven desde distintos sectores que ven amenazados sus intereses por cuenta del modelo de ciudad que quiere imponer.
El eje de la controversia
Parte esencial de ese modelo es la estatización de los servicios públicos. El Alcalde aboga por un estado que brinde unos “mínimos vitales” a la población a través de empresas cuyos excedentes se distribuyan social y no privadamente. Para algunos se trata de populismo, para él es un deber del gobernante. Y es precisamente en este punto donde ahora se enfrentan Ordóñez y Petro, pues el primero indaga si la forma como se intentó hacer el cambio en las reglas de juego para el caso del aseo fue la indicada.

Con el cierre de la investigación a Petro, lo más probable es que venga una formulación de cargos en 15 días. Y allí será Troya, pues inevitablemente aflorarán las enormes diferencias que existen entre ambos y se apelará a ellas para defender posiciones. Petro ya ha sugerido que un fallo adverso tendría consecuencias hasta en los diálogos de La Habana con las Farc, que él defiende y Ordóñez critica duramente. Otros hablan de un “golpe de Estado” a la voluntad ciudadana, como trinó Guillermo Asprilla, exhombre fuerte de Petro y destituido por el mismo Ordóñez hace poco.

Mirado con cabeza fría, la Procuraduría está en pleno derecho de adelantar las investigaciones que considere pertinentes. Y la de las basuras es, sin duda, una de ellas, pues ha estado salpicada de controversias que no terminan con la exhibición de barredoras o con el anuncio de que el Acueducto asume el servicio. El organismo indaga desde las razones jurídicas que llevaron a Petro a cerrar las puertas a la participación privada, hasta el posible riesgo ambiental que pudo generarse en la ciudad.
¿Sin garantías?
Las mismas autoridades distritales, empezando por el gerente del Acueducto, Alberto Merlano, han reconocido fallas. Pero las atribuyen a un ajuste normal en el cambio de modelo. Tal vez sea así, pero ello no oculta que hubo improvisación en muchas decisiones –una carta del propio Merlano conocida esta semana lo confirma– y que el esquema no termina de ajustar. Todo un acervo al que la Procuraduría seguramente aplicará la prueba ácida del Código Disciplinario.

Del lado contrario, los asesores de Petro denuncian que la Procuraduría no le dio tiempo para defenderse, y su abogado, Daniel Prado, alegó falta de garantías y renunció. Otros sospechan de la celeridad con que se lleva a cabo la investigación a Petro, mientras que procesos contra funcionarios y exfuncionarios involucrados en el ‘carrusel de contratos’ siguen durmiendo el sueño de los justos.

Petro vive los días más tensos de su mandato, adobados con problemas propios del cargo, como el embolatado cupo de deuda para obras que tramita el Concejo y una revocatoria en ciernes respaldada por 600.000 firmas. Entre tanto, el Procurador se alista a proferir otra decisión que lo siga catapultando como el ‘coco’ de los funcionarios públicos. Y Petro podría ser su próxima víctima.
ERNESTO CORTÉS FIERRO
Editor Jefe EL TIEMPO